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¿Qué desayunar para tener más energía durante el día?

Desayuno saludable, fruta, avena, jugo de pomelo

¿Te levantás más cansadx de lo que te acostaste, y en lo único en lo que podés pensar es un café negro o un litro de mate para poder activar a la mañana? No está mal, pero sabé que la cafeína no es la única forma de empezar la mañana bien arriba, ATR (?).

Además de esas dos infusiones (que sí, te ayudan a estar más atentx y despiertx), un desayuno completo y power es la clave para mantener la energía durante el resto del día.

Lo importante es elegir opciones llenadoras que, al mismo tiempo, te den los nutrientes necesarios para que tu cuerpo alcance su máximo potencial. Esto depende mucho de la zona en la que vivas, tus actividades diarias y de tu tipo de alimentación, pero te proponemos un desayuno de campeonxs que nunca falla.

Frutos secos

Nueces para el corazón: sus grandes cantidades ácidos grasos omega 3 ayudan a controlar el colesterol). Almendras para tus huesos: llenas de calcio y fibras, son la opción ideal si no comés carne o sos veganx. Pistacho, castañas de cajú, avellanas, la lista sigue y sigue (y se pone cada vez más rica).

Sea el que sea, los frutos secos deberían estar en tu dieta diaria, ya que mejoran el tránsito intestinal, te llenan y, encima, potencian tu desarrollo cognitivo. Dato color: el maní es, estrictamente hablando, una legumbre.

Frutos secos

Huevos o Tofu

Estas bombas de proteína te dan energía para tirar un rato largo (pensalo como la reserva de nafta que te deja llegar hasta la estación de servicio si te colgaste en cargar antes).

Generan tanta saciedad que hacen que, en la próxima comida, no te devores todo en 5 minutos, o que comas snacks poco saludables entre el desayuno y el almuerzo.

Además, mantienen constantes tus niveles insulina para que no te agarre un bajón de azúcar. Así no caes en la tan tentadora -y tan poco sana- latita de gaseosa, o en un alfajor bomba para recargar fuerzas.

tostada con huevo

Semillas de chia

Sésamo, amapola, girasol, lino, de zapallo; la cantidad y variedad de semillas que tenemos a mano hoy en día es gigante. En este caso, las mejores para el desayuno son las de chía: super fibrosas, con Omega 6, hierro, calcio, magnesio y, además, ayudan a regularizar el sistema digestivo y prevenir inflamaciones.

¿Qué más le podés pedir? Yapa: si hidratás una medida de semillas de chia con 3 o 4 medidas de leche animal o vegetal, te queda un chia pudding (algo así como un postrecito cremoso) que podés combinar con miel, frutas, nueces o almendras y alguna especia; probalo que nos lo vas a agradecer.

chia pudding con cereales y fruta, desayuno

Frutos rojos y banana

No todas las frutas son ideales para el desayuno, e incluso algunas pueden caerte muy pesado ni bien te despertás. ¿Qué muestran todas las cajas de cereales que dicen ser saludables? Frutos rojos; ya sean frambuesas o arándanos, estas frutas tienen menos azúcar que el resto y mucha más fibra, por lo que te llenan (y nutren) más.

Lo mismo pasa con las bananas, que están llenas de antioxidantes y son muy versátiles: podés armarte distintos desayunos sin aburrirte de comer siempre lo mismo. Tenés la opción de licuados, banana pisada con avena, cereales y frutos secos, budines, y mucho más.

Bowl de frutos rojos, banana y avena

Avena

Comida para caballos y todo lo que digan…, pero la avena es un superalimento que vale la pena incorporar. No todos los carbohidratos son “malos”, y en la medida justa te van a dar un buen plus de energía.

Los carbohidratos complejos como la avena están llenos de fibra y, como el resto de los ingredientes que estamos mencionando, te mantienen llenx por más tiempo.

avena con cuchara

Si querés cambiar alguno de estos, podés hacerlo por otras semillas, jugo de naranja con limón, o algún licuado proteico. Y acordate, para estar pila pila todo el día, nada de cereales llenos de azúcar o facturas explotadas de dulce de leche en el desayuno (más a la tarde quizás sí…).

Pensá que el desayuno es lo primero que le das a tu cuerpo. Llenalo con nafta diesel para tener una buen viaje durante el día. 

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¿Cuánto café es demasiado?

Tazas con distintos cafés en círculo

Sabemos lo delicada que es esta cuestión: nadie quiere que le digan que tiene que dejar de tomar café, o que la cantidad que toma no es precisamente saludable. Pero alguien lo tiene que hacer.

Como dijo una sabia figura argentina, sobre las cartas la mesa, gente. Acá tienen toda la verdad, y nada más que la verdad, sobre cuál es la cantidad recomendada de café y qué consecuencias puede traernos su consumo excesivo

Por más trágico que suene, la sobredosis de cafeína existe. No significa que vayamos a terminar en un hospital o que haya riesgo de muerte (por suerte), pero tiene efectos poco agradables y bastante riesgosos para nuestra salud.

