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En Calm te decimos: Enamórate de tus días y tus noches

En Calm, creemos que el amor es un viaje intrépido que nos lleva a descubrirnos, desafiandonos a acceder a partes nuestras que desconocemos.

Partiendo desde esta premisa, queremos celebrar la idea de que el amor va más allá de los gestos románticos tradicionales. Este San Valentín reafirmamos el amor propio, en apostar por lo que nos hace bien, como una expresión tangible de romance. 

Nutrir nuestros vínculos, también habla de amor. A veces eso implica adaptarnos a las formas del otro, salir de nuestra comodidad para encontrarnos en el medio.

Por eso, queremos compartir un nuevo concepto con ustedes: Calma Sutra. No se preocupen, no estamos hablando de ese tipo de posturas 😉 Sino de las que se generan cuando estamos durmiendo en compañía. Calma Sutra, es una invitación a descubrir nuevas formas de conexión y explorar el arte de compartir. 

Porque dormir en soledad, es ideal, no tenés que ajustarte a nadie ni tampoco dividir tu espacio para hacer lugar. Y si, compartir la cama tiene sus virtudes y complicaciones. Cada uno adopta posturas distintas cuando está acompañado, creando posiciones de sueño que reflejan la complejidad y la belleza de las relaciones.

Compartir una cama nos invita a adaptarnos, a ceder espacio y a encontrar el equilibrio entre la intimidad y la individualidad. Cada pareja es un mundo, arman sus rituales nocturnos y posturas específicas para encontrar un punto medio.

 

La posición en la que dormimos en pareja, cuenta una historia.
En Calm, entendemos que cada posición para dormir cuenta una historia. Cada postura es un signo, y hay que saber leerlo para entender cómo se forma.

Como método de investigación, nos adentramos en distintas entrevistas con personas que tienen o no pareja, para entender si realmente existe un patrón de posturas nocturnas. Hasta ahora, descubrimos las siguientes:

1. El Freezer: cuando tu pareja te deja sin sábanas, lo que conlleva a que sufras del frío en invierno, y del chifle del ventilador o aire acondicionado.

 2. La Cucharita: postura en la que una persona acostada, se acurruca junto a otra a la que abraza y que está de espaldas a esta. Genera una sensación de contención y refugio.

3. La Pelea: puede suceder que después de un altercado ambas personas, tengan que dormir en la misma cama, pero no sientan la necesidad de tocarse, por ende sucede la postura cucharita invertida, es decir que miran para extremos diferentes

4. El Amor: sin o con pareja, siempre vas a estar en algo con tu almohada Calm, por eso, puede suceder que a pesar de mantener una postura, tengas que simultáneamente estar acurrucado a tu almohada preferida. Eso sí que es inevitable. Sin perdón y sin permiso. diferentes

Manifiesto
Enamorarse es estar en un estado de alerta constante. Cada encuentro que tenemos es una ocasión para fortalecer y nutrir el vínculo con vos mismo. Descubrirnos. El detrás de escena del amor es darnos la oportunidad de conocernos hasta lo más profundo.

Y si el amor es para valientes, creámonos merecedores. Porqué sentirnos de esa forma es una potencia única, permite que podamos llevarlo a donde queramos, con confianza.

Para Calm, un colchón nuevo puede ser tranquilamente una expresión de amor. Mereces despertarte cada mañana sintiéndote renovado y acompañado.

Por eso pensamos en CalmaSutra, posiciones para dormir en compañía, una invitación a descubrir nuevas formas de conectarte con vos mismo y con aquellos que amas.

Y ya que somos una marca que ofrece productos de descanso, nos vamos a permitir esta clase de analogías: No es solo un colchón, es invertir en lo que te hace bien.

Al principio, la emoción de algo nuevo es inevitable, pero con el tiempo, se transforma en estabilidad, en un apoyo constante, en algo que realmente valoramos. Como un pilar que te sostiene incluso en tus días menos brillantes.

El amor, es encuentro y es conocimiento.
Como mencionamos anteriormente, el amor es encuentro. Entonces enamorarse es el primer paso. Es un salto, un punto de partida, es una puerta que se abre a un mundo desconocido, que te recibe con los brazos abiertos como si te conociese de toda la vida. Porque quizás, resulta que todo el tiempo estamos enamorandonos, no solo de un otro, sino de vos, de momentos, ideas, recuerdos e intenciones. 

Por eso, creemos que el amor, en parte, es conocimiento, es entendernos un poquito más todos los días, es conectar con los demás, hasta formar signos, que se entrelazan para contar historias, nuestra historia, la que construyamos, paso a paso.

