Publicado el

Débora Nishimoto

Un Cuarto Propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Débora Nishimoto.

Débora Nishimoto.

Soy Débora Kaori Nishimoto, actriz y cocinera. Vivo con mi gata carey Suzuki Budín. Me gusta mucho leer, poesía sobre todo. Hoy llevo adelante @kaori.alimentacion, mi proyecto de cocina, con el que doy talleres, hago popups y conecto diferentes ramas artísticas con el universo de la alimentación.

Me formé en teatro con Nora Moseinco, Federico Leon y Alejandro Catalan. En este momento me encuentro filmando una serie para Netflix y haciendo funciones en el Konex de la obra teatral @Los.Miedos, que va por su sexta temporada.


Débora, tiene mucho para contar. Es gastronómica, artista, curiosa de la vida y emprendedora. Eligió a Calm para acompañar sus noches de descanso junto a su compañera gatuna Suzuki. Acá les dejamos lo que fue esta charla íntima con ella, en su hermoso hogar.

 

Vamos a empezar: ¿Nos haces una pequeña introducción sobre vos?

Débora: Debora es la identidad que llevé durante muchos años, su significado es abeja trabajadora, que encarna mi lado más exigente, que va a por todo, que lo que quiere lo logra. Desde chica siempre me gusto trabajar, tener mis propios proyectos, tengo una energía muy perfeccionista y productiva, pero, eso fue justamente lo que me llevó a tener un accidente, hace 6 años, que cambió mi vida por completo, me movió muchas fichas, movió todos los cimientos que venía construyendo. Tuve que renacer.


En ese accidente perdí el olfato, me golpeé la cabeza, y tuve un traumatismo de cráneo. Ahí es cuando me vi obligada a frenar todo lo que hacía en mi vida, básicamente parar con la exigencia. El proceso de recuperar este sentido fue muy lento. Esto me hizo conectar con la calma, la paciencia. Y hoy en día disfruto mucho de eso, creo que tiene que ver con mi lado más japonés, el oriental tiene otra concepción del tiempo. 

Luego del accidente, empecé a cocinar, tengo mi proyecto, Kaori, que es mi nombre en japonés, nunca lo  había utilizado hasta ese momento, significa aroma, perfume. Y para reactivar mi olfato, decidí trabajar con especias, olores fuertes y distintos sabores. También arranqué teatro, por recomendación de un amigo y descubrí un espacio en el que se celebra el error, la espontaneidad, algo con lo que no estaba familiarizada, es más, estaba totalmente acostumbrada a lo contrario, en mi anterior rutina no me podía permitir fallar.

Hoy la cocina y la actuación son mi sostén. La escritura y la poesía están muy presentes en todo lo que hago, sigo teniendo a la literatura muy de cerca, pero desde otro lado más creativo, no tan académico. Por mucho tiempo tapé esa faceta mía, calma, flexible, espontánea, y ahora es parte de mi vida. 

Hoy siento que soy Debora y Kaori más que nunca, a la vez, la disciplina, la calma, lo estético, el error, la paciencia. Lo académico sigue estando. Amo leer, hago un taller de poesía pero sin presiones, sin exigencias, no como antes.


La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en tu creatividad?

Débora: Las personas, obviamente para lo que es actuación, me inspiran constantemente. Ciertos gestos que observo o ciertas maneras de hablar. A veces me anoto frases de mi papá, por ejemplo, que es muy ocurrente.

Para escribir también me inspiro en mi familia, en mi abuela particularmente o mi linaje, eso lo usé mucho. Ah y las ciudades, para lo que es cocina por ejemplo, son muy inspiradoras

Las diferentes culturas te inspiran para lo que quieras. Me gusta hacer pop ups o cocinar en lugares, para ver a las personas degustando con placer lo que uno hizo. Hay algo del proceso, el tiempo y la paciencia que lleva la cocina, que cuando está todo dado en el final y ves comiéndo a todos, es hermoso e inspirador.

También me encanta viajar para poder hacer mi propio viaje culinario.  Amo eso de conocer las culturas a través de la comida.

¿Qué necesitas para tener un espacio que te haga feliz?

Débora: Luz y silencio. Tengo dos polos que equilibro. Por un lado, me gusta mucho salir a bailar y la música bien fuerte. Y, por otro lado, en mi casa me inclino más por la tranquilidad. Aparte, últimamente estoy muy sensible a los ruidos fuertes de la calle, entonces más que nunca estoy muy amiga del silencio.

Después, obviamente necesito un animal en la casa. Mi gatita Suzuki es mi compañera. Siento mucho su presencia.

Es muy importante tener espacio, me gusta mucho tirarme en el piso, hacer poses de yoga  o relajarme con Suzuki y un libro. 

Soy medio minimalista, creo. No tengo casi cuadros, creo que solo ese que está en el living, que ni siquiera es un cuadro. Tengo algunas cositas que me aportan color. Por ejemplo, obras de cerámica que me gustan mucho, pero nada que me agobie visualmente.

¿Cuáles son los objetos a los que más afecto les tenes en tu casa?

Débora: La cafetera es una. Si o Si. Me la compré hace relativamente poco y soy muy fan del café. 