 Algo que deberíamos tener bien presente es que el consumo de cafeína no incluye sólo al café, sino que cuando tomamos mate o té, también la estamos consumiendo. Lo mismo con las gaseosas, los energizantes y hasta con algunos alimentos como el chocolate o las golosinas. Por eso, es importante analizar cuánta cafeína consumimos por día considerando todas estas cuestiones.

Tazas con distintos cafés en círculo

¿Cafeciiitooo?

Respondiendo a la pregunta del millón, según la FDA (algo así como la ANMAT estadounidense: gente que controla y regula las bebidas y alimentos) el límite diario son 400 mg, o 4 o 5 tazas de café por día.

Como cualquier dato duro, no hay que tomarlo como regla universal y absoluta: obviamente que si te tomas 4 tazas al hilo, no te va a hacer bien al cuerpo, por más de que no estés sobrepasando el límite. 

Además, cada cuerpo reacciona distinto a la cafeína, y según tu género, altura, peso y otros factores, ese número puede variar un poco. Lo importante es escuchar nuestro cuerpo y saber qué nos está diciendo.

Para eso, hay varios signos que te van a mostrar que ese frapuccino que te tomaste después del mate y de dos tazas de café fue demasiado, o que no deberías haber mezclado un litro de coca con dos porciones de torta y un cortado doble en el cumpleaños de tu amigx.

Acá van algunos de los efectos secundarios más comunes:

Ansiedad

Persona alterada, desvelada y ansiosa, meme teorías conspirativas

Si bien nos hace estar más alerta y despiertxs, la cafeína también dispara la producción de adrenalina, esa hormona que nos deja en un estado de peligro y cuasi paranoia. 

Si estás leyendo en la comodidad de tu casa, pero el ruido de un auto pasando a lo lejos se siente como una amenaza letal y tus ojos están abiertos de par en par, seguramente te pasaste de cafeína. Es una ansiedad que te genera nerviosismo, irritabilidad, taquicardia e inquietud.

Insomnio

Ironías de la vida: la cafeína  compensa una noche sin sueño para que puedas estar alerta durante el día. Y al mismo tiempo, puede hacer que no pegues un ojo la noche siguiente.

Esto se puede prevenir bastante fácil: intentá no tomar café en las 5 horas previas a acostarte (ni mate, podés guardarte las ganas para la mañana siguiente).

Persona acostada sobre colchón calm,

Problemas digestivos

Esto no es ninguna novedad: la cafeína funciona como un laxante suave que estimula los movimientos del intestino (si es un café negro, todavía más). Dicho eso, demasiada cafeína puede llevar el efecto laxante al extremo y generarnos dolor de panza y hasta diarrea.

 Y por si fuera poco, la falta de sueño (mencionada arriba) también influye en el malestar estomacal: todo un combo del mal que se puede evitar.

Otros efectos secundarios son: presión alta, fatiga, deshidratación y ganas de hacer pis frecuentes e intensas. Igual ¡bancá!, estamos enumerando posibles consecuencias del consumo excesivo (cual prospecto de medicamento: no es lo más alegre, pero hay que saberlo). 

Podés seguir tomando tu cortado doble con medialunas, o tu litro de mate diario sin problemas. Sólo tenés que estar atentx a las señales, y frenar si aparece alguno de los síntomas que enumeramos. 

Para cerrar con mejores noticias, hay incluso estudios que aseguran que tomar café disminuye el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca. Así que, entendé tus límites y andá a hacerte ese cafecito sin culpa.

 

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¿Por qué deberían dejarnos dormir siesta en el trabajo?

Chico recostado en su colchón calm, jugando

Dejemos algo bien en claro: dormir siesta no es indicador de vagancia. De hecho, en Argentina podríamos decir que es una costumbre nacional tan importante como tomar mate o ver fútbol. Y si eso no es argumento suficiente, hay evidencia científica que demuestra que la siesta trae beneficios para la salud y, escuchen bien empresas y empleadorxs… para el desempeño laboral. 

En Calm nos gusta pensar formas distintas de hacer las cosas, y para eso hay que investigar.  Por eso,  hicimos realizamos una encuesta sobre cómo duermen la siesta lxs argentinxs. El 98% de las personas encuestadas respondió que tiene el hábito incorporado de la siesta, y más de la mitad lo hace durante la semana.

Entonces, ¿por qué algo tan beneficioso y arraigado en nuestra cultura es ignorado completamente en la jornada laboral?

Persona durmiendo en colchón calm

Alerta: batería baja

Vivimos en una sociedad demandante y en constante movimiento. Trabajamos muchísimas horas y salimos para relajarnos y distendernos (descanso activo). Cuando finalmente vamos a acostarnos, le metemos un poquito más al trabajo (el celular es un arma de doble filo).

Es bastante probable que seamos la generación peor descansada de la historia, siendo un hecho corroborado que lxs argentinos dormimos dos horas menos que hace 30 años.

Según Daniel Vigo, investigador en CONICET, el 14.8% de los argentinos duerme menos de 6 horas por día (en su mayoría jóvenes y adultos que viven en ciudades grandes). El 14.22% dijo dormir mal y el 22 % padecer de somnolencia.

