Sabemos bien que el sueño tiene una importancia fundamental en el desarrollo infantil, aunque esto no se ve necesariamente reflejado en acciones: muchxs chicxs no duermen lo suficiente.
Condicionantes como la pandemia, el exceso de televisión y de videojuegos y la comida ultra azucarada no ayudan en absoluto. Pero ahora nos gustaría ir un poco más profundo, para entender cómo afecta la falta de sueño en las mentes y en el rendimiento de nuestrxs hijxs.
Cualquier persona que duerma mal va a estar cansada durante el día, de mal humor y con la cabeza en cualquier lado. Especialmente en lxs chicxs, esto tiene efectos negativos generales que no sólo perjudican su bienestar y salud mental.
También se ve reflejado en su desempeño escolar y en sus capacidades de descubrir y experimentar el mundo que lxs rodea.
El sueño: nafta para el cerebro
No es ninguna novedad, entonces, que varios estudios hayan demostrado que la falta de sueño afecta directamente las notas de lxs chicxs en la escuela.
Y acá nos gustaría detenernos un segundo: sabemos que un lindo boletín con buenas notas enorgullece a cualquier padre o madre, pero también estamos en condiciones de decir que eso no es lo más importante.
Lo primordial en la educación de nuestrxs hijxs es desarrollar su curiosidad y su capacidad de observar y analizar el mundo que lxs rodea. Un 10 en geografía no es necesariamente garantía de eso, y las malas notas tampoco son, de por sí, un indicio de la incapacidad de ningún chicx.
Pero no importa el enfoque que tengamos sobre la educación, dormir mal no ayuda en ninguno de estos aspectos.
Investigadorxs de Boston College (EE. UU.) compararon el desempeño escolar de casi un millón de estudiantes, en más de 50 países, mientras hacían un seguimiento de sus patrones de sueño.
Así pudieron demostrar, con evidencia científica, que lxs estudiantes que dormían regularmente más horas también llegaban a notas más altas en matemática, ciencias y en comprensión lectora.
Duermete niño, duermete ya...
Que viene el lobo y te llevará… Así sigue una de las versiones de este tema tan icónico de nuestras infancias. Por suerte, hoy en día tenemos una pedagogía más desarrollada y menos amenazante para nuestrxs hijxs.
Y no todo es tragedia y malas noticias. Hay una forma de revertir los efectos negativos que trae el dormir pocas horas y con baja calidad de sueño. Si un/a chico/a empieza a dormir lo suficiente de manera regular, sus notas y su capacidad cognitiva general pueden mejorar.
Intentá que no miren tele o usen el celular un par de horas antes de irse a dormir (y de paso podés hacer lo mismo: ¿qué mejor que dar el ejemplo y encima beneficiarte vos también?).
Tratá de no volver costumbre la gaseosa o la comida repleta de azúcar en la cena. También podés leerles un cuento antes de dormir o hacer algún plan que implique descargar energía para que se acuesten bien tranquilxs (pero tampoco lxs pongas a correr y saltar porque no se duermen más).
En fin, enseñales a dormir bien y a tener buenos hábitos nocturnos. Les vas a estar dando algo mucho más importante y duradero que una buena nota en el boletín.