Por eso te decimos: Enamórate.
Enamórate de vos, de tus noches y, por sobre todo, de tus días.

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Descansar es un impulso para poder afrontar la rutina

Las fiestas. Un momento del año en el que ya pasamos la etapa de mirar para atrás, ahora nos toca mirar para adelante. Pensar en lo que viene. En qué queremos para el año que empieza, o mejor dicho que queremos cambiar de lo que hicimos este año.

Tenemos una nueva hoja en blanco para poder diagramar lo que queramos, que libertad, pero qué responsabilidad. Consigo vienen desafíos, ¿qué tal si este año pruebo esto, o empiezo esto otro? ¿Me animo a hacer esto que nunca hice? ¿Será este año el que me empujará a hacer este trámite que tengo pausado hace dos? ¿O que sí este nuevo año me propongo por fin hacer eso que pospongo porque nunca tengo el tiempo?

Bueno, esta nota trata de todos aquellos susurros mentales que rodean a las fiestas, pero también de esas cuestiones desde alguna parte nuestra, sentimos que tenemos que concretar, para ser mejores, o por lo menos sentir que estamos aportando a esa causa, un paso a la vez.

Y como somos una marca que busca mejorar la experiencia del descanso, podemos decir, que de lo más sabemos y podemos charlar por horas, es de eso, es de lo importante que es descansar bien. No sólo ofrecemos productos que lo vuelven una realidad, sino que para poder hacerlo llevamos a cabo una extensa investigación para entender porqué es tan importante dormir bien. Así de simple.

Lo que no hacemos por la noche, influye en lo que hacemos en el día.

Es muy importante empezar el día bien descansados. Pero tenemos que estar atentos y conscientes de lo hacemos para que eso suceda. Nuestro colchón, almohadas, sábanas, edredón, y hasta la cantidad de luz con la que dormimos son influyentes a la hora de inducir el sueño. 

El sueño como un influyente directo en nuestra salud.

El sueño influye íntimamente en el rendimiento mental. Es decir, que una buena noche de sueño mejora la concentración, la atención y hasta la toma de decisiones. Dato interesante para indecisos. También ayuda a fijar conocimientos y facilitar el aprendizaje, por ende para los estudiantes es de suma importancia, poder tener esas horas de descanso para presentarnos al examen con miedo, si, pero más seguros, y sin ojeras violetas.

Hablemos de estabilidad emocional. Tema complejo. Pero aunque no lo crean o no lo hayan pensado, descansar bien, de manera regular, es clave para equilibrar nuestras emociones durante el día. Porque al contrario, la falta de sueño puede provocarnos estrés y ansiedad, ¿Cómo no? Si tenemos que hacer mil cosas y encima con sueño. 

Se preguntaran, ¿Que otros factores se ven beneficiados al dormir bien? Bueno, hay demasiados, tantos que no vamos a poder cubrirlos en esta nota, pero si queremos nombrarles los principales, para que puedan estar atentos y mejorar su calidad de sueño.

Durante la noche, se liberan y regulan varias hormonas importantes, como la hormona del crecimiento, la insulina, la leptina y la grelina, que desempeñan un papel crucial en el control del apetito, el metabolismo y la regulación del peso corporal. Y hablando de salud física, el rendimiento físico también se ve afectado para bien cuando descansamos como se corresponde, porque podemos recuperar nuestros músculos después de hacer ejercicio y a mantener la coordinación y resistencia cuando entrenamos durante el día. 

Por último, algo que no hay que pasar por desapercibido, el tema de la salud mental y el sueño. Dos cuestiones que desde una perspectiva lógica las relacionas, pero en la vorágine de la rutina, por ahí no lo cuestionamos. Dormir poco puede contribuir a problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. Por ende organizarnos en esta área de nuestra vida es esencial para el bienestar emocional y mental.

Creemos nuestro propio espacio del bienestar.

En conclusión, como vimos, descansar bien durante la noche es fundamental para mantener un estado de salud equilibrado, tanto física como mentalmente. Establecer hábitos de sueño sanos y crear un ambiente propicio para dormir, son pasos importantes para garantizar un sueño reparador y una rutina ordenada. 

Reservar nuestras energías nos va a dar el impulso que necesitamos para cumplir con todas nuestras tareas diarias, y aceptar los desafíos que a veces nos toca vivir, o mejor aún animarnos a nuestros propios desafíos personales, y lograr cosas increíbles, de las que por ahí no sabíamos que éramos capaces.

Por eso, armémonos nuestro refugio para poder soñar. En grande y en calma.

Te dejamos nuestras recomendaciones para que puedas armar tu lugar seguro. De sueño y bienestar.