Efectivamente, esta somnolencia se mantiene en el trabajo y afecta la productividad y la atención, haciendo incluso que muchas veces lleguemos tarde.

Persona cubierta con sus sábanas

¿Alguien trajo cargador?

¿Qué haces cuando te sentís muy cansadx en el laburo? Te tomás un vaso gigante de café o un litro de mate, para recargar un poco de energía y terminar las tareas del día. Ya sabemos por experiencia propia que no siempre funciona. Tener que tomar cada vez más café o energizantes más fuertes tampoco debería ser la solución.

Un equipo de trabajo pasado de cafeína, con humores alterados y corriendo por los pasillos no es la situación ideal para ningún ambiente sano de trabajo (averiguá más sobre el consumo excesivo de cafeína y cuál es la cantidad recomendada acá).

Nuestra energía disminuye naturalmente después de almorzar, por el ciclo biológico del cuerpo humano. Si nos dejaran dormir una siestita (o Power nap) de 20 minutos en ese momento, las cosas serían mucho mejores y más fáciles.

Solución: carga rápida

La siesta no solo mejora nuestra salud (menos riesgo cardiovascular, se reduce la presión arterial), sino que el rendimiento y productividad aumentan. Qué fantástica, fantástica esta siesta.

Chico recostado en su colchón calm, jugando

Podemos mantener la concentración por más tiempo, nos volvemos más creativxs y, gol, podemos recuperar un poco de sueño si la noche anterior dormimos poco (sea porque maratoneamos en Netflix o por insomnio; acá no juzgamos).

Estas Power naps no deberían durar más de 30 minutos, para que no nos pasemos para el otro lado y volvamos a trabajar más cansadxs y desorientadxs que antes.

Por suerte, muchas instituciones en Argentina la están aplicando, incluyendo siestarios en sus oficinas o instalaciones. Los encontrás en la UADE, en la facultad de Arquitectura, diseño y urbanismo de la UBA, y hasta en las oficinas de Google en Puerto Madero.

En nuestra encuesta, más del 40% de lxs argentinxs dijo estar interesadx en este tipo de siestas, incluso en implementarlas en su trabajo. Así que animate, es un buen momento para acercarte a tu jefx, mostrarle este artículo y empezar a trabajar mejor con una buena siestita reparadora en la mitad del día.

Te aseguramos que todxs van a rendir más y con mejor humor, lo que se traduce en un clima laboral amigable y, finalmente, en más ventas o mejores resultados

Si nos organizamos, dormimos todxs…

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¿Cuándo deberías cambiar tus sábanas viejas?

Durmiendo en cama calm

Hay dos tipos de personas en lo que a sábanas se refiere (mentira, hay miles, pero las clasificaciones extremistas son más divertidas). Por un lado, tenemos a las que guardan hasta las sábanas de la infancia con estampados de Mickey o diseños noventosos pasados de moda, o quienes mantienen -con mucho amor- ese primer juego que se compraron junto con el colchón allá lejos y hace tiempo.

Si cuando las pagaste, te salieron más baratas de lo que hoy cuesta un alfajor en el quiosco, estamos hablando de vos. 

Por otro lado, están quienes buscan constantemente en internet el último modelo con los colores más cancheros y con la mayor cantidad de hilos, y que cambian las que tienen cada dos por tres. Son esas personas que cuando vas a su casa, te muestran sus nuevas sábanas con orgullo y te hacen tocarlas para que sientas lo suaves que son (digamos todo, siempre es la cama en la que quisieramos dormir).

Durmiendo en cama calm

Yendo a un terreno un poco más medido, encontramos el punto justo en el que deberíamos reemplazar nuestras sábanas. Al primer grupo (lxs apegadxs a sus sábanas viejas) les decimos con mucho pesar que, aunque el juego que tengan sea un modelo premium de 5 millones de hilos, no van a poder dejarlas como herencia a sus hijxs.

Y al otro grupo, que simplemente no hace falta cambiarlas cada un año (mejor, comprense una linda almohada; guiño, guiño)

Las sábanas de buena calidad están hechas para durar

Las buenas sábanas no tienen fecha de vencimiento: si las lavás regularmente y las cuidás (como a esa polera de morley que tanto amás), deberían durarte unos buenos años y seguir pareciendo nuevas.

No hay necesidad de cambiarlas basándose en el tiempo que tienen. Si se ven bien, no están manchadas y cuando te acostas siguen sintiéndose suaves, están para quedarse.

Chica durmiendo tapada con soábanas

Todo tiene un final, todo termina...

Decirle chau a algo que nos acompañó durante tanto tiempo siempre es difícil, pero no por eso menos necesario. ¿En qué momento hay que dejar ir a nuestras nobles sábanas?

Cuando es evidente que el desgaste del uso y de los años hizo efecto: la tela se vuelve más fina, amarillenta, y se destiñó tanto que es imposible decir de qué color fueron originalmente. ¿Se sienten como una remera vieja y áspera cuando te acostás? Chau, chau, adiós…

Cómo cuidar tus sábanas (y qué hacer cuando no dan para más)

Si las tratás bien,  te lo van a retribuir durante mucho tiempo. Lavalas en agua tibia o en ciclos fríos, y con ropa del mismo color. Idealmente, deberías tener 2 o 3 juegos para alternarlos de forma regular; así vas a poder extender la vida útil de cada sábana.

cama recién hecha, sabanas tirantes, almohada calm

Ahora bien, en el momento en el que veas que ya no cumplen su función como deberían (no te envuelven con suavidad al dormir), es hora de darles un nuevo uso. Si todavía están en un estado aceptable, ¡donalas!, a alguien siempre le van a venir bien.

