Publicado el

¿Cómo crear Días Soñados?

Alguna vez se preguntaron ¿Cuántas horas soñamos en nuestra vida? o ¿Qué son los sueños? ¿Y su significado?

En Calm somos fanáticos de todo lo que tenga que ver con dormir, y en esta nota, van a poder descubrir lo que investigamos, detectamos y desciframos, sobre los efectos que tienen los sueños en nuestro día a día y cómo se relacionan directamente con el descanso.

En más de 50,000 horas dedicadas a soñar a lo largo de nuestra vida, exploramos mundos llenos de imágenes, emociones y pensamientos. Los sueños. Esa actividad mental en la que nos sumergimos todos los días, conectando con lo más profundo de cada uno.

Podemos recordar lo que sucede dentro de estos, pero no es algo tan usual, levantarnos rápidamente o escribir el sueño en cuestión, ayuda a retener la información. Incluso puede ocurrir que lo que vemos o sentimos dentro de este, nos trae de nuevo al mundo real, casi de un tirón, dejándonos todavía latentes imágenes o situaciones.

Explorar las fronteras entre la realidad y el sueño, fue el objetivo de muchos, que aún se encuentran sin respuestas concretas. Pero lo que sí se sabe es que existe un conector, un umbral o un pasaje que deja sus destellos. Mensajes que parecen llegar desde el más allá, producto de nuestras propias mentes, que recrean universos una y otra vez. Nos ayudan a vincularnos desde un lugar más introspectivo. Creando un portal entre tu inconsciente y vos.

Calm y el mundo de los sueños

«Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.» Salvador Dalí

“¿Existe una diferencia entre el soñar y los sueños?” (Jones, 1970)

Uno es el acto y el proceso, y el otro el contenido y el producto. 

El acto es fisiológico, el contenido es psicológico.

En nuestra cultura existe la creencia del poder “mágico” de dormir, y sobre todo los sueños.

Solemos apoyarnos en la idea de que descansar nos va a permitir “ver las cosas con más claridad”. Por ejemplo, cuando tenemos una decisión importante que tomar, nos vamos a dormir, esperando que durante la noche aparezca la solución. 

Pero, ¿Por qué pasa esto? La respuesta está en que las distintas acciones que vemos al estar inconscientes suelen ir acompañadas de estados emocionales fuertes (alegría, tristeza, miedo, asco, ira) Es decir que las respuestas están ahí, quizás no en un formato tan literal, sino en un plano sentimental, solo hay que darle forma al despertar.

En nuestra constante búsqueda para mejorar el descanso, tenemos la necesidad de explorar este universo y, en el proceso, reafirmar la importancia del descanso para nuestra salud mental y emocional. 

 

Entonces, ¿Qué son los sueños?

Hablemos de lo que sí se conoce sobre nuestra vida onírica (perteneciente o relativo a los sueños). Esta no solo es vital a nivel psicológico, sino también en el aspecto biológico. Y, a partir de diversos estudios, se descubrió la importancia del sueño en la consolidación de la memoria, el aprendizaje y la salud emocional. Pero fue Freud el gran descubridor de la capacidad terapéutica de los sueños.

¿Qué significa esto? Que mientras dormimos podemos fijar información que adquirimos en el día, procesar lo que sentimos y hasta llegar a conclusiones de las que luego, quedarán pequeños destellos poco nítidos. 

Por ejemplo, hay días en los que atravesamos momentos de estrés, quizás un examen importante, un proyecto en el trabajo o una decisión importante que inevitablemente tenemos que tomar. Nos atormentan nuestras propias ideas, y no encontramos tener la seguridad o la solución en el momento, por ende nos refugiamos en que lo correcto nos va a encontrar, descansando, en el mundo de los sueños, como una señal que llega para desbloquear el problema o conflicto.

Por ende, en esas horas en las que nos encontramos inconscientes, el cerebro tiene funciones reparadoras, al contrario de las creencias anteriores que pensaban que simplemente servía para descansar y estar con mayor productividad al otro día.

La noche nos dibuja mensajes, ¿por qué no aprovecharlos?

El universo de los sueños no solo es un refugio en el que nos adentramos inevitablemente, sino que también se convierte en un portal hacia nuestra propia creatividad e introspección. Entonces, aprovechemos la noche, para conectar y procesar lo que sentimos y descubrir nuevos mundos internos.

En Calm creemos que todos los días nos acercamos un poco más a la realización de nuestras metas y que, encontrar el equilibrio entre la realidad que vivimos y los sueños que creamos, nos ayuda a transformar cada día en una oportunidad para vivir plenamente.

Por eso, en cada sueño, en cada despertar, conectemos con la realidad y la fantasía para crear días soñados.