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¿Qué pasa con lo que no se ve? ¿Qué hay dónde no llega la luz?

Vivimos rodeados de luces y dispositivos en la calle, estacionamientos, edificios, balcones, rutas y, principalmente, en nuestro hogar. Por eso, cuando nos vamos a un lugar un poco más aislado, nos confunde lo oscuro y profundo que puede llegar a ser. Y quizás eso nos lleva a sentir un pavor especial por la oscuridad. 

Hoy en día es difícil presenciar paisajes donde la luz de la ciudad no llega. Puede ser que hasta nos estemos perdiendo de la belleza que tienen los espacios naturales cuando no están iluminados.

Cuando somos chicos solemos tenerle miedo a la oscuridad, como si fuese un rasgo que nos acompaña durante la niñez. Siempre pedíamos que nos dejen algún velador prendido, no vaya a ser cosa que aparezca algo sin que nos demos cuenta.

El tiempo pasa y dejamos de creer en la existencia de estos seres tenebrosos, pero el miedo a la oscuridad sigue ahí acechando. Entonces, ¿por qué le tenemos miedo a la oscuridad?

El origen.

La oscuridad nos da intimidad, le da la bienvenida a lo oculto, crea una calma nocturna y una somnolencia inminente.

La realidad es que el temor a la oscuridad es algo instintivo y se lo debemos a nuestros antepasados prehistóricos. En ese entonces cuando llegaba la noche, ellos estaban más alertas que nunca, los depredadores podrían estar cerca, nada más que lo que les daba el cielo podía alumbrarnos. Ni una linterna, ni un farol o la luz de una ciudad distante. De la noche no los iba a salvar nadie más que ellos mismos.

Hoy desde la cama, cuando todo se apaga y lo único que escuchamos es el silencio, tenemos la posibilidad evolutiva de contemplar la serenidad y la calma de ser uno con las sombras. 

La oscuridad como fuente de inspiración.

En las películas de terror casi no existe que a los protagonistas los persigan en pleno día. Esto pasa porque se sabe que para crear una secuencia terrorífica o de suspenso, la oscuridad es esencial, tanto como la música escalofriante. Desde pasillos con luces que titilan, sótanos abandonados, a bosques desolados, te aseguro que a ninguno de estos te los imaginas de día.

Definitivamente el miedo a la oscuridad va a seguir siendo un tema recurrente para las personas durante mucho tiempo y, por lo tanto, va a seguir siendo fuente de inspiración para distintos artistas: Mariana Enriquez, Stephen King, Junichiro Tanizaki, Anne Rice, Edgar Allan Poe y muchos otros.
Poe y sus relatos son ejemplos claros. “No es que me aterrorizara contemplar cosas horribles, sino que me aterraba la idea de no ver nada”.

Eternas compañeras, la luz y la oscuridad, son guías temporales y se podría decir que espirituales, en muchos aspectos. 

El otro lado de las cosas.

Junichiro Tanizaki plantea en su ensayo “El elogio de la sombra” una reflexión interesante “La luz y la oscuridad son un susurro que inspira el alma, son las compañeras de vida del ser humano, definen el tiempo de nuestras acciones y sobre todo son elementales para el acto de la meditación y contemplación”.

Tanizaki también escribió con el objetivo de cuestionar la preferencia occidental por la luz, comparándolo con la cultura que existe en la sociedad japonesa con la penumbra. Rechaza la compulsión de iluminar en exceso cada esquina de las ciudades. Algo que no tenemos en cuenta, muchas veces, cuando nos cuestionamos el porqué del miedo universal por la oscuridad. Habla también del objetivo que cumple la luz cuando se trata de evitar la oscuridad, ya no es una compañía para leer, escribir, ordenar o comer, sino que para demorar a las sombras.

Pero, cuando llega el momento de dormir, finalmente tenemos que enfrentarnos a la realidad de que para el descanso no hay nada mejor que la oscuridad: total y profunda.

Y, al parecer, es un hecho.

¿Por qué es importante la oscuridad para el sueño?

La oscuridad es un factor clave para dormir bien, como todos sabemos. Sin embargo, hoy en día como mencionamos anteriormente, es muy común dormir rodeados de luces artificiales que afectan la calidad del sueño a lo largo de la noche.

Hablando más técnicamente la oscuridad es esencial para la producción de melatonina, la hormona del sueño. La glándula pineal en el cerebro produce esta hormona en respuesta a la falta de luz, esta hace que el cuerpo se vaya preparando para dormir.

Entonces, ¿qué significa la oscuridad para Calm?¿Por qué creemos que es algo bueno y necesario?