Pero, si no es así, podés llevarlas a un refugio de animales (muchos usan sábanas y toallas viejas para cubrir las jaulas y para limpiar); podes usarlas para limpiar objetos delicados, o para que tus hijxs/sobrinos, o chicxs que conozcas, puedan jugar a armar fuertes y habitaciones secretas (mientras más grandes las sábanas, más divertido).

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Dormir en pareja: ¿juntos o separados?

Soporte del colchón de espuma: dos personas acostadas

Hay un prejuicio que tenemos muy instalado como sociedad: si una pareja es feliz y todo va bien, ambxs duermen en la misma cama, pero si lo hacen en camas separadas, es porque algo no está funcionando. Como en Calm nos gusta romper paradigmas y pensar nuevas formas de hacer y de ver las cosas, nos preguntamos: ¿es realmente así?

Según un estudio realizado por The Better Sleep Council, el 26% de las parejas estadounidenses afirma dormir mejor por separado, y una de cada diez duerme directamente en habitaciones diferentes. Pero, al mismo tiempo, es innegable el placer de volver a tu casa después de un día agotador y acostarte en tu cama abrazadx a tu pareja, o dormir cucharita en una noche helada de invierno con la lluvia golpeando contra la ventana. 

colchón calm en caja

¿Compartir o no compartir? Esa es la cuestión.

¿Tu pareja ronca o sus movimientos no te dejan dormir?

Estas son condiciones más bien físicas y externas: parecería que no hay mucho que hacer para solucionarlas. A no desesperar, que siempre hay alguna alternativa. Si ronca, pedile a tu pareja que vaya a revisarse a un/a medicx para detectar el problema y así poder alivianar la cuestión. 

Si se mueve mucho, pueden elegir un colchón de espuma de alta densidad para que absorba todos los movimientos y ni te enteres de que está ahí (en Calm tenemos los mejores 😉). Ojo, también puede ser que el tamaño de colchón que tengan no sea el ideal (acá te ayudamos a elegir la medida perfecta para vos).

Soporte del colchón de espuma: dos personas acostadas

¿Te molestan sus hábitos cuando se acuestan?

¿Tu novix se acuesta en la madrugada y te despierta cada noche, mientras vos estás estás en el quinto sueño? ¿Te quedás leyendo discusiones eternas y desproporcionadas en Twitter, con la luz del celular iluminando toda la habitación? O peor, te reís a carcajadas viendo memes mientras tu pareja intenta dormir.

En este caso, la solución es siempre una: el diálogo; la herramienta universal para resolver conflictos. Pueden llegar a un acuerdo hablando con sinceridad y poniendo cada unx un poco de sí. O, si nadie quiere/puede ceder y  ninguna alternativa es viable, bienvenidas sean las camas separadas(o habitaciones distintas, ¿por qué no?).

Dormir separadxs no es la solución a otros problemas

Queremos demostrar que no hay alternativas que estén bien o que estén mal, simplemente hay elecciones. Sin embargo, las bases para tomar decisiones de este estilo deberían ser siempre el consenso y la honestidad. 

descanso en pareja colchón en caja

Si con tu pareja están pasando un mal momento (como los hay en cualquier vínculo en la vida) y deciden dormir cada unx por su lado, ¡adelante!, pero no crean que las cosas se van a resolver sólo por eso. Asegúrense de entender qué quiere cada unx y qué espera alcanzar durmiendo separadxs, además de que todas las condiciones estén super claras.  

Sentido común por sobre todas las cosas

¿Es lindo dormir en pareja? Sí, pero si compartir la cama hace que duermas mal, que al otro día te despiertes liquidadx y de mal humor, y que encima te la agarres con la persona que causó tu desvelo, lo lindo se vuelve tortuoso. 

Por eso, la clave es que dormir en la misma cama sea una decisión de a dos (o tres o lxs que  sean), a consciencia y con pautas claras; nada de “es lo que hay que hacer” o “¿qué van a pensar si dormimos separadxs?”. Lo mismo vale para las camas separadas: diálogo y consenso. 

Al fin y al cabo, descansar bien es lo primordial.

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¿Cada cuánto tiempo deberías lavar tus sábanas?

Chica durmiendo tapada con soábanas

¿Cuál es el lugar en el que te sentís más segurx? ¿El lugar donde te aislás del mundo exterior y podés estar tranquilx como cuando tenías 5 años? Seguramente respondas que es tu casa, o tu habitación si vivís en familia; pero si pensás un poco más, vas a llegar a una respuesta bien específica: tu cama

¿No es tu cama el lugar en donde te tirás a escuchar música cuando te hartás de todo y necesitás un rato de paz? O esas noches en las que la oscuridad de tu cuarto se vuelve algo terrorífica y te acordás de una historia que te da miedo, ¿no son tus sábanas las que te protegen, cual muralla, de cualquier espíritu o mal nocturno?