Publicado el

Parálisis del Sueño: entre la vigilia y el sueño

Desde Calm queremos brindar nuestro apoyo a las personas que experimentan un fenómeno cada vez más frecuente: la parálisis del sueño.

Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

En colaboración con la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, nos propusimos compartir información precisa y científicamente respaldada sobre la parálisis del sueño. Para poder ayudar a entender el trasfondo de este fenómeno y proveer estrategias que puedan ayudarlos a ustedes a manejarlo con mayor tranquilidad.

PROBLEMÁTICA

¿Qué es la parálisis del sueño?

La Parálisis del sueño se caracteriza por una alteración de las funciones motoras, perceptivas, emocionales y cognitivas. Podemos sentir una incapacidad para realizar movimientos, alucinaciones visuales, sensación de presión en el pecho o una presencia aterradora que nos acecha.

Esta condición nocturna es más habitual de lo que pensamos, y lo que sucede en concreto es que una sección del cerebro se despierta, mientras el cuerpo permanece momentáneamente sin movimiento.

¿Cómo sucede?

Durante la noche, nuestro cuerpo atraviesa un ciclo compuesto por cuatro fases de sueño.

La última de estas fases se denomina REM, que significa «Rapid Eye Movement» (movimiento rápido de los ojos) en español, y es durante esta fase que soñamos.

En el transcurso de la fase REM, el cerebro inhibe la actividad de los músculos, algo que
posiblemente adoptamos para evitar que nuestros movimientos mientras dormimos, se traduzcan en acciones físicas que puedan resultar en lesiones.

Pero, en ocasiones, y aún no sabemos exactamente por qué, la parte sensorial del cerebro se activa antes de tiempo, y da lugar a lo que se conoce como parálisis del sueño.

En el año 2011, el psicólogo clínico Brian Sharpless, llevó a cabo una revisión exhaustiva
que hasta el momento es la más completa sobre la prevalencia de esta condición en las
personas. (Fuente: Asociación Argentina de Medicina del Sueño)

Los resultados obtenidos por Sharpless revelaron una prevalencia de la parálisis del sueño
mucho mayor de lo que se creía. Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

Desde Calm, habiendo investigado este fenómeno, con la ayuda de La Asociación Argentina de Medicina del Sueño, les traemos:

5 consejos útiles para tratar la parálisis del sueño

1. Intentar mantener la calma: la parálisis del sueño es temporal y no peligrosa.
Para poder reducir la ansiedad que nos genera el momento, mantengamos la calma.

2. Respiración profunda: practicá unas respiraciones profundas y lentas para relajar cuerpo y mente. Vas a sentir que los pensamientos se despejan y baja tu ansiedad.

3. Enfoca la atención: probá mover un dedo o alguna parte del cuerpo, respirando lentamente, con control.

4. Visualizá algo que te relaje: imaginate en un lugar tranquilo y seguro. De esta manera, vas a poder reducir la sensación de parálisis.

5. Establece un horario de sueño: probá mantener un horario de sueño regular y evitá contenido estimulante antes de dormir, para prevenir episodios.

En CALM consideramos que la educación es esencial al momento de abordar los desafíos relacionados con el sueño. Al proporcionar información actualizada y consejos, creemos que podemos impactar en el bienestar de nuestra comunidad.

Recordá que nuestras recomendaciones pueden ayudarte a enfrentar la parálisis del sueño con más calma y preparación, pero siempre es recomendable buscar atención médica si tenés preocupaciones persistentes.

En una entrevista con Marcos Apud, psicólogo y biohacker, descubrimos un consejo que nos encantó:

¨Si nosotros hacemos una práctica por 20 minutos de poner las plantas de los pies y las palmas de las manos en el pasto, en la tierra o en la arena, vamos a empezar a sentir un montón de efectos – especialmente con la práctica prolongada de esta acción -, como por ejemplo dormir mejor durante la noche, activar los niveles de serotonina – la hormona que permite sentirnos felices y en bienestar -, vamos a cicatrizar mejor algún tipo de herida, podremos regular las hormonas, entre muchos otros beneficios.
Es una práctica maravillosa que contribuye a disminuir las posibilidades de experimentar la parálisis del sueño.
¨🌱✨

Publicado el

Los Olores: Un Camino hacia una memoria más clara

Desde Calm siempre estamos buscando mejorar la calidad del sueño y el bienestar de las personas, y en el proceso de investigar nuevas oportunidades, nos topamos con un estudio publicado en la Revista Science, el cual habla de la posibilidad de que si olemos un aroma en el momento en el que estudiamos, y lo volvemos a oler cuando dormimos, nuestro cerebro podría asociar la información con el aroma en cuestión, ayudando a que a través del sueño fijemos conocimientos.