Desde el sentido metafórico de la palabra, es parte de nuestra vida y es igual de necesaria. Quizás sea la menos aceptada por haber tenido siempre una connotación negativa, pero es lo que también nos hace personas auténticas.

En el sentido literal, en la oscuridad, la retina no percibe la alerta que recibe durante el día y la melatonina aumenta, la temperatura del cuerpo baja, los órganos se ponen en reposo y nos da sueño.

En Calm creemos que la noche es crucial para el bienestar del ser humano y más hoy en día que cada vez es más complejo estar “a oscuras”.

Por eso, ¿no deberíamos quererla un poco más?

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Las infancias y el sueño

Por Belu Salgado. 

Mamá de dos bebés que ama compartir y conectar con otras a través de las redes. Socia de una marca líder en skincare, con un negocio global y flexible que me permite disfrutar viendo a mis hijos crecer.

Cuando nació mi primer hijo el momento de dormirlo siempre fue pura tensión. Me estresaba apoyarlo en la cuna y que se despierte, me molestaba no poder consolarlo por tener los barrotes de por medio, me angustiaba si lo acostaba en mi cama porque creía “que no se iría más”. Como buena nerd hice todos los cursos sobre sueño, estudié todos los tips que encontré y, después de sentirme derrotada durante cuatro meses, entendí que nada de todo eso era para nosotros.

Los horarios estrictos, el ruido blanco o las cunas de madera, no eran para nosotros. Mi bebé se dormía a upa, al lado, abrazado o hamacado. La clave estaba en que se sienta seguro. Fue así como acepté ser su guardiana del sueño. Pero conforme iba creciendo, ese lugar seguro que era acostarse conmigo tuvo que acomodarse para que no se golpeara la cabeza cuando se giraba dormido y se caía de la cama.

Probamos así poner un colchón en el piso. No tenía altura, barras, ni tampoco distancia entre él y yo. Lo abrazaba, se dormía, y yo podía seguir haciendo otras cosas mientras él quedaba seguro y tranquilo en su descanso. Comenzó a gatear y podía subir y bajar solo. Se convirtió en un espacio de juego. Buscando una solución a algo muy específico, encontramos un espacio para conectarnos desde otro lado.

Ya no era simplemente un colchón para dormir la siesta. Era una parte blanda en una habitación dura, un lugar donde caer sin lastimarse, una montaña de almohadas que tiraba y volvía a armar. Luego le regalaron una camita también al piso, con laterales que acompañaban nuestro colchón tamaño bebé. Y así, con pequeños muebles a la altura de sus necesidades es que fuimos armando su cuarto.

Hoy Facundo ya tiene dos años y medio. Heredó una cama grande y se emociona cada vez que se sube con ayuda de un banquito. Dice que ya no es bebé, que tiene colchón y sábanas nuevas y que su cama tiene rueditas para que la pueda mover. Eligió regalarle su cama chiquita a Bauti, su hermano, que recién está comenzando el proceso de gateo y ya podrá subir y bajar solo también. 

A veces se meten los dos en la “cama de bebés”. Montamos una carpa arriba con lucecitas y leemos libros, contamos historias o escuchamos música. A veces se suben los dos a la cama nueva o terminamos los tres metidos en mi cama.

Hoy, después de haber recorrido el camino, sé que no es simplemente “hacerlos dormir”. Es conectar, acunar, abrazar. Ser su nido, un lugar seguro, como lo fui durante 9 meses y como espero seguir siendo toda la vida.

Instagram: @belusalgado

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Sueños de Primavera

¿En qué pensamos cuando hablamos de la primavera? 

En Calm queremos mirarla desde otro lado, cambiar de perspectiva. Entonces nos preguntamos: ¿Por qué tenemos primavera?

Nos cuestionamos para entender, un poco más, con qué cosas o en qué momento nos sentimos en primavera.

Manifiesto.

Sueños de primavera.

Para poder florecer, primero se debe cultivar. Cuidar, nutrir, esperar. De eso trata la primavera. No solo de los colores, los aromas y los retoños, sino también del proceso. 

Siempre hablamos del destino, pero no mucho del camino, de cómo es que llegamos, a que nos aferramos en cada paso y que nos hizo, en principio, emprender el viaje.

Para ver florecer hay que confiar. En algo más grande, su propósito, su ritmo, su naturaleza. Adaptarse a sus cambios y reglas, no tener miedo cuando vemos cambiar de color, de piel, de forma. Porque en la transformación hay belleza, hay metamorfosis.

Hay que tener paciencia, pero también coraje, para ver en nuestro cultivo, el reflejo de nuestras intenciones. No solo se trata de ver florecer, sino de acompañar cada pasaje y su ritual. Y ahí es cuando nos acordamos por qué plantamos.