Chica durmiendo en la comodidad de su cama, escuchando música

No es para asustarte, pero tal vez el coco… ¡el coco está en la casa! O mejor dicho (y hablando en serio), tu cama puede no ser exactamente el lugar más seguro de todos.

Despreocupate que no hablamos de espíritus ni nada parecido; nos referimos a tus sábanas. Aunque se vean impecables y limpitas, y no tengan ningún olor raro; aunque vos no tengas ni mascota ni alergias y no hayas transpirado una gota mientras dormías, tenemos noticias no muy buenas (y bastante desagradables de hecho).

ama desarmada con sábanas arrugadas

Huéspedes inesperados

Como decíamos, por más de que las sábanas parezcan impolutas, en ellas viven miles de ácaros, que se alimentan a su vez de las (¡50!) millones de células muertas que una persona desprende cada día (en un año suman 4 kg 😦). Si lo pensás bien, esto quiere decir que nunca dormís solx… pero no nos vayamos de tema. 

Como si lo primero no fuera poco, también está el polen que flota en el aire y se acumula en las sábanas, las bacterias que los ácaros generan, el polvo y suciedad que traemos de la calle, la caspa y pelos de nuestras mascotas, y la lista sigue y sigue… Tu cama es, a nivel microscópico, un nido de bacterias que puede traerte problemas de salud si no la mantenés correctamente. Pero a no desesperar, que estamos acá para decirte todo lo que necesitás saber.

Cama Calm

¿Cuánto es mucho tiempo sin lavar las sábanas?

Pasamos un tercio de nuestra vida en la cama; otra razón más por la que deberíamos poner especial atención en la higiene de nuestra habitación. Las sábanas son, literalmente, la ropa que nos viste durante todo ese tiempo de vida. ¿Usarías una remera por dos meses sin lavarla? ¿Y una prenda interior? 

Obvio que hay tantas respuestas como personas en el mundo. Imaginate que, en una encuesta hecha en Inglaterra, el 3% de la población dijo que lava sus sábanas cada un año… Después de todo lo que hablamos, es evidente que no es la mejor frecuencia de lavado (los ácaros ya armaron prácticamente una civilización en tu cama después de tanto tiempo). Pero no todos los ingleses son así, el 55% respondió que lo hace una vez por semana (spoiler alert, están en lo correcto).

La posta es limpiar las sábanas cada una semana, o cada dos si es invierno, te acostás después de bañarte, y no tenés mascotas ni alergias.  Sabemos que la vida actual hace difícil mantener un régimen muy estricto de limpieza, y que es muy fácil colgarse y dejar las sábanas puestas por más tiempo. Pero creenos, tus pulmones y tu piel te lo van a agradecer.

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El vínculo entre el sueño y la salud mental

Persona acostada sobre colchón calm,

¿Cuántas veces te levantaste habiendo dormido mal y poco, creyendo que una buena taza de café o un litro de mate podrían salvarte el día? No está en discusión que la cafeína nos ayuda a estar más atentxs y despiertxs, pero nunca va a poder reemplazar una buena noche de sueño. Y  tampoco evita otros problemas que pueden aparecer.

No descansar el tiempo suficiente tiene consecuencias mucho más graves que sentirte cansadx o irritable todo el día.

El panorama actual no es muy alentador en este sentido: un estudio del CONICET y del Observatorio de la Deuda Social de UCA confirma que el 14,22% de lxs argentinxs duerme mal. Como si esto fuera poco, se demostró que dormimos 2 horas menos que hace 30 años y que el 22% de nuestrxs compatriotas padece de somnolencia.

Sumado al hecho de que debilita nuestro sistema inmunológico y genera daños a largo plazo (presión arterial alta, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular), no dormir entre 7 y 9 horas por día puede ser muy perjudicial para nuestra salud mental.

Persona acostada sobre colchón calm,

No negocies tu sueño

El profesor de psicología y especialista en sueño Jakke Tamminen comenta que durante el sueño se dan ciertos procesos mentales que ayudan a fijar nuestros recuerdos y almacenarlos en la memoria.

Es cuando dormimos que procesamos la información adquirida durante todo el día, y alterar este proceso tiene efectos directos en nuestra salud mental.

Si dormimos mal constantemente, aumentan las probabilidades de tener depresión, ansiedad y que nuestra estabilidad emocional sea como un samba en pleno verano costero.

Cuando dormimos, pasamos por diferentes ciclos de sueño de 90 minutos, a los que podemos dividir en dos partes: la REM (movimiento ocular rápido) y la no REM, que en su mayor parte corresponde a un período llamado SWS (de ondas lentas).

El sueño profundo se da en la segunda, ayudando a nuestro sistema inmunológico y a nuestros proceso cognitivo. En la fase REM (si ves a alguien durmiendo y sus ojos se mueven rápido, está en esa etapa) es en la que soñamos y profundizamos en el aprendizaje y en nuestras emociones.