Los libros también, la biblioteca en general, es un lugar al que acudo constantemente porque me gusta mucho agarrar alguno que leí hace mil, volver a leerlo, ver lo que tenía marcado, ese tipo de cosas.

Tengo ese pequeño gatito negro, en honor a Cafecito que es un gato negrito que tuve y era lo mejor del mundo. Cafecito, espresso doble, le decía. 

Ese objeto sería uno de mis preferidos. Me lo regaló una amiga para mi cumpleaños, justo antes de que falleciera, entonces ese es su homenaje. Está ahí cuidando. Siento realmente su presencia.

Para adentrarnos un poco en tu habitación, queremos mencionar que el nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación. Habiendo aclarado eso, ¿qué significa para vos tener un cuarto propio?

Débora: Lo siento como algo de independencia y libertad, ¿no?. Como un tesoro ganado porque tampoco es algo que se nos presenta tan fácil, tener un cuarto propio, en todos sus sentidos. Es como un preciado tesoro, que construís. Y que uno le va dando cariño poco a poco. Vas comprando primero tu mesada, después tu lámpara y lo vas acondicionando. 

Yo paso mucho más tiempo acá en el living que en la habitación, es mi lugar de inspiración. Yo me siento ahí, en el sillón, a escribir. Es tranquilidad e introspección. 

Y un espacio propio también, en mi opinión, tiene mucho que ver con la soledad. Pero no de estar solo, sino en intimidad con uno mismo. Siento que hoy en día hay mucha gente que tal vez le escapa a eso. No es fácil. Te llenas de planes y vas cargando tu cabeza con estímulos y sociabilidad. Para mí el momento de estar sola y tranquila es muy preciado.

Es importante darle amor a ese espacio y decir ok, esto soy yo, esto lo siento mío.

Charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en tu vida. El cuarto propio, es un reflejo de las personas que lo habitan. Para vos, ¿cuáles son los objetos que más te representan de ese espacio?

Débora: Es bastante minimalista, así que te diría que es la cama. Y la luz que entra a la mañana, para mí es muy importante. Me gusta despertarme con el rayito de sol. 

También, hay algo que mantengo mucho: la energía en cada espacio. Soy de apagar el celular a la noche siempre, me levanto con mi despertador analógico. Prefiero desconectar totalmente para poder descansar bien. Es más, al despertador lo dejo en el baño, me levanto y voy hacia ahí para ya arrancar. Tampoco veo pelis en la cama, si leo y me relajo. Pero tengo mi cuarto como algo muy sagrado. Es mi resguardo. Me compré hace poco un instrumento que se llama kalimba. Es como de viento. Cualquier tecla que aprietes suena bien y a mí me calma mucho, me tranquiliza antes de dormir. Estoy así en la cama y toco teclas. Es como que me apaga un poco la mente. Como si fuera un mantra.

Te diría que vengo a mi cuarto a desconectar del día. Ver Instagram en la cama, por ejemplo, me parece una locura. Necesito empezar a despejarme ni bien paso por la puerta.

Buceando un poco de nuevo en el resto del hogar, ¿qué rituales tenes para vos y solo para vos en tu casa?. Esos mimos que te das a vos mismo cuando estás solo.

Débora: Mi café es mi momento del día. Después de eso, hago yoga, siempre. Mi cuerpo me pide lo que necesita y cuando me despierto me pide elongar. Tomo mucha agua también. 

Pero mi momento preferido es tomarme un café, lo hago en silencio. Luego, pasa una hora y desayuno con las noticias. Escucho mucho la radio eso sí. Me acompaña desde que terminé la secundaria y, laburando desde casa, es una re compañia. Pero cuando como, apago todo. Me gusta ese silencio. Estoy con mi gata, miro el balcón, para que me entre un poco de luz. 

Esos son mis momentos más míos. Cuando tomo café, no me gusta apurar nada, darle el tiempo que merecen las cosas. Ponele, tomarlo caminando por la calle, no me entra en la cabeza. Me gusta hacerlo sentada y disfrutarlo. Ahora estoy tratando de meditar post yoga, me cuesta, pero es un hábito que estoy incorporando.

Tenes una casa realmente hermosa y se nota el amor que le pusiste. ¿Me contás un poco sobre los muebles que elegiste?

Débora: Enfrente de mi cama tengo un mueble, azul, que sin darme cuenta es un color que tengo mucho en casa. Lo elegí por su forma de puntas redondeadas y cajones, más que nada, pero el color me llamó mucho la atención. Tengo varias cerámicas también, aunque no son un mueble. Hago arreglos florales, ikebana, entonces las cerámicas vendrían a ser un poco un intermediario para exhibir ese arte.

Por otro lado, mi mesa de vidrio en el comedor, dónde está mi máquina de café. Luego tengo también unas mesitas altas, que las hace un amigo que tiene un estudio, Ries. Mi sillón, en el que me gusta estar bastante, con Suzuki. Ahora estoy queriendo cambiarlo, pero es difícil elegir. Es algo muy de la identidad japonesa, pero me gusta mucho estar en el piso, llego a un lugar y sentarme en el piso directamente. La mesa negra que tengo frente al sillón también me acompaña en muchos momentos diarios.

¿Qué fue lo último que soñaste?

Débora: A veces sueño que estoy corriendo, se me vencen las piernas y comienzo a correr en cuatro patas. Corro normal, no puedo más y luego hago esa transición.