Al final, en el transcurso de la aventura, nos vemos distintos. Nos sentimos más livianos, como si hubiésemos esperado un año, para crecer. Descubrimos lo valioso del camino. La belleza de ver florecer nuestras intenciones.

Cultivamos un sueño, y ahora tenemos primavera.

Pero para tener todo eso, tenemos que tener verano, otoño e invierno. Lluvia, sol, tormenta y nubes. Porque más que colores, son estados.

La relación entre la primavera y la juventud

Este vínculo nace de una metáfora y es un tema recurrente en la literatura, la poesía y la cultura. 

La asociación entre estas dos cuestiones, se basa en la idea de que la primavera es una estación de renacimiento y renovación en la que la naturaleza renueva su ciclo de vida, las flores aparecen y los días se alargan. Esto se compara inevitablemente con la juventud, ya que es una etapa de la vida caracterizada por el crecimiento, la vitalidad y la energía renovada.

Pero desde Calm queremos repensar a la primavera como un estado, no una edad específica. Porque más allá de sus colores vividos y sus pimpollos, hay algo en la metamorfosis que alude a los cambios naturales por los que pasamos todxs, en cualquier año.

Podemos florecer mientras sigamos creciendo desde algún lugar, siempre vamos a tener la primavera cerca. 

Es cuestión de evolución, crecimiento, paciencia y coraje.

Hay momentos en los que nos sentimos florecer, en los que soñamos despiertos.

Juntando fuerzas para desplegar nuestros colores, para dar el primer paso, con impulso, hacía nuestro objetivo. 

Despertamos para seguir soñando. 

Soñamos para poder florecer.

¿Y a vos, qué te hace florecer?

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Parálisis del Sueño: entre la vigilia y el sueño

Desde Calm queremos brindar nuestro apoyo a las personas que experimentan un fenómeno cada vez más frecuente: la parálisis del sueño.

Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

En colaboración con la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, nos propusimos compartir información precisa y científicamente respaldada sobre la parálisis del sueño. Para poder ayudar a entender el trasfondo de este fenómeno y proveer estrategias que puedan ayudarlos a ustedes a manejarlo con mayor tranquilidad.

PROBLEMÁTICA

¿Qué es la parálisis del sueño?

La Parálisis del sueño se caracteriza por una alteración de las funciones motoras, perceptivas, emocionales y cognitivas. Podemos sentir una incapacidad para realizar movimientos, alucinaciones visuales, sensación de presión en el pecho o una presencia aterradora que nos acecha.

Esta condición nocturna es más habitual de lo que pensamos, y lo que sucede en concreto es que una sección del cerebro se despierta, mientras el cuerpo permanece momentáneamente sin movimiento.

¿Cómo sucede?

Durante la noche, nuestro cuerpo atraviesa un ciclo compuesto por cuatro fases de sueño.

La última de estas fases se denomina REM, que significa «Rapid Eye Movement» (movimiento rápido de los ojos) en español, y es durante esta fase que soñamos.

En el transcurso de la fase REM, el cerebro inhibe la actividad de los músculos, algo que
posiblemente adoptamos para evitar que nuestros movimientos mientras dormimos, se traduzcan en acciones físicas que puedan resultar en lesiones.

Pero, en ocasiones, y aún no sabemos exactamente por qué, la parte sensorial del cerebro se activa antes de tiempo, y da lugar a lo que se conoce como parálisis del sueño.

En el año 2011, el psicólogo clínico Brian Sharpless, llevó a cabo una revisión exhaustiva que hasta el momento es la más completa sobre la prevalencia de esta condición en las personas. (Fuente: Asociación Argentina de Medicina del Sueño)

Los resultados obtenidos por Sharpless revelaron una prevalencia de la parálisis del sueño mucho mayor de lo que se creía. Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

Desde Calm, habiendo investigado este fenómeno, con la ayuda de La Asociación Argentina de Medicina del Sueño, les traemos:

5 consejos útiles para tratar la parálisis del sueño

1. Intentar mantener la calma: la parálisis del sueño es temporal y no peligrosa.
Para poder reducir la ansiedad que nos genera el momento, mantengamos la calma.

2. Respiración profunda: practicá unas respiraciones profundas y lentas para relajar cuerpo y mente. Vas a sentir que los pensamientos se despejan y baja tu ansiedad.

3. Enfoca la atención: probá mover un dedo o alguna parte del cuerpo, respirando lentamente, con control.

4. Visualizá algo que te relaje: imaginate en un lugar tranquilo y seguro. De esta manera, vas a poder reducir la sensación de parálisis.