Entonces, dormir bien significa pasar varias veces por estas etapas (en 8 horas deberíamos pasar mínimo por 5 de estos ciclos naturales). El problema surge cuando los interrumpimos: no alcanzamos un sueño profundo, aumentamos la producción de hormonas que generan el estrés y nuestra capacidad para manejar las emociones disminuye.

descanso almohada calm

Y es ahí que aparece la irritabilidad, el mal humor y los pensamientos fatalistas o trágicos (si tu tendencia natural es al drama, ya sabés que dormir bien es el mejor antídoto).

¿El huevo o la gallina?

¿Tenés ansiedad y desgano porque dormiste mal? ¿O no podés relajarte y dormir profundo porque tu cabeza va a mil y tenés pensamientos negativos?

Es un hecho,, la salud mental y el dormir forman un circuito que no puede dividirse. La calidad del sueño influye directamente en tu salud mental, así como ciertas patologías pueden hacer que te cueste dormir a la noche. 

Según el Instituto del sueño, el 80% de los pacientes con depresión  ve afectadas tanto la cantidad como la calidad de su sueño. El problema más frecuente es el insomnio, haciendo difícil conciliar el sueño o, una vez que se consigue dormir, mantenerlo en el  tiempo.

Lo mismo sucede con la ansiedad: a veces no nos deja dormir y eso nos vuelve más ansiosxs todavía,  haciendo que durmamos peor y que puedan aparecer síntomas de depresión.

Un círculo no vicioso

Si nos esforzamos por dormir mejor nuestra salud mental va a mejorar, y viceversa. Lógicamente, es más fácil e inmediato empezar por el sueño, pero ambos son igual de importantes.

Chico recostado en su colchón calm, jugando

Intentá generar buenos hábitos que te ayuden antes y a la hora de acostarte. En el mundo hiperconectado, acelerado y lleno de pantallas en el que vivimos, esto implica tiempo y esfuerzo. Pero lo bien que te vas a sentir (física y mentalmnte) no tiene comparación. Las claves para dormir bien son

  • Acostarse a la misma hora todos los días.
  • No tomar cafeína (café, mate, gaseosas) a la noche.
  • Evitar el alcohol y las comidas pesadas antes de dormir.
  • No ver ninguna pantalla por lo menos una hora antes de acostarte.

Si lo que más te preocupa es tu bienestar mental, o si los problemas no mejoran, siempre es recomendable consultar a un especialista (psicólogx, medicx especialista en sueño, psiquiatra). 

En concreto, hay muchísimos tratamientos para el insomnio, y el acompañamiento en otras patologías como ansiedad o depresión te van a ayudar a estar mejor.

A dormir bien se ha dicho.

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El sueño bifásico es adecuado para vos?

colchón calm en hora mágica

No, no tiene nada que ver con aparatos eléctricos o enchufes. El sueño bifásico consiste en separar tus horas de sueño en dos o más partes (en ese último caso, sería polifásico) durante el día y la noche.

Es un método bastante diferente al que estamos acostumbradxs, también llamado monofásico, que consiste básicamente en dormir entre 7 y 9 horas (con suerte). 

Podés pensar que dormir siesta ya implica tener un sueño bifásico, y un poco de razón tenés. Pero el sueño bifásico, poniéndonos estrictxs, es un régimen integral. Es algo mucho más consciente y estructurado que dormirte un par de horas a la tarde los domingos, o un día de la semana en el que estás agotadx. 

colchón calm en hora mágica

Allá lejos y hace tiempo...

El sueño bifásico solía ser lo común en las sociedades preindustriales. Sin embargo, en estos años se puso de moda entre las personas que quieren ser más eficientes y productivas. Están también lxs que buscan una forma de descansar que se adapte mejor a sus ritmos circadianos (algo así como su reloj biológico interno). 

Entonces, ¿de qué va este método tan extraño? ¿Puede servirte para dormir mejor o aprovechar más tu tiempo?

Existen dos tipos de sueño bifásico. A veces significa que te tomás la siesta muy en serio y dormís unas horas religiosamente todos los días. En países como Grecia y España es muy común, y en el interior de nuestro país también. Si te interesa saber cómo dormimos la siesta los argentinxs, podés leer esta nota.

La otra forma, más radical y quizás más interesante, es dividir en dos partes el sueño, con un lapso de 2 o 3 horas en el medio. Según el historiador A. Roger Ekirch, este segundo tipo de sueño bifásico era muy habitual en Europa antes de la Revolución Industrial. 

Dos personas disfrutando su colchón calm

En su libro sobre las costumbres nocturnas del pasado, describe cómo la gente se iba a dormir poco después de las 12 pm, y lo hacía hasta las 4am. A esa hora se despertaban para tener un tiempo de vigilia de dos horas, y volvía a dormir 4 horas más.

Durante ese “descanso”, las personas tenían más energía y hacían cosas como limpiar y coser, o dedicaban ese tiempo para tener relaciones sexuales (actividades que pudieran hacerse a la luz de la luna, o a oscuras).

Ventajas y desventajas

El sueño bifásico tiene varios beneficios comprobados para nuestra salud: dormite una siesta cortita todos los días y vas a ver. 