En la terapia a la que asisto, trabajamos con bioenergética y me ayuda mucho a enraizar, porque a veces tengo la tendencia de volarme e ir para arriba. Entonces intento conectar más con la parte inferior de mi cuerpo. Estar terrenal.

¿Tenés algún ritual que te ayude a dormir bien?

Débora: La Kalimba. En su momento también probaba algunas gotitas de valeriana o té de cedrón, este último me hacía bostezar sin parar como si estuviera depurando algo. Ahora tomo unas gotitas de fitoterapia. 

Lo que hago si o si, es apagar el celular una hora antes de dormir. Ponerme cremas es un ritual que tengo todas las noches también. 

Escribir o leer. Quizás escribir es algo más de la mañana para mi. Antes tenía un noctario, que era de los sueños. Trataba de escribir todos mis sueños, y si lo haces algo constante, empezás a atar cabos.  

Ah y en verano cuando me da calor, antes de irme a dormir, me mojo los pies, y los saco del acolchado, aunque duerma con el aire. 

¿Qué es lo primero que haces al despertar?

Débora: Apagar el despertador que tengo en el baño. Lavarme la cara e ir directamente a tomarme mi primer cafecito del día. En silencio.

¿Qué tenés actualmente en tu mesa de luz, que sentís es esencial para el descanso?

Débora: Un vaso de agua, si o si, la kalimba y algún libro. Me ayudan a inducir el sueño. Mi gata no está en mi mesa de luz, pero si duerme conmigo, obviamente. Y es algo esencial e indispensable en mi descanso. Apenas voy a la cama me sigue, encima le gusta dormirse en mi pecho, y no se si la vieron pero es bastante pesada. Trato de adaptarme mucho a ella, por ende a veces me despierto en el medio de la noche porque no puedo respirar (risas). Ella ni se mueve.

Si alguien famoso pudiera leerte un cuento para dormir, ¿quién sería y por qué?

Débora: Hace poco fui a ver a Lorie Anderson, artista y escritora, fue durante mucho tiempo la pareja de Lou Reed. Ahora estoy leyendo su libro “El corazón de un perro” que habla mucho de la relación con su perra y la muerte. La fui a ver en vivo, leyó varios textos y me vino ese recuerdo ahora. Me gustó mucho la verdad, me transmitió paz. Porque la realidad es que podés escribir muy bien y todo, pero lo lees y no es lo mismo. 

En un período de mi vida, tomé clases de canto, para conocer mi voz. Una vez la profesora me dijo agarra un libro de mi biblioteca, empezamos a leer y descubrí que me gustaba mucho leer en voz alta. Es algo que observo mucho, esa capacidad de hacerlo con gracia e interesante.

¿Sos de acordarte de lo que soñas?

Débora: No tanto. Si algo me pega, lo escribo, o a veces me baja solo durante el día. Tampoco suelo acordarme de los sueños con mucho detalle. A veces cuando tengo uno muy particular, lo trato de bajar, agarro un cuaderno y quizás veo los sueños que tuve y logre escribir, es muy flashero. Por eso el registro es importante, genera un hilo conductor.

¿Conocías a Calm?

Débora: Sí, paso mucho por el local de Santos Dumont y Córdoba. Y el color es muy llamativo. Siempre que paso con el bondi termino mirando en esa dirección. Inevitablemente. 

¿Qué es lo que más te gustó de Calm?

Débora: Me encanta la funda de tusor, el color es hermoso y es super suave. El relleno sin la funda es todo mullido, yo duermo sin sábanas aparte, entonces lo siento sobre la piel y es una muy linda sensación. Aparte amo que me haya venido con unas medias. Son esos pequeños detalles que te cambian completamente la experiencia.

¿Por qué nos elegiste?

Débora: Me intrigaban mucho sus productos. Los vi como una marca joven, llamativa y como te dije, me llamaba la atención el local cuando pasaba por la puerta. La verdad, habiendo probado el edredón y la funda, la calidad es impecable. Mi cama es otra ahora, y mi sueño también.

Por último nos encantaría saber, ¿cuál es tu sueño?, ¿cuáles son tus proyectos?

 Deborah: Estoy filmando una serie para Netflix que no sé si saldrá este año, pero me divierte el proyecto, me pone muy contenta. Sigo con “Los Miedos” la obra teatral que vamos a hacer en el Konex. También los talleres de cocina que voy a empezar en abril de este año, una vez por mes. 

La escritura es algo que vengo haciendo hace mucho, pero en silencio, y hoy quiero dedicarle más tiempo. El año pasado y el anterior empecé a leer en vivo en ciclos y, con una amiga, paralelamente empezamos a escribir una obra teatral. Hay algo diferente en eso, porque yo siempre fui actriz intérprete de algo que escribió alguien, y es distinto actuar algo que escribiste vos.

La obra tiene que ver mucho con la poesía, a ambas nos gusta mucho leer y actuar, por eso la siento tan genuina. Como un reflejo de lo que ambas somos. 

Eso sería un desafío, animarme, la primera obra es algo muy personal. Intimo. A veces hago muchas cosas que me exponen pero no me dan vergüenza pero, por ejemplo, leer algo muy mío qué escribí yo si me da cierto pudor. Es muy loco. 