Y casualmente fin de año es una época estresante para cualquier universitario, llegan las entregas y las noches sin dormir, por ende nos pareció el momento indicado para comprobar si esta teoría es real o no. El objetivo es ayudarlos a estudiar sin perder el descanso, con herramientas fáciles que se pueden fabricar en casa.

Vale aclarar que descansar bien es un factor muy importante para tener niveles de atención alto y la energía necesaria para poder absorber conocimientos. Así que estaríamos aportando en ambas causas, mejorar sus noches de sueño y su rendimiento académico.

Entonces lo hicimos, recorrimos varias universidades de la ciudad para regalarles su próximo aliado del estudio (y el sueño), un humidificador.

¿Qué es y cómo se usa un humidificador?

Este dispositivo te permitirá activar aromas específicos para usar durante y después de una noche de estudio o lectura. Les contamos paso a paso cómo usar su humidificador para fijar conocimientos a través del sueño:

Paso 1) Cargar el dispositivo con agua y luego agregar gotitas de la fragancia que más te guste.

Paso 2) Encenderlo cuando comiencen tus sesiones de estudio.

Paso 3) Apagarlo cuando hayan concluido.

Paso 4) Volver a encenderlo para dormir.

La ciencia detrás de los aromas y la memoria

Hay varios estudios que respaldan que los olores pueden tener un impacto significativo en nuestra memoria. Existe otro realizado por la Universidad de Humboldt en Berlín en 2021 (Odor-enhanced episodic memory: A double-blind, placebo-controlled, within-subject design) reveló que los olores pueden ayudarnos a recordar momentos específicos. Durante este estudio, los participantes fueron expuestos a diferentes fragancias mientras visualizaban imágenes de objetos cotidianos. Más tarde, se les pidió que recordaran esas imágenes. Los resultados fueron increíbles: aquellos que habían estado expuestos a los olores tenían una mayor probabilidad de recordar las imágenes que los que no.

Además, otro estudio realizado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lübeck en 2007 (Olfactory cues during sleep improve object memory) descubrió que los olores percibidos durante el sueño pueden potenciar la capacidad de recordar. Durante esta investigación, los participantes fueron expuestos a fragancias tanto antes como durante el sueño. Luego, se les pidió que recordaran objetos que habían visto previamente. Los resultados hablan por sí mismos: aquellos que habían experimentado los olores tenían una mayor probabilidad de recordar los objetos con precisión.

Desde el equipo de los sueños, queremos seguir explorando formas de potenciar tu calidad de sueño, y así tengas la energía necesaria para lograr todo lo que te propongas.

Vos ¿Te animarías a probar este experimento?

Publicado el

Dolor de cuello después de dormir: ¿cómo evitarlo?

Todos sabemos lo que es estar un día entero con el cuello duro, y no se lo desearíamos ni a nuestro peor enemigo. 

Si te ves en esta situación bastante seguido, puede que tu cuerpo te esté diciendo algo. Y es hora de escucharlo. Factores como la posición en la que dormimos, o la postura en la que pasamos la mayor parte del día, pueden ser la causa de ese dolor de cuello tan molesto y restrictivo. 

A veces, un simple estiramiento diario o un cambio de almohada pueden ayudarte a combatirlo. Por eso, en este artículo te vamos a contar las razones por las cuales puede aparecer el dolor de cuello y las mejores formas de evitarlo.

¿Por qué nos duele el cuello al levantarnos?

Si tenemos en cuenta la cantidad de horas que pasamos por día viendo pantallas, en general mal posicionadas, es casi un milagro que no nos duela el cuello.

Una de las principales causas de dolor o rigidez en esta parte del cuerpo es justamente la mala posición que tenemos durante el transcurso del día. Sin darnos cuenta, podemos estar forzando o tensionando músculos que a la larga pasan factura. 

Pero si hablamos de amanecer con dolor, deberíamos pensar en la raíz del problema: las horas de sueño previas a despertar. La postura en la que dormimos también juega un papel fundamental en este asunto, y puede definir si amanecemos relajados y descansados o, por el contrario, con dolor y molestias.

Por último, es probable que tanto tu almohada como tu colchón no te estén dando el soporte que necesitás durante la noche.

Nada peor para un buen descanso que una almohada vieja y hundida, o un colchón que ya no puede soportar el peso de tu cuerpo. 

¿Cómo evitar el dolor de cuello?
Ejercicios para fortalecer

Si sentís que tu postura durante el día no es la ideal, lo más recomendable es hacer ejercicios que fortalezcan sobre todo los músculos de la espalda y del cuello.

Ya sea que tomes clases de yoga durante la semana, o que realices alguna rutina de las que abundan en plataformas digitales (siempre que sean de fuentes confiables), tus músculos van a estar distendidos y relajados, evitando así la molesta rigidez de cuello y los dolores que trae aparejados.