5. Establece un horario de sueño: probá mantener un horario de sueño regular y evitá contenido estimulante antes de dormir, para prevenir episodios.

En CALM consideramos que la educación es esencial al momento de abordar los desafíos relacionados con el sueño. Al proporcionar información actualizada y consejos, creemos que podemos impactar en el bienestar de nuestra comunidad.

Recordá que nuestras recomendaciones pueden ayudarte a enfrentar la parálisis del sueño con más calma y preparación, pero siempre es recomendable buscar atención médica si tenés preocupaciones persistentes.

En una entrevista con Marcos Apud, psicólogo y biohacker, descubrimos un consejo que nos encantó:

¨Si nosotros hacemos una práctica por 20 minutos de poner las plantas de los pies y las palmas de las manos en el pasto, en la tierra o en la arena, vamos a empezar a sentir un montón de efectos – especialmente con la práctica prolongada de esta acción -, como por ejemplo dormir mejor durante la noche, activar los niveles de serotonina – la hormona que permite sentirnos felices y en bienestar -, vamos a cicatrizar mejor algún tipo de herida, podremos regular las hormonas, entre muchos otros beneficios.
Es una práctica maravillosa que contribuye a disminuir las posibilidades de experimentar la parálisis del sueño.
¨🌱✨

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Los olores: un camino hacia una memoria más clara

Desde Calm siempre estamos buscando mejorar la calidad del sueño y el bienestar de las personas, y en el proceso de investigar nuevas oportunidades, nos topamos con un estudio publicado en la Revista Science, el cual habla de la posibilidad de que si olemos un aroma en el momento en el que estudiamos, y lo volvemos a oler cuando dormimos, nuestro cerebro podría asociar la información con el aroma en cuestión, ayudando a que a través del sueño fijemos conocimientos.

Y casualmente fin de año es una época estresante para cualquier universitario, llegan las entregas y las noches sin dormir, por ende nos pareció el momento indicado para comprobar si esta teoría es real o no. El objetivo es ayudarlos a estudiar sin perder el descanso, con herramientas fáciles que se pueden fabricar en casa.

Vale aclarar que descansar bien es un factor muy importante para tener niveles de atención alto y la energía necesaria para poder absorber conocimientos. Así que estaríamos aportando en ambas causas, mejorar sus noches de sueño y su rendimiento académico.

Entonces lo hicimos, recorrimos varias universidades de la ciudad para regalarles su próximo aliado del estudio (y el sueño), un humidificador.

¿Qué es y cómo se usa un humidificador?

Este dispositivo te permitirá activar aromas específicos para usar durante y después de una noche de estudio o lectura. Les contamos paso a paso cómo usar su humidificador para fijar conocimientos a través del sueño:

Paso 1) Cargar el dispositivo con agua y luego agregar gotitas de la fragancia que más te guste.

Paso 2) Encenderlo cuando comiencen tus sesiones de estudio.

Paso 3) Apagarlo cuando hayan concluido.

Paso 4) Volver a encenderlo para dormir.

La ciencia detrás de los aromas y la memoria

Hay varios estudios que respaldan que los olores pueden tener un impacto significativo en nuestra memoria. Existe otro realizado por la Universidad de Humboldt en Berlín en 2021 (Odor-enhanced episodic memory: A double-blind, placebo-controlled, within-subject design) reveló que los olores pueden ayudarnos a recordar momentos específicos. Durante este estudio, los participantes fueron expuestos a diferentes fragancias mientras visualizaban imágenes de objetos cotidianos. Más tarde, se les pidió que recordaran esas imágenes. Los resultados fueron increíbles: aquellos que habían estado expuestos a los olores tenían una mayor probabilidad de recordar las imágenes que los que no.

Además, otro estudio realizado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lübeck en 2007 (Olfactory cues during sleep improve object memory) descubrió que los olores percibidos durante el sueño pueden potenciar la capacidad de recordar. Durante esta investigación, los participantes fueron expuestos a fragancias tanto antes como durante el sueño. Luego, se les pidió que recordaran objetos que habían visto previamente. Los resultados hablan por sí mismos: aquellos que habían experimentado los olores tenían una mayor probabilidad de recordar los objetos con precisión.

Desde el equipo de los sueños, queremos seguir explorando formas de potenciar tu calidad de sueño, y así tengas la energía necesaria para lograr todo lo que te propongas.

Vos ¿Te animarías a probar este experimento?

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Dolor de cuello después de dormir: ¿cómo evitarlo?

Todos sabemos lo que es estar un día entero con el cuello duro, y no se lo desearíamos ni a nuestro peor enemigo. 