Una obra de teatro propia tiene un poco de eso. 

También siempre sueño volver a japón, hace un monton que no voy. Cuando fui por primera vez a los 18 no estaba muy apegada a mis raíces, y luego del accidente, empecé a estudiar el idioma, y conectarme más con mi procedencia, y fue otra experiencia.

Instagram: @deboranishimoro

Publicado el

Agus Vivo

Un Cuarto Propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Agus Vivo «La Femme D’Argent».

Agus Vivo

Creadora de canciones, a muchas las produce y a casi todas las canta. La Femme D’Argent es su primer proyecto musical de pop electronico. También tiene otro con amigas que se llama Gatitas Veganas y a su vez, colabora con artistas en todo tipo de obras.

Enamorada de @s.o.v.o y guardiana de Apolo y Naoki.

Agus es una persona que nos inspira desde muchos lugares. Eligió a Calm para acompañar las noches de descanso de su bebé, Apolo, y para vestir algo tan íntimo como su cama. Acá les dejamos lo que fue esta charla íntima con ella y su bella familia.

Calm: ¿Nos haces una pequeña introducción sobre vos?

Agus: A mí me gusta decir que soy mitad uruguaya y mitad argentina, porque me parece algo importante. Mi papá es de Uruguay y yo siempre miento y digo que soy uruguaya, que no es cierto, porque nací acá, pero me siento río-platense. Soy de acá y soy de allá. Soy rioplatense.

Me dedico a la música. Tengo un proyecto de pop electrónico que se llama “La Femme de Argent”. Y después tengo otro proyecto con dos amigas que se llama “Gatitas Veganas”. Y también tengo otra parte de mi que es Agus Vivo, donde saco colaboraciones con otros artistas. Básicamente me dedico a la música y a componer. También soy astróloga, no ejerzo, pero estudié, me interesa y me sirve para la vida: para vincularme mejor conmigo y ser más empática con con los otros. 

Por otro lado, trabajo a veces produciendo o colaborando en proyectos más visuales, como por ejemplo con mi pareja, Santi. 

En resumen, soy rioplatense y soy música. También madre, a veces no caigo (risas). Madre de Apolo un año y dos meses. Así que soy un poco todo eso. 

Calm: La ciudad, las personas y los espacios. ¿Cómo influyen en tu creatividad?

Agus: Oh, infinito. Soy fanática de la arquitectura y de los objetos. Me inspiran, inclusive musicalmente. Cuando armé toda la estética de la FEMME, me metí como en todo el mundo brutalista y del diseño. Porque había algo de eso que para mí era como…magnético. Se complementaban ambos universos, principalmente en el sentido audiovisual porque no necesariamente quería vivir en esas casas. Sentía que la música hablaba de ese tipo de estructuras. Todo ese mundo, del diseño, me convoca. 

Y en mi vida diaria, encuentro muchos disparadores, que me nutren para trabajar o crear.

Yo le diría a Apolo que elija la carrera que quiera, porque te da una forma de pensar y de mirar, pero después, aunque no te dediques a eso, la aplicas de alguna manera. Te da una forma de hablar, un lenguaje, una forma de observar. Como que te direcciona. 

En una época estaba full con los talleres literarios y andaba por la calle, pensando de esa forma, en palabras o historias. O empezas a actuar y mirás todo el tiempo escenas. 

Bueno, mismo pensaba, Santi estudió Diseño Industrial y terminó haciendo otra cosa, se fue más por lo audiovisual. Entonces pienso, una carrera es estructural. Una sola disciplina, muchas veces, queda corta. Entonces, es ahí donde salimos a buscar otras cosas. 

Santi: Claro, por ejemplo, para terminar de transmitir un mensaje, necesitas apoyarte en otras cosas. Más visuales, más estructuras, más… de otras disciplinas. Y Agus, en ese sentido, sí se inspira y lo usa para complementar y nutrir su música. Esa es mi perspectiva. Cuando yo la conocí, ella tenía un Instagram de su banda y en el el que publicaba edificios, muebles, cualquier cosa que encuentre que ella sentía que estaba hablando de lo mismo o tenía una conversación con su música. Entonces, creo que en ese sentido, nunca se cerró a una sola disciplina, a un solo tipo de imagen o medio de comunicación.

Agus: Siempre hablamos de nuestra futura casa, que no sabemos si alguna vez va a ocurrir, pero tenemos fantasías muy robustas, hablamos de detalles rarísimos. Y está bien, las podes cambiar libremente porque aún no son reales. Como por ejemplo, la ubicación. Esa es la combinación virgo-escorpio, yo soy virginiana y Santi es escorpiano. 

A los dos nos gusta, no sé, refaccionar, es decir, comprar todos los muebles usados, comprar tela y recrearlos. Cambiar texturas y probar cosas. Estas sillas en las que estamos sentadas, verdes de terciopelo, las encontré en Santa Fe. 

Me encanta eso de descubrir tus propias cosas, encontrarlas, traerlas, meterles tu flash y después acomodarlas para que encajen. Ese espejo, que está colgado en el hall de entrada, lo encontramos hace un mes en la calle, es malísimo, pero le pusimos esa espuma alrededor y cambió por completo.