Posiciones para dormir

En cuanto a las posturas para dormir, lo más recomendable es hacerlo de costado y boca arriba, siempre asegurándote de mantener la columna alineada con cuello y cabeza, formando una línea recta.

Quienes duermen boca abajo encuentran más difícil lograr esta postura, y en cambio suelen contorsionar el cuello más de lo deseable, tensando sus músculos durante varias horas. 

Lo importante es que las partes de nuestro cuerpo queden bien sostenidas por el colchón y la almohada, sin recibir demasiada presión y con los músculos más bien relajados. 

Tener el mejor equipo

Finalmente, es super importante elegir con criterio el colchón y la almohada en la que dormimos, teniendo en cuenta nuestras preferencias y la posición en la que descansamos mejor. Para evitar el dolor de cuello, el colchón no tiene que ser ni muy duro ni muy blando.

En Calm desarrollamos el colchón con el punto justo de firmeza, para que tu cuerpo tenga el soporte necesario y te sientas como en una nube.

Por su parte, la almohada debería tener la altura correcta para que tu cabeza no quede inclinada hacia abajo ni hacia arriba.

En este sentido, la firmeza también juega un papel central. Según tus preferencias y la altura que busques, podés ir por una alternativa más mullida, como la almohada de vellón, o por una viscoelástica, que sea un poco más firme y se adapte a tu cuello.

Publicado el

Almohadas: La mejor según tu posición para dormir

Nadie duda de los increíbles beneficios que trae una buena noche de descanso: nos levantamos frescos como una lechuga, tenemos energía durante todo el día y lo atravesamos con buen humor. Y no termina ahí, porque dormir bien todas las noches tiene un gran impacto en nuestra salud, tanto física como emocional.

Pero alcanzar esas benditas 8 horas de sueño, como ya sabemos, no es tarea fácil. Muchísimos factores, tanto internos como externos, entran en juego y pueden ir en contra de un buen descanso. 

Hoy te vamos a contar, entonces, cuál es la almohada ideal para dormir como un bebé y ganar el primer premio al mejor descansado.

Elijan sus posiciones

El mundo se divide entre quienes duermen de costado y quienes duermen boca arriba. Aunque no hay que olvidar a quienes extrañamente prefieren dormir boca abajo, o quienes varían su posición cada noche.

La cuestión no es tan sencilla como parece: hay varias posiciones en las que los seres humanos dormimos, y por ende no podemos hablar de LA almohada ideal para todo el mundo. Por eso, organizamos las posiciones en tres grandes grupos.

Quienes duermen boca arriba

Si estás dentro de este grupo, estás un paso más cerca del descanso perfecto, ya que es la mejor posición según los expertos. Dado que el peso de tu cuerpo queda bien distribuido y ninguna parte recibe presión extra, los factores a tener en cuenta son relativamente pocos. 

Lo primordial es que tanto tu cabeza como tu cuello estén apoyados sobre la almohada, aunque no es necesario que los hombros lo estén.

Para esto, necesitás una almohada firme que se adapte a la forma de tu cuerpo (idealmente viscoelástica), y que tenga una altura media. Si es muy alta, tu columna ya no queda en línea recta con la cabeza y es más probable que tengas dolor de cuello al levantarte. Lo mismo sucede si la almohada es muy baja o está hundida por el uso.

Quienes duermen de costado

La alineación de la columna y el cuello se vuelve un poco más compleja en esta posición. Aunque se resuelve muy fácilmente: para que queden formando una recta, vas a necesitar una almohada un poco más alta y probablemente mullida. En caso de ser viscoelástica, asegurate de que tenga la altura necesaria para tu cuerpo.


En esta posición, tanto tus hombros como rodillas reciben un poco más de presión. La altura adecuada de la almohada ya resuelve la cuestión de los hombros.

Quienes duermen boca abajo

Siguiendo la lógica de las otras dos posiciones, parecería que para lograr una alineación perfecta entre cuello y espalda, durmiendo boca abajo no se necesitan almohadas. Pero no es necesariamente así. 

Para quienes duermen boca abajo, recomendamos almohadas que sean bajas y respirables. Lo ideal es colocar una almohada fina debajo de la cabeza y el hombro (que no esté en contacto con los hombros) y otra almohada debajo de la pelvis. Así, vas a evitar los dolores de ciático, de espaldas y de cuello. 

Hay almohadas para todos

Ahora ya sabés que tu almohada ideal va a depender de la posición en la que duermas. Factores como la altura, la firmeza, el material del que está hecha, e incluso la respirabilidad son claves a la hora de alcanzar el tan preciado descanso. Cuanto más cómodo te sientas con tu almohada, te va a resultar más fácil dormir y alcanzar el ciclo completo de sueño.

Publicado el

¿Cómo dormir la siesta perfecta?