Si te ves en esta situación bastante seguido, puede que tu cuerpo te esté diciendo algo. Y es hora de escucharlo. Factores como la posición en la que dormimos, o la postura en la que pasamos la mayor parte del día, pueden ser la causa de ese dolor de cuello tan molesto y restrictivo. 

A veces, un simple estiramiento diario o un cambio de almohada pueden ayudarte a combatirlo. Por eso, en este artículo te vamos a contar las razones por las cuales puede aparecer el dolor de cuello y las mejores formas de evitarlo.

¿Por qué nos duele el cuello al levantarnos?

Si tenemos en cuenta la cantidad de horas que pasamos por día viendo pantallas, en general mal posicionadas, es casi un milagro que no nos duela el cuello.

Una de las principales causas de dolor o rigidez en esta parte del cuerpo es justamente la mala posición que tenemos durante el transcurso del día. Sin darnos cuenta, podemos estar forzando o tensionando músculos que a la larga pasan factura. 

Pero si hablamos de amanecer con dolor, deberíamos pensar en la raíz del problema: las horas de sueño previas a despertar. La postura en la que dormimos también juega un papel fundamental en este asunto, y puede definir si amanecemos relajados y descansados o, por el contrario, con dolor y molestias.

Por último, es probable que tanto tu almohada como tu colchón no te estén dando el soporte que necesitás durante la noche.

Nada peor para un buen descanso que una almohada vieja y hundida, o un colchón que ya no puede soportar el peso de tu cuerpo. 

¿Cómo evitar el dolor de cuello?
Ejercicios para fortalecer

Si sentís que tu postura durante el día no es la ideal, lo más recomendable es hacer ejercicios que fortalezcan sobre todo los músculos de la espalda y del cuello.

Ya sea que tomes clases de yoga durante la semana, o que realices alguna rutina de las que abundan en plataformas digitales (siempre que sean de fuentes confiables), tus músculos van a estar distendidos y relajados, evitando así la molesta rigidez de cuello y los dolores que trae aparejados.

Posiciones para dormir

En cuanto a las posturas para dormir, lo más recomendable es hacerlo de costado y boca arriba, siempre asegurándote de mantener la columna alineada con cuello y cabeza, formando una línea recta.

Quienes duermen boca abajo encuentran más difícil lograr esta postura, y en cambio suelen contorsionar el cuello más de lo deseable, tensando sus músculos durante varias horas. 

Lo importante es que las partes de nuestro cuerpo queden bien sostenidas por el colchón y la almohada, sin recibir demasiada presión y con los músculos más bien relajados. 

Tener el mejor equipo

Finalmente, es super importante elegir con criterio el colchón y la almohada en la que dormimos, teniendo en cuenta nuestras preferencias y la posición en la que descansamos mejor. Para evitar el dolor de cuello, el colchón no tiene que ser ni muy duro ni muy blando.

En Calm desarrollamos el colchón con el punto justo de firmeza, para que tu cuerpo tenga el soporte necesario y te sientas como en una nube.

Por su parte, la almohada debería tener la altura correcta para que tu cabeza no quede inclinada hacia abajo ni hacia arriba.

En este sentido, la firmeza también juega un papel central. Según tus preferencias y la altura que busques, podés ir por una alternativa más mullida, como la almohada de vellón, o por una viscoelástica, que sea un poco más firme y se adapte a tu cuello.

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¿Cuántas horas de sueño necesitamos?

Estás a punto de acostarte, agarrás el celular para poner la alarma y tu celular se encarga de decirte muy gentilmente que vas a dormir menos de 5 horas. Pensás cuántas horas son necesarias para alcanzar un descanso aceptable y seguir siendo funcional al día siguiente.

Para tomar buenas decisiones hay que tener información. Por eso, hoy te contamos cuántas horas de sueño necesitamos realmente para dormir bien y lograr un sueño profundo. De esta forma, vas a poder organizarte y dejar de negociar lo innegociable: tu descanso.

Horas ideales de sueño según tu edad

El criterio más difundido, estudiado y confiable para definir cuántas horas de sueño necesitamos es el rango de edad. El sueño de un bebé no puede compararse con la cantidad de horas que necesita un adulto para descansar apropiadamente. 

Empezando por los más grandes, un adulto sano necesita al menos siete horas de sueño por noche, sin sobrepasar las 10 horas. Y este parámetro aplica para toda persona mayor de 18 años. Por su parte, los niños pequeños (6 a 12 años) deberían dormir entre 9 y 12 horas, mientras que para adolescentes (12 a 18 años) el tiempo ideal de sueño es entre 8 y 10 horas.

Los bebés recién nacidos son quienes más duermen, con un rango que va de las 12 a las 16 horas por día, y los niños de 1 a 2 años no deberían descansar más de 14 ni menos de 12 horas.