Tenemos el living repleto de obras, todas de amigos. También nos gusta eso, nos divierte. Le da una energía especial a la casa que nos inspira todos los días.

Calm: ¿Qué necesitas para tener un espacio que te haga feliz?

Agus: Para mi es importantísimo el espacio para ser feliz. Nosotros pasamos, los dos, un montón de tiempo en nuestra casa y tiene que ser un lugar que inspire, porque es el lugar dónde encuentro los espacios y el silencio para componer, donde también nos gusta recibir un montón de amigos, artistas y crear acá. 

Por eso también tenemos esta intención futura de tener un galpón casa, donde podamos hacer esto que nos gusta mucho, recibir gente. No sé, ayer vinieron mis amigas y nos sentamos acá a comer y a componer y después viene, un amigo de Santi que quiere escribir un guión y se sientan acá y como que la casa está rodeada de artistas. 

Entonces a nosotros nos re importa que el espacio sea cálido, bello e inspirador. Espacioso. Que haya plantas, luz, instrumentos, libros y amplitud para hacer cosas. Por ejemplo, si un fin de semana nos sobra tiempo y tenemos pintura, sentarnos y pintar.

Santi: Instintivamente buscamos casas que sean espacios de creación. En ese sentido puede ser cualquier tipo de creación, en tanto y en cuanto podamos intervenirla, usarla, exponerla a estas actividades. Y, si el espacio no nos lo permite, no sirve de nada. Nos gustan los espacios grandes y en blanco. Cuanto menos definiciones, más polivalente y sin restricciones. Esa es nuestra principal búsqueda. Re damos vuelta la casa un sábado, por ahí lo vivimos dos días y no nos termina gustando la disposición y la volvemos a armar. 

Calm: ¿Cuáles son los objetos a los que más afecto les tenes en tu casa?

Agus: Me enamoro mucho de todo, pero al mismo tiempo podría soltarlo todo. Soy muy de enamorarme de algunos objetos. Le tengo mucho afecto a mi  biblioteca, su contenido. Siempre quiero que en mi casa haya una. 

En casa, tenemos muchas obras arte que no tienen función pero si les tenemos apego. Pero, todo lo que más me importa está en este espacio, el living. Por ejemplo este piano que es una muy nueva adquisición, estoy muy encariñada. Tiene una historia muy linda. Era de una concertista. 

Mi guitarra que no está ahora porque se la llevó mi hermano a un casamiento, me la compre en un viaje en San Francisco, no toco mucho pero si la uso para componer. Es una guitarra electro criolla que tiene historia, me encanta.

De todos mis muebles estoy muy enamorada, pero los podría soltar y enamorarme de otros. 

Calm: Queremos mencionar que el nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación. Habiendo aclarado eso, ¿qué significa para vos tener un cuarto propio?

Agus: Para mi un buen colchón es clave, pasas muchas horas de descanso ahí, o también una buena silla de trabajo, es esencial.

En este momento de nuestras vidas, ahora que fuimos padres, el cuarto cobró un lugar muy especial. Al principio de la maternidad, empezas a valorar mucho el sueño y lo reparador que es dormir bien.

Cuando vivía con mis padres tenía un cuartito de música que era mi espacio. Sentía que ahí estaba conmigo misma, sola.

Hoy en día, el living de casa está lleno de cosas, pero nuestro cuarto está muy vacío. Nos gusta tener arte pero, por default, quedó vacío. Es un lugar de descanso visual y auditivo, es como que elegimos que sea un espacio de silencio absoluto.

Calm: Charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en tu vida. El cuarto propio, es un reflejo de las personas que lo habitan. Para vos, ¿cuáles son los objetos que más te representan de ese espacio?

Agus: Siempre fui muy noctámbula, me dedico a la música electrónica y hubo momentos en los que estaba muy activa, tocaba muy tarde y antes cuando vivía sola, me gustaba. En esa etapa de mi vida, tenía todo mezclado y desordenado. En este momento, estoy en otra nada que ver. Vivo con Santi mi pareja, con Apolo mi hijo y Naoki mi gato, ya no estoy sola en mi caos. Hoy valoro mucho el poder aislarme en un espacio, el poder tener espacios para distintas funciones. 

Nos gusta mucho crear e invitar gente, pero también que cada uno se pueda refugiar en distintos lugares, en diferentes momentos. Hoy, atravesando la maternidad, empecé a tomar conciencia sobre lo lindo que es dormir realmente bien. Aunque nuestro cuarto no tenga muchas cosas, es hermoso, tiene una cama muy bajita, un libro que me acompaña, una tele que no está enchufada, quedó ahí (entre risas) y un ventanal que da a nuestra terraza repleta de verde.

Le encuentro un valor, así como en la música, al silencio y los espacios vacíos. En la música, cuando hay espacio para que se escuchen diferentes sonidos, encuentro valor en que el cuarto esté vacío, que tenga mucho blanco, que no tenga obras. No quiero nada que me contamine visualmente, nada cargado. Versus el resto de la casa que, de hecho, tiene bastantes cosas y nos gusta cargarlo cada vez más. El cuarto es otra cosa, otra energía, es simple. 

Calm: Buceando un poco de nuevo en el resto del hogar, ¿que rituales tenes para vos y solo para vos en tu casa?. Esos mimos que te das a vos misma cuando estás sola.