¿Cuando llega la tarde te agarra un cansancio indomable que te impide concentrarte en tus tareas? ¿Sentís que un café o un mate no alcanzan para darte ese plus de energía que necesitás para llegar entero al final del día? Entonces una siesta puede ser lo que necesitás. 

Hay estudios científicos que comprueban que dormir la siesta tiene varios beneficios para nuestra salud: puede prevenir cardiopatías, reducir la presión alta, favorece la concentración y estimula la creatividad. Sin ir más lejos, el 98,5% de los argentinos (encuestados por Calm) dijo dormir la siesta en algún momento de su vida cotidiana, aprovechando así las ventajas de una buena siesta.

Pero no todos la duermen de la misma forma, ni buscan lo mismo al tomar una siesta. En esta nota te contamos sobre los distintos tipos de siesta, sus características y sus beneficios.

¿Cuánto debe durar una siesta?

Como regla general, tiene que durar lo suficiente como para ayudarte a recargar energías y mejorar tu humor y tu concentración, pero sin extenderse hasta el punto del embotamiento y una sensación de cansancio y confusión (que todos conocemos). 

Hay varios tipos de siesta, pero vamos a concentrarnos en 2 específicamente:

PowerNaps

Su duración es de entre 20 y 30 minutos. Ayuda a reponer energía, mejora el rendimiento y aumenta la productividad. 

Un upgrade que podés implementar si ya tenés incorporado este tipo de siestas es el de tomar una taza de café antes de entregarte a este sueño breve pero efectivo.

La cafeína tarda en promedio 20 minutos en hacer efecto en nuestro cuerpo. De esta forma, cuando te despiertes vas a aprovechar los resultados de la siesta sumados al subidón de la cafeína: es un win, win.

Siesta de recuperación

Su duración promedio es de 90 minutos, y es de hecho la que practican la mayoría de los argentinos. Su función es reponer las horas de sueño que faltaron durante la noche anterior, o compensar las que van a hacer falta la noche siguiente.

Pros y contras de una siesta

Tomar una siesta tiene muchos beneficios para nuestro bienestar emocional y físico. Como ya te contamos, nos ayuda a desconectar, tomar distancia de situaciones estresantes, reponer energía y equilibrar nuestras emociones. Es un antídoto infalible contra la fatiga, y ayuda incluso a mejorar la memoria.

Pero no todo es color de rosas. A algunas personas, una siesta puede dejarlas confundidas, más cansadas que antes e irritables.

A su vez, este descanso vespertino puede afectar nuestra higiene del sueño, potenciando un insomnio ya presente o haciendo que se vuelva más difícil el lograr dormir durante la noche.

Para evitar el lado negativo que puede llegar a tener una siesta, y/o potenciar sus ventajas, recomendamos siempre poner una alarma antes de tomarla. De esta forma, ya sabemos de antemano cuánto va a durar y no corremos el riesgo de levantarnos a la 4 horas sin saber siquiera dónde estamos.

El horario en el que dormimos también puede ayudarnos a dominar la siesta: el horario ideal es temprano en la tarde, después del almuerzo cuando toda nuestra energía va destinada a la digestión y nos empieza a agarrar la famosa modorra. 

Y ya sea que duermas la clásica siesta de hora y media o estés incursionando en la famosa power nap, nada mejor que hacerlo en un colchón cómodo y de calidad, que te de el mejor soporte y que al mismo tiempo te envuelva como una nube.

 

Publicado el

¿Por qué me duermo en todos lados? Consejos para evitarlo

¿Cuántas veces por semana te encontrás quedándote dormido en la oficina, rogando que se haga la hora de irte a tu casa?

Una vez cada tanto no es grave: una cena con amigos puede extenderse más de lo esperado, puede que te hayas quedado hasta la madrugada maratoneando esa serie que tanto te gusta.

El problema aparece cuando esto te pasa regularmente, afectando tu calidad de vida y tu desempeño en el trabajo. Ahí empiezan las llegadas tarde, la irritabilidad que puede acompañarte durante todo el día, la necesidad de café o mate cada 2 horas, entre tantas otras desventajas.

Para evitar todo esto y sentirte bien y a gusto en el trabajo, pudiendo disfrutar además de tu tiempo libre y de tu vida social o familiar (o la soledad, ¿por qué no?), te ayudamos con los siguientes consejos.

Empezá por lo más fácil o divertido

¿Quién llega al trabajo con las energías y la concentración al 100%?

Si sos de esos privilegiados, puede que este consejo no aplique. Pero en general, las primeras horas de trabajo son las más difíciles. Hacete el favor de arrancar con las tareas simples y que demanden menos esfuerzo, para darlo todo más adelante, en tu momento de mayor lucidez y energía.