Está demostrado que las siestas pueden mejorar la memoria, la capacidad de concentración y nuestro estado de ánimo. De hecho, dormir siestas de 20 minutos en el trabajo aumentaría exponencialmente nuestra productividad. 

Puede que incluso el insomnio de algunas personas se explique con el sueño bifásico: se fuerzan a dormir con un patrón (monofásico) que no es el que su cuerpo necesita. 

Si pensas que la modalidad bifásica puede ayudarte, los desafíos que vas a tener mientras intentas incorporarla a tu vida seguramente sean sociales.

La mayoría de los planes con amigxs te van a surgir a la tarde, y probablemente algunxs no te tomen en serio. Les va a resultar raro que intentes dividir tu sueño en dos partes.»¿Para qué?… Si todo el mundo duerme de corrido».

Ya sabés que ese argumento es falos. Contales que Charles Darwin, John F. Kennedy y el escritor francés Honoré de Balzac dormían así.

Persona durmiendo en colchón calm

Paso a paso

Ahora, imaginate que este post te dejó tan copadx que querés aplicar el sueño bifásico hoy mismo. Sea cuando sea que empieces, arrancá de a poco. Te va a llevar unas buenas semanas cambiar un esquema tan arraigado como el momento de dormir. 

Además, vas a tener que ser muy estrictx con los horarios. Decidí de antemano qué franja del día querés dormir y en qué momentos necesitás estar lúcido y despierto para poder trabajar, estudiar o compartir con tu familia y amigxs. Y lo más importante: respetalos. La disciplina y la organización son la clave para lograrlo. 

Por último, tené esto siempre presente: dividir el sueño no implica dormir menos, cumplí las 7/9 horas diarias de sueño aunque no sean de un tirón. Y siempre prestá atención a tu cuerpo. Si ves que los beneficios que mencionamos acá no aparecen, y sentís que con este cambio dormís peor, volvé a tus viejos hábitos. 

El sueño monofásico no es para todxs, y dormir de corrido tampoco está tan mal… 

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¿Cómo la falta de sueño afecta tu desempeño laboral?

Chica acostada con los ojos abiertos, colchón calm

No hay nada peor que llegar a la oficina sin haber dormido bien y sentirte como si tuvieras la peor resaca del mundo: esx compañerx que te saluda todo eufóricx y alegre se siente como una bomba explotándote al lado y tu capacidad de concentración es menor que la de un bebé de dos meses.

Lo peor de todo es tu cabeza, que entra en modo «ahorro de energía» porque sólo te queda un 3% de batería mental y no tenés cargador. Muchas veces ni el café más potente puede ayudarte. 

No queremos ser alarmistas, pero esto tiene consecuencias bastante, por no decir MUY,  negativas en tu desempeño laboral. Una encuesta de la National Sleep Foundation (EEUU) demostró que el 29% de lxs encuestadxs se quedaron dormidxs o tuvieron mucho sueño durante la jornada laboral el mes anterior.

Más de una cuarta parte de lxs trabajadorxs dijo que el cansancio interfiere con sus actividades diarias por lo menos 5 días al mes, y el 12% llegó tarde al trabajo por haberse quedado dormidx

Chica acostada con los ojos abiertos, colchón calm

Zzz…

Con decir que la explosión de Chernobyl fue asociada a trabajadorxs mal dormidxs es suficiente para entender la importancia de este tema. Cualquier tarea que implique decisiones riesgosas, o manipulación de herramientas delicadas, puede terminar en desastre si quienes están a cargo sufren de cansancio por no dormir lo suficiente.

En serio, las personas con trastorno del sueño tienen 50% más de probabilidades de tener accidentes laborales.

Según el doctor y especialista en sueño Daniel vigo, estar despiertxs por más de 17 horas es equivalente a exceder el límite permitido de alcohol en sangre. En otras palabras, pasar tantas horas sin dormir es igual a tomarse 4 pintas de birra y seguir como si nada. Imaginate tener que operar a alguien en esas condiciones, o manejar 5 horas de noche en la ruta en ese estado. 

perro escribiendo en pc

Como sucede cuando alguien toma demasiado alcohol, la velocidad de reacción disminuye y la memoria a corto y largo plazo empieza a funcionar mal. Lo más perjudicial es que la capacidad de tomar decisiones y de orientarse espacialmente se complica.

A mimir se ha dicho

Entonces, ¿cómo podemos evitar estas situaciones? De la misma manera que con muchos de los problemas actuales en nuestra sociedad, la falta de sueño debería ser analizada desde varias perspectivas.

A nivel mundial y social, necesitamos que las empresas reconozcan que la mano de obra cansada es, en el peor de los casos, una fuerza peligrosa de trabajo.

En un panorama medianamente aceptable, significa tener empleadxs que ofrecen un rendimiento bajo y menos productivo. Las Power naps (o siestas revitalizantes) durante la jornada laboral podrían ser una buena solución.

¿Qué podemos hacer a nivel individual? Poner más esfuerzo en generar hábitos saludables de sueño, y así disfrutar de los tantos beneficios de dormir bien, no sólo en nuestro trabajo, también en la vida en general.