Agus: De todo hago un ritual creo. Pero desde que soy madre, bañarme. Es mi momento a solas para despejarme. Cambia tanto todo una vez que tenés hijos, es un cliché decir eso pero real, a partir de ahora no pienso solo en mí, tengo el radar prendido y agudizado para otra persona.

Quedarme despierta por un rato, cuando todos se van a dormir. Es otro mimo que me hago. Casi siempre me acuesto última, porque me acostumbré de chica. Somos cinco hermanos en mi familia y a mi me gustaba dormirme última, para estar a solas en silencio. 

Cuando cenamos con Santi o cocinamos después de acostar a Apolo, lo siento un momento para mi. Tener un hijo te hace sumar más rituales. A él hay que ordenarlo y eso me compone mucho la rutina a mi. El me viene a desafiar con eso, antes era muy caótica. Por ahí porque Santi y yo, que nos dedicamos al arte, tenemos vidas que cambian mucho todo el tiempo. No tenemos una planificación fija, por ahí hay días que estamos acá todo el tiempo y hay otros que no estamos ninguno de los dos. Por ahí él está en algún rodaje y yo toco y ensayo, varía mucho. Apolo nos invita a unificar, entonces todo cambia, los rituales y detalles.

Calm: Tenes una casa realmente hermosa y se nota el amor que le pusiste. ¿Me contás un poco sobre los muebles que elegiste?

Agus: Empiezo por el piano que es una adquisición relativamente nueva. Cuando vivía con mis padres tenía uno, pero después, cuando me empecé a dedicar a la música electrónica, adquirí un sintetizador, una guitarra, un controlador midi, y me quedó pendiente la experiencia del piano. Encontré a esta chica, hace un tiempito, que es concertista y estudió toda su carrera con este piano y ahora se compró uno de cola y quería venderlo. Pero no a cualquier persona, sino a una música. Me pasaron su contacto porque sabían que yo estaba en la búsqueda y fue match. Lo compré ni bien nació Apolo, ella vivía lejos, entonces no lo fui a probar. Comprar un piano sin probarlo es una locura pero fue muy bello lo que pasó con ella. Me llamó, hablamos por videollamada, me lo probó en vivo. Yo había parido hace un mes y me costaba irme de casa. Ella vivía a una hora y media, entonces me llamó, me tocó un montón de obras, me mostró el piano, lo abrió, me contó todos los detalles, hasta de quien lo había hecho. Mucha confianza. 

Y ahora vive acá. Me escribe para saber de él, y le mando fotos. Es un piano nacional. Es raro, no hay muchos de industria nacional, entonces tiene un valor, un afecto especial acá en casa, en su rincón. 

Cuando nos mudamos juntos, con mi pareja, nos faltaban muchos muebles y me volví adicta a comprar online, entonces me llené de muebles usados. Compré esas dos lamparitas (hacen juego, tienen una base de metal y vidrio con formas abstractas, parecen hielos). Estas sillas, compramos seis, muy baratas, y las retapizamos en verde. Se las compré a un chico de santa fe que estaba vendiendo las cosas de su abuela. Me encanta darle una segunda vida a los muebles. Después tenemos unos sillones de plástico blanco, en el hall de entrada, que son muy la estética de La Femme. Es una estética que me remite a espacio o galaxia, (acompañan al cuadro que está colgado arriba a la perfección). Hay una especie de obsesión con los cuadros acá, muchos son de un amigo de Santi, casi que tenemos un museo de él. Tenemos mucho arte de amigos. Hay muchas obras que son un intercambio de amigos que le dan vida a la casa.

Mi guitarra no está, pero es parte de la escenografía del living. En la entrada tengo unos cuadros que son unas personitas, son tapas de unos singles míos, que me hizo una amiga. 

Hay obras de Santi por toda la casa que, como te decíamos, no tienen una función puntual, pero si tienen afecto. Esta obra que era de los papás de él, que está colgada al lado del sillón del living, se las rompió, la volvió a pegar y ahora está acá.

Calm: ¿Qué fue lo último que soñaste?

Agus: Últimamente, nada que quiera acordarme. Estoy teniendo bastantes pesadillas, me gustaría darte otra respuesta, pero esa es la real.

Calm: ¿Tenés algún ritual que te ayude a dormir bien?

Agus: Lo primero que se me ocurre es que repaso todo lo que tengo que hacer mañana. Re freak. Santi odia que haga eso (risas). 

Pero si me gusta repasar lo que voy a hacer al día siguiente y anotarmelo, para descansar en paz y no tenerlo en la cabeza porque sino me voy a dormir en estado de alerta. Me desahogo, lo libero y después, si no me puedo dormir, me imagino una fantasía con algo que quiero hacer: un viaje, mi próxima casa, algún flash.

Ahora, después de Apolo, también tengo mucho respeto por el silencio para poder charlar o relajar. Por eso dejamos de ver series, porque al principio dormía con nosotros. Ahora duerme en su cuarto con su colchón para bebé de Calm, y eso cambia un montón, es una nueva etapa. 