Tomá agüita

No alcanza con un vaso de coca o con 1 litro de mate. Agua es agua, y hay que tomar alrededor de 2 litros por día para mantenernos hidratados durante el día. Consejo: llevate tu propia botella, idealmente de 700ml o 1 litro y tenela siempre llena.

Recargá las baterías

Cada cual tiene su método, pero te contamos distintas técnicas para darte un subidón de energía.

  • Podés mojarte la cara y el cuello con agua muy fría, salir a dar una vuelta a la manzana o cortar por 10 o 15 minutos.
  • Otros métodos alternativos pueden ser oler aromas vigorizantes (aceites esenciales o perfumes) como la menta, los cítricos, el jengibre o el eucalipto, o tomarte un ratito para charlar con algún compañero y despejar tu cabeza.
  • Un café o un mate van a ayudarte a estar más despierto y lúcido, pero no asegurate de no abusar de ellos y alternar su consumo con otros métodos. Y volviendo al primer consejo, tomá mucha agua: los estimulantes que contienen mateína o cafeína tienden a deshidratarnos.

Cuidá tu alimentación

Evitá los alimentos con alto contenido de azúcar, que pueden darte un “subidón” a corto plazo, pero a la larga terminan quitándote energía y dándote una sensación de agotamiento. En su lugar, podés comer frutos secos, frutas como banana o manzana, snacks saludables o galletitas integrales.

Dormí mejor

Ya te contamos qué hacer durante el día; ahora centrémonos en la previa: dormir entre 6 y 8 horas todos los días, en horarios similares, es el método que no falla.

Evitá usar el celular o ver televisión por lo menos una hora antes de dormirte, así como tampoco deberías tomar café o fumar por la noche.

Mejor tomate un té relajante, setea las luces para generar una iluminación tenue, lee un libro o escuchá música instrumental. De esa forma vas a preparar a tu cuerpo y a tu mente para el mejor descanso, y creenos, te lo van a agradecer y retribuir.




Publicado el

¿Cómo adaptarse a un nuevo colchón?

Si tenés en cuenta la cantidad de tiempo que pasás en tu colchón, es normal que te encariñes un poco con él. 

El colchón puede ser uno de los lugares más reconfortantes y seguros que tenemos, sin mencionar que nos ayuda a descansar mejor y dormir profundamente.

Es entendible entonces que a veces nos cueste separarnos de él, y que estiremos tanto como podamos la despedida. Pero como dice la canción: “todo tiene un final, todo termina…”. Y nuestro amado colchón no es la excepción: en promedio, su vida útil es de entre 8 y 10 años, aunque la gran mayoría extienda ese período por un tiempo más.

Pasado el plazo contemplado por la vida útil, el colchón puede volverse un lugar quizás hostil, con ácaros y gérmenes acumulados por años, pozos que cada vez se vuelven más profundos, u olores indeseados.

Todo esto hace que terminemos acostumbrándonos a dormir en una superficie que no es la ideal para un buen descanso. Y creenos, el cambio puede mejorar tu vida sustancialmente.

Bienvenido nuevo colchón

Ya te decidiste a dejar atrás esa relación tóxica, pero lo nuevo a veces asusta. ¿Y si no me acostumbro? ¿Si es demasiado duro o muy blando? 

Obviamente no existe un colchón que se adapte a todos, pero la oferta actual es super variada y diversa, por lo que hay que saber dónde y cómo buscar, informándote y leyendo las experiencias de otras personas con los distintos colchones.

Si todavía dudas en cambiar tu colchón, acá podés ver nuestra nota sobre cómo saber cuándo es momento de hacerlo y a qué señales prestarle atención para confirmarlo.

Para poder tomar una decisión con confianza, tenés que dormir por lo menos 12 noches en tu nuevo colchón. En este período vas a poder ver el efecto real que este producto tiene en tu cuerpo y en tu descanso: van apareciendo los primeros indicios de mejora en caso de que sea apto para vos. O al contrario, quizás te despertás con dolores de lumbares o espalda y ya podés ir pensando en cambiarlo.

Tiempo de prueba

Por esta razón, nuestra principal recomendación es que compres en lugares que ofrezcan períodos de prueba de al menos 20 días, para que tengas el tiempo necesario para acostumbrarte a tu nuevo colchón. En Calm ofrecemos 30 noches de prueba, no sólo en el colchón sino en todos nuestros productos. Esto permite que evalúes mejor y con mayor seguridad a tu nuevo compañero de sueño.

Otro factor a tener en cuenta es el estado de tu ex colchón: si estaba muy hundido o deteriorado, seguramente tengas una sensación extraña al dormir en uno nuevo.

La mayoría de las personas van a sentir la mejora la primera noche, pero los cuerpos más exquisitos van a necesitar un poco más de tiempo para poder determinarlo.