Preparate para ver una película de 3 horas sin dormirte, o armar más planes nocturnos con tus amigxs y no cancelar porque no podés ni salir del sillón. Probá, no perdés nada intentando.

Durmiendo en cama calm

Bellx durmiente: starter pack

Siguiendo estos consejos (todos los que puedas, obvio; acá no juzgamos) vas a poder dormir mejor, más profundo y, ¡al fin!, levantarte a la mañana con energía y de buen humor:

  • Intentá acostarte y levantarte todos los días a la misma hora. Sí, incluso los fines de semana… ya sabemos qué cara estás poniendo… pero de verdad que ayuda, aunque sea en un rango horario similar.
  • Evitá cenar muy pesado antes de dormir. Esto incluye gaseosas, ese rogel que sobró de tu cumpleaños, y sí, lamentablemente incluye ese cafecito después de cenar.
  • Invertí en un buen colchón que ayude a tu postura y a tu relajación. Nuestros colchones Calm te dan el mejor soporte para tu cuerpo, y el punto justo de comodidad y firmeza para que descanses como corresponde.
  • Cambiá esa almohada hundida y toda babeada que hace que te levantes con el cuello duro y tenso. Nuestra almohada es viscoelástica, se adapta a tu cuerpo y te da el soporte necesario para que todo tu cuerpo esté bien alineado ;).Además es super fresca.
  • No te lleves el celular ni la computadora a la habitación. Dejalos en el living una hora antes de acostarte (en sonido, obvio, pero la idea es que no te expongas a pantallas mientras te preparás para dormir).

Ahora que ya sabés cómo dormir bien para trabajar mejor, cerrá la compu o dejá el celular, y si es de noche ¡andá a dormir! y si es de día, una siestita nunca viene mal… 

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¿Cómo afecta el sueño a la nota de los exámenes escolares de los niños?

chicos estudiando

Sabemos bien que el sueño tiene una importancia fundamental en el desarrollo infantil, aunque esto no se ve necesariamente reflejado en acciones: muchxs chicxs no duermen lo suficiente. 

Condicionantes como la pandemia, el exceso de televisión y de videojuegos y la comida ultra azucarada no ayudan en absoluto. Pero ahora nos gustaría ir un poco más profundo, para entender cómo afecta la falta de sueño en las mentes y en el rendimiento de nuestrxs hijxs.

Cualquier persona que duerma mal va a estar cansada durante el día, de mal humor y con la cabeza en cualquier lado. Especialmente en lxs chicxs, esto tiene efectos negativos generales que no sólo perjudican su bienestar y salud mental.

También se ve reflejado en su desempeño escolar y en sus capacidades de descubrir y experimentar el mundo que lxs rodea.

chicos estudiando

El sueño: nafta para el cerebro

No es ninguna novedad, entonces, que varios estudios hayan demostrado que la falta de sueño afecta directamente las notas de lxs chicxs en la escuela

Y acá nos gustaría detenernos un segundo: sabemos que un lindo boletín con buenas notas enorgullece a cualquier padre o madre, pero también estamos en condiciones de decir que eso no es lo más importante.

Lo primordial en la educación de nuestrxs hijxs es desarrollar su curiosidad y su capacidad de observar y analizar el mundo que lxs rodea. Un 10 en geografía no es necesariamente garantía de eso, y las malas notas tampoco son, de por sí, un indicio de la incapacidad de ningún chicx. 

Pero no importa el enfoque que tengamos sobre la educación, dormir mal no ayuda en ninguno de estos aspectos. 

chico estudiando

Investigadorxs de Boston College (EE. UU.) compararon el desempeño escolar de casi un millón de estudiantes, en más de 50 países, mientras hacían un seguimiento de sus patrones de sueño.

Así pudieron demostrar, con evidencia científica, que lxs estudiantes que dormían regularmente más horas también llegaban a notas más altas en matemática, ciencias y en comprensión lectora.

Duermete niño, duermete ya...

Que viene el lobo y te llevará… Así sigue una de las versiones de este tema tan icónico de nuestras infancias. Por suerte, hoy en día tenemos una pedagogía más desarrollada y menos amenazante para nuestrxs hijxs.

Y no todo es tragedia y malas noticias. Hay una forma de revertir los efectos negativos que trae el dormir pocas horas y con baja calidad de sueño. Si un/a chico/a empieza a dormir lo suficiente de manera regular, sus notas y su capacidad cognitiva general pueden mejorar.

colchón calm en hora mágica

Intentá que no miren tele o usen el celular un par de horas antes de irse a dormir (y de paso podés hacer lo mismo: ¿qué mejor que dar el ejemplo y encima beneficiarte vos también?).

Tratá de no volver costumbre la gaseosa o la comida repleta de azúcar en la cena. También podés leerles un cuento antes de dormir o hacer algún plan que implique descargar  energía para que se acuesten bien tranquilxs (pero tampoco lxs pongas a correr y saltar porque no se duermen más).

En fin, enseñales a dormir bien y a tener buenos hábitos nocturnos. Les vas a estar dando algo mucho más importante y duradero que una buena nota en el boletín.