Ah y me gusta dormir siempre con pijama. Me gustan mucho los pijamas, sobre todo los de invierno. Amo ponermelos y estar tapada, por eso suelo dormir con ventilador. Me gusta el ruido que hace, me hace acordar a cuando era chica. Lo que sí, no soy de tirarme a dormir directo, sino que soy lenta. Hago mis cosas, me tomo mi tiempo. Quiero que esté todo en su lugar, que haya armonía.

Calm: ¿Qué es lo primero que haces al despertar?

Agus: Dar la teta, ahora estoy en esa. Luego me lavo la cara y los dientes, después preparar un mate o café, depende el día. Preparo el desayuno y me tomo ese rato para pensar en el día, a veces tengo que arrancar rápido pero cuando puedo lo disfruto a mi ritmo.

Calm: ¿Qué tenés actualmente en tu mesa de luz que sentís que es esencial para el descanso?

Agus: No tenemos mesa de luz, pero si al lado mio siempre tengo una botella de agua y un libro, ahora estoy leyendo “Otro río que pasa: Un Siglo de Poesía Argentina Contemporánea”. Son 100 poemas seleccionados por diferentes poetas argentinos, lo leí varias veces, pero me gusta volver. 

Calm: Si alguien famoso pudiera leerle un cuento para dormir, ¿quién sería y por qué? 

Agus: Cortazar. Lo Amo. En mi biblioteca tengo una foto de él. Es re cliché, pero me puede. Sino Cerati o Spinetta. El flaco sería alguien copado para que te hable antes de dormir.

Calm: ¿Sos de acordarte de lo que soñas?

Agus: En una época tenía el libro “El camino del artista”. Lo leí de chica y lo volví a leer en la pandemia. Es un ritual que intenté mantener en momentos de mi vida, un ejercicio que consiste en escribir ni bien te levantas. Lo hice varios años, es una experiencia zarpada, que recomiendo y me hizo muy bien. En esa época sentía que soñaba y que recordaba más. Ahora estoy con pesadillas que prefiero no acordarme. A veces me levanto de repente y los anoto o me mando un audio. Muchas veces son fuentes de inspiración para hacer algo, lo canalizas o lo hablas en terapia, es un material inconsciente interesantísimo para generar cosas.

Calm: ¿Conocías a la marca?

Agus: Conocí a Calm por redes. Me llamó la atención el producto, el diseño, me sonaba estético, novedoso, me daba intriga. Santi se metió e investigó todo. La experiencia es increíble, funciona espectacular, tienen una atención inigualable. Están en los detalles, mirá que soy honesta y re crítica, los dos somos así, te diría si fuese lo contrario. Ah y somos fanáticos de las sábanas de algodón, son nuestras favoritas.

Calm: ¿Qué es lo que más te gustó de Calm?

Agus: Me encanta el color amarillo y el diseño. Me gusta la atención, que te escriban que van a llegar a tal y tal hora, te avisan todo. Que puedas probarlo por 30 días y si no te gusta devolverlo. El detalle del regalito, que encima es útil, como el mate. Es un buen souvenir, y en un buen color, que me encanta.

Calm: Por último nos encantaría saber… ¿Cuál es tu sueño y cuáles son tus proyectos?

Agus: Dos cosas. Por un lado, nueva etapa musical, artística, nose si va ser La Femme o Agus Vivo. Un cambio. Con mis amigas estamos con Gatitas Veganas que es un proyecto descontracturado, es catarsis. Todas hacemos cosas  que no nos animamos en otros espacios, lo utilizamos como un medio para liberarnos, es un lugar de juego. Con Santi, mi pareja, queremos conseguir un galpón y transformarlo en estudio y casa. Montar ese lugar para invitar artistas y amigos, trabajar ahí, que sea un espacio más grande para montar de diferentes formas todo el tiempo. Ambos estamos en búsqueda de eso.

Calm: Muchas gracias por este hermoso intercambio y, obviamente, por permitirnos entrar en la intimidad de tu hogar.

Agus: A ustedes!

Instagram: @agusvivo / Instagram: @lafemmeargent / @gatitasveganas

Publicado el

Colchón original vs colchón híbrido

Si es simple, mejor.

En Calm creemos en un mundo más simple para las personas. Un mundo donde las actividades inevitables como comprar un colchón, no solo nos lleven menos tiempo, sino que sean una experiencia disfrutable. Y no solo es lo que pensamos sino que lo trasladamos a nuestros productos.

Desde un principio nos concentramos en lo importante: despejamos de la ecuación los elementos que no le suman a nuestra experiencia. De esta manera nace la decisión de crear dos colchones, distintos entre sí, pero ambos esenciales para un buen dormir.

Simplificar entre las opciones para poder adquirir un producto, nos pareció esencial, partiendo desde la base de que si es simple, mejor.

Encontramos un hilo conductor, y lo reflejamos en nuestras ofertas. Ambas opciones tienen sus diferencias y virtudes, pero coinciden en algo y estamos seguros de ello: mejoran el bienestar de las personas. Desde que eran una idea, un prototipo, una prueba y hasta ahora que es una estructura completamente desarrollada, en cada paso, pensamos en la experiencia del usuario y que esta sea por sobre todas las cosas, sin vueltas. Queremos que se lleven a sus casas un producto que fue pensado para mejorar sus noches de sueño.

El descanso original

Nuestro Original es el colchón mejor puntuado de Argentina, con un 4.74, basado en 12.363 opiniones. 