¿Qué hacer en caso de no acostumbrarme a mi nuevo colchón?

Si al principio la relación no avanza como esperabas, y sentís que no dormís tan bien como creías que ibas a hacerlo, no tomes una decisión apresurada. Dale algo de tiempo, y seguí alguno de estos consejos:

* Cambiá de posición. Puede que te hayas acostumbrado a una posición determinada gracias a tu ex colchón, porque era la única en la que podías descansar realmente. Pero ahora que estás de estreno, podés probar alguna otra que mejor se adapte a tus necesidades.

*Acostate y despertate siempre a la misma hora. Esto va a ayudar a que regularices tu sueño y que factores externos no influyan en tu experiencia con el nuevo colchón.

Si pasadas 20 días aproximadamente el colchón no resulta como esperabas, y compraste en un lugar con período de prueba, lo más probable es que el colchón que elegiste no sea el indicado. En ese caso, podés devolverlo y seguir buscando alguno que encaje perfecto con tu cuerpo y tus gustos.

Por eso, lo principal es informarte, leer reseñas de quienes ya compraron y elegir locales con noches de prueba.  Además, asegurate de que el nuevo colchón tenga una buena garantía, para tener seguridad a largo plazo.

No está de más recordarlo: comprar un buen colchón es invertir en tu futuro, en tu salud y en tu calidad de vida. Después de todo, pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, y tenemos que hacerlo bien. 



Publicado el

¿Qué hacer para no dormirme tan tarde?

A veces esos “5 minutos más” se transforman en 1 hora y ya estás tarde. Sabés que el día va a ser más intenso de lo que debería, y te preguntás: ¿por qué?

¿Quién no se quedó dormido alguna vez? no es el fin del mundo, pero si te pasa relativamente seguido, ya sería hora de revisar tus hábitos de sueño y entender qué puede estar causando esta dificultad para despertarte.

La explicación que aplica en el 90% de los casos es simple: no dormimos lo suficiente, por lo que nuestro cuerpo compensa la falta de sueño intentando dormir más. Si estás leyendo esta nota, vas por buen camino, vamos a ayudarte a mejorar tu descanso y así  optimizar tu día.

¿Calavera no chilla?

Repasemos lo que la ciencia nos enseñó sobre el sueño: hay que dormir entre 6 y 8 horas todos los días, e idealmente acostarse y despertarse a la misma hora.

Si tu rutina te lo permite, no está mal que te acuestes tarde y te despiertes tarde, siempre que respetes los horarios que mencionamos arriba. El problema aparece cuando no podés evitar quedarte despierto hasta la madrugada y tenés que levantarte temprano al otro día para cumplir alguna tarea.

La falta de sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, presión arterial alta, un accidente cerebrovascular e incluso diabetes. También puede afectar tu salud mental, contribuyendo a pensamientos confusos, baja energía e irritabilidad. Y no nos olvidemos de cómo afecta tu desempeño laboral.

La cuestión entonces no pasa por levantarse temprano o tarde, sino por dormir lo suficiente y en horarios similares.

¿Cuántas horas son suficientes para alcanzar un sueño profundo?

Como ya te contamos, lo recomendable es dormir entre 6 y 8 horas. Dormir de más puede traer el efecto contrario, dejandote con una sensación de pesadez durante el día y lentitud para arrancar. De forma similar, descansar menos de 6 horas implica acortar tu ciclo de sueño y no llegar al sueño profundo.

Hay quienes disfrutan más de la paz y tranquilidad que da la noche, y quienes prefieren levantarse bien temprano para arrancar el día a su manera. No importa qué clase de persona seas, la clave está en escuchar a tu cuerpo y reconocer la cantidad de horas que descansas.

Entonces, ¿cómo dejar de posponer la alarma?

Tenemos varias recomendaciones para que puedas dormir la cantidad de horas necesarias y despertarte a la hora que prefieras, pero bien descansado y con energía. Estos tips apuntan tanto a que puedas dormirte más rápido y que durante esas horas, llegues a un estado de sueño profundo.

  • Acostarte  y desperarte a horas similares todos los días (sí, incluso el fin de semana).
  • Evitar el alcohol, tabaco y comidas pesadas antes de dormir.
  • No tomar cafeína (café, mate, gaseosas) a la noche.
  • Reducir a 0 la exposición a pantallas, ya que le mienten a nuestro sistema haciéndole creer que es de día, y dificultando así el sueño.
  • Dormir en un ambiente sin luz para no despertarse antes de tiempo
  • Usar tapones o antifaz, evitando interrupciones indeseadas.

Somos concientes de que en el mundo actual las exigencias son muchas y el estrés también. Esto a veces genera que querramos disfrutar de las horas de la noche sacrificando horas de sueño en pos de ver una serie o simplemente disponer de nuestro tiempo libremente. En ese caso te recomendamos organizar mejor tu semana para tener tiempo libre sin que esto implique dormir menos.