Estas son cantidades estimadas basadas en diversos estudios científicos pero esto no quiere decir que cierta flexibilidad (durmiendo 1 hora más o 1 hora menos según el caso) no sea posible, siempre teniendo en cuenta las circunstancias de cada persona.

El tiempo no lo es todo

Para entender verdaderamente cuánto deberías dormir, tené en cuenta además tu estado de salud integral (¿tenés insomnio o alguna dolencia particular?), las actividades que ocupan tu día a día y tus patrones de sueño. Si hacés mucho ejercicio físico o tu trabajo es muy demandante, es posible que necesites dormir más horas que otras personas

Queremos dejar esto en claro: cantidad no siempre es sinónimo de calidad, por lo que siempre recomendamos cuidar la higiene del sueño. Intentá mantener horarios similares todos los días para acostarte y levantarte,y lo ideal es no ver pantallas 1 hora antes de dormir ni tomar cafeína o gaseosas.

Siguiendo estos consejos (en la medida de lo posible) seguramente puedas entender e incorporar la cantidad de horas apropiadas para tu mejor y más profundo descanso.

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¿Cómo dormir la siesta perfecta?

¿Cuando llega la tarde te agarra un cansancio indomable que te impide concentrarte en tus tareas? ¿Sentís que un café o un mate no alcanzan para darte ese plus de energía que necesitás para llegar entero al final del día? Entonces una siesta puede ser lo que necesitás. 

Hay estudios científicos que comprueban que dormir la siesta tiene varios beneficios para nuestra salud: puede prevenir cardiopatías, reducir la presión alta, favorece la concentración y estimula la creatividad. Sin ir más lejos, el 98,5% de los argentinos (encuestados por Calm) dijo dormir la siesta en algún momento de su vida cotidiana, aprovechando así las ventajas de una buena siesta.

Pero no todos la duermen de la misma forma, ni buscan lo mismo al tomar una siesta. En esta nota te contamos sobre los distintos tipos de siesta, sus características y sus beneficios.

¿Cuánto debe durar una siesta?

Como regla general, tiene que durar lo suficiente como para ayudarte a recargar energías y mejorar tu humor y tu concentración, pero sin extenderse hasta el punto del embotamiento y una sensación de cansancio y confusión (que todos conocemos). 

Hay varios tipos de siesta, pero vamos a concentrarnos en 2 específicamente:

PowerNaps

Su duración es de entre 20 y 30 minutos. Ayuda a reponer energía, mejora el rendimiento y aumenta la productividad. 

Un upgrade que podés implementar si ya tenés incorporado este tipo de siestas es el de tomar una taza de café antes de entregarte a este sueño breve pero efectivo.

La cafeína tarda en promedio 20 minutos en hacer efecto en nuestro cuerpo. De esta forma, cuando te despiertes vas a aprovechar los resultados de la siesta sumados al subidón de la cafeína: es un win, win.

Siesta de recuperación

Su duración promedio es de 90 minutos, y es de hecho la que practican la mayoría de los argentinos. Su función es reponer las horas de sueño que faltaron durante la noche anterior, o compensar las que van a hacer falta la noche siguiente.

Pros y contras de una siesta

Tomar una siesta tiene muchos beneficios para nuestro bienestar emocional y físico. Como ya te contamos, nos ayuda a desconectar, tomar distancia de situaciones estresantes, reponer energía y equilibrar nuestras emociones. Es un antídoto infalible contra la fatiga, y ayuda incluso a mejorar la memoria.

Pero no todo es color de rosas. A algunas personas, una siesta puede dejarlas confundidas, más cansadas que antes e irritables.

A su vez, este descanso vespertino puede afectar nuestra higiene del sueño, potenciando un insomnio ya presente o haciendo que se vuelva más difícil el lograr dormir durante la noche.

Para evitar el lado negativo que puede llegar a tener una siesta, y/o potenciar sus ventajas, recomendamos siempre poner una alarma antes de tomarla. De esta forma, ya sabemos de antemano cuánto va a durar y no corremos el riesgo de levantarnos a la 4 horas sin saber siquiera dónde estamos.

El horario en el que dormimos también puede ayudarnos a dominar la siesta: el horario ideal es temprano en la tarde, después del almuerzo cuando toda nuestra energía va destinada a la digestión y nos empieza a agarrar la famosa modorra. 

Y ya sea que duermas la clásica siesta de hora y media o estés incursionando en la famosa power nap, nada mejor que hacerlo en un colchón cómodo y de calidad, que te de el mejor soporte y que al mismo tiempo te envuelva como una nube.