Si probaste todas estas sugerencias y seguís teniendo problemas para conciliar el sueño, podés consultar a un especialista (ya sea psicólogo o alguien dedicado al estudio del sueño). 

Y por último, no te olvides del colchón y las almohadas, que juegan un papel fundamental en nuestras horas de sueño. Tener un buen colchón que se adapte a tus necesidades, junto con la almohada correcta pueden mejorar sustancialmente tu descanso. En Calm tenemos el colchón mejor puntuado de la Argentina ;), quizás sea hora de cambiar ese colchón que te acompañó tanto tiempo pero que no te permite dormir como corresponde.

Publicado el Deja un comentario

Guía definitiva: posiciones para dormir

Si te despertás con el cuello duro y con un dolor que te acompaña por el resto del día, seguramente te preguntes qué podés hacer para mejorar tus noches de descanso y evitar que esto siga pasando. Ya sea que duermas boca arriba, boca abajo o de costado, es momento de analizar la posición en la que usás tu almohada y la forma en que dormís.

No es ninguna novedad: tus hábitos de sueño podrían aumentar el dolor de cuello o incluso causarlo. Por suerte, encontrar la forma correcta de acomodar tu almohada, podría significar un “hasta nunca” a ese dolor tan molesto.

Los beneficios de cada posición

Bellos eran los momentos en los que podíamos dormir de la forma que sea; daba igual si era en un colchón, un sillón, una silla o en el asiento de un auto.
A medida que crecemos, el descanso y la forma en la que dormimos se vuelve un momento clave para nuestra postura, y por ende para la salud.

Boca arriba:

Si hablamos de prevenir el dolor de cuello, es la posición que gana por goleada. Al mantener todo el cuerpo alineado y el peso distribuido uniformemente es ideal para cualquier persona que sufra de congestión nasal o de dolor de espalda.

De costado:

Segunda en el ranking, pero la más popular. Con más del 60% de las personas practicándola cada noche. Dormir de costado es excelente para promover la salud de la columna (siempre que se haga de forma correcta), además ayuda cuando tenemos acidez estomacal o se nos escapan algunos ronquidos por la noche. 

Boca abajo:

Esta posición es la peor para el cuello y la columna vertebral. Ya que para poder respirar bien, tenemos que girar la cabeza hacia algún costado, contorsionando el cuello de maneras no muy recomendables. Además de que, la espalda queda desalineada y sin apoyo. En conclusión, si esta es tu posición favorita, andá haciéndote a la idea de cambiarla.

Consejos para un descanso 2.0

Ahora que ya sabés las ventajas y desventajas de cada posición, te contamos cómo optimizar cada una y así sacarle todo el jugo para tener un mejor descanso.

Dormir de costado:

Cuando dormís de costado, la función de tu almohada tiene que ser mantener el cuello alineado con el resto del cuerpo. Es importante que tanto tu cuello como tu columna formen una línea recta sin sentir presión en el cuello. Por lo que la almohada no debería ser ni muy alta ni muy baja. Una solución para alinear las partes del cuerpo podría ser conseguir una almohada más grande

Dormir boca arriba:

Si dormís de esta forma, estas cada vez más cerca del descanso perfecto. Lo que tenes que tomar en cuenta para alcanzarlo es la posición de tu almohada.

Podés probar poniendo alguna almohada chiquita abajo del cuello, ayudando así a alinear la columna y el resto del cuerpo. Nuestra almohada infinita viene con una almohadita más pequeña adentro, y esta es una de las funciones que podes darle 😉
Otra forma de optimizar esta posición es agregar una almohada gruesa abajo de las rodillas o los muslos, haciendo que las piernas estén más sostenidas y que los músculos se relajen.

Dormir boca abajo:

Para las personas que duermen boca abajo, también recomendamos  una almohada debajo del estómago o la pelvis para ayudar a alinear la columna y darle apoyo correcto al cuello (pudiendo incluso prevenir el dolor de hombros).

La almohada juega un papel fundamental a la hora de prevenir el dolor de cuello y darnos el mejor descanso. Ya sabés que la altura de la almohada es clave según la posición en la que duermas, pero también influye su material. En Calm queremos mejorar el descanso de todas las personas, por lo que ofrecemos 4 modelos de almohadas, diseñadas para adaptarse a todas las necesidades: 2 de espuma y 2 de vellón (efecto pluma). Además, ofrecemos 30 noches de prueba para que puedas probarlas varias noches y ver si te ayudan a descansar como lo mereces.

Ahora sólo queda aplicar alguno de los consejos que te dimos para mejorar tus noches y alegrar tus mañanas.