Claramente, un compañero ideal para tus noches de sueño, tiene toda la suavidad y la comodidad que usualmente no se encuentra cuando se prioriza el soporte. 

Dormir sin interrupciones. Encontrar una superficie que se adapte perfectamente a la forma de tu silueta y acompañe tus movimientos. Se trata de una estructura con equilibrio. Un original, creado para ser un aliado del sueño.

Pero no solo lo decimos nosotros:

“Es firme pero cuando te acostas sucede algún tipo de magia y se adapta al cuerpo.”

“Suave al tacto, la rigidez justa al acostarse. No se deforma con el tiempo. La mejor inversión

“Me siento como si estuviera durmiendo en un hotel (¡de los buenos!) todos los días. Un placer…”

Si tuviéramos que describirlo en una sola frase sería: el colchón que logra la firmeza perfecta. 

Ni muy muy ni tan tan. En las pruebas que realizamos y las pocas devoluciones que recibimos, la mitad dice que el colchón es demasiado firme, y la otra mitad dice que es demasiado suave, por lo que estamos seguros de que encontramos el punto «justo».

Y no es por alardear pero 99 de cada 100 personas se enamoran de su nuevo colchón dentro de las 30 noches de prueba gratis 😉

Quedate con el colchón que te trate como un merecedor del buen dormir.

¡Hola Colchón Híbrido!

Y un día lanzamos el primer colchón híbrido en caja de Argentina. El equipo de los sueños trabajó incansablemente para seguir superando los límites de la innovación y continuar revolucionando la forma en la que dormimos.

Logramos lo que muchas personas creían que era imposible en nuestro país: un colchón con tres capas de espuma y un núcleo de resortes pocket que viene en caja, combinando lo mejor de la tecnología de ambos materiales, es decir, lo mejor de dos mundos.

Su núcleo permite un flujo de aire constante, creando un descanso sereno durante todas las estaciones del año, desde las noches frías de invierno hasta las más cálidas de verano.

En fin, se trata de una superficie liviana y fresca.

Al igual que nuestro original es un noble compañero del buen dormir. Y al tratarse de una estructura con resortes y espuma, se ajusta perfectamente a tus movimientos nocturnos y asegurar una excelente distribución del peso corporal.

Nuestro híbrido es una adquisición esencial para personas que buscan tecnología innovadora y comodidad, todo en uno. 

“Muy bueno, es como dicen, entre duro y suave a la vez. Excelente calidad”. 

Muy cómodo, la sensación de que uno entrega el peso del cuerpo y relaja”.

“Estoy muy contento pues es cómodo, supera mis expectativas”.

Hablemos de ácaros y polvo ¿Cómo prevenirlo y que generan?

Los ácaros del polvo son microorganismos comunes que pueden encontrarse en colchones y otros lugares de la casa. Y tenerlos alojados en nuestro colchón o en la habitación puede generar molestias para inducir el sueño y hasta a veces, incluso podemos desarrollar síntomas durante el día, afectando así a nuestra rutina fuera de casa.

Nuestros colchones contienen permiten un flujo de aire continuo, previniendo la humedad y la acumulación de polvo. Pero para poder asegurarnos de mantener un ambiente saludable e higiénico, te recomendamos lo siguiente:

  • Aspira y limpia el colchón para eliminar polvo y ácaros. 
  • Lava las sábanas, fundas de almohadas y mantas con agua caliente regularmente.
  • Podes voltear y airear el colchón para reducir la acumulación de humedad, lo que favorece a los ácaros.

Elegir entre el Colchón Original y el Colchón Híbrido se resume en encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias a la hora de dormir como a vos mas te gusta. Ambos colchones, con sus características únicas, buscan mejorar la calidad del sueño. Y desde nuestro lugar creamos dos colchones que mejoran el bienestar de las personas.

Publicado el

Vicky Garabal y Sofi Polke

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Vicky Garabal y Sofi Polke.

Vicky Garabal

Estudié comunicación social y trabajo en programas de radio y stream. Con Sofi creamos “Hay Plan”, una productora que me hace muy feliz como los fideos con manteca y queso. 

Sofi Polke

Soy comunicadora especializada en género y productora de cositas en Hay Plan. Me encanta leer y pasear con Pipu.

Vicky y Sofi tienen ese don de hacerte sentir en casa ni bien cruzas el umbral de la puerta, son un lugar seguro. Si bien el vínculo con la marca viene desde hace años, esta vez tuvimos la oportunidad de entrar en su intimidad y tener un intercambio hermoso que les dejamos para leer y disfrutar.

Calm: Chicas, primero que nada, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quiénes son y de dónde vienen?
VG: Me llamo Victoria Garabal, tengo 33 años, nací en Ciudad de Buenos Aires. Me dedico a la comunicación en forma amplia, estudié comunicación y trabajo en medios. Tengo una productora que se llama “Hay Plan” con mi esposa, Sofía.
SP: Ese es mi pie. Yo me llamo Sofía y también estudié comunicación. Me especialicé en género, estuve trabajando los últimos años en ese área y ahora estoy también full con la productora que tenemos con Vicky. Soy de Puerto Madryn, a los 17 vine a Buenos Aires a estudiar. 

Calm: ¿Se conocen de la universidad?
VG: No, fuimos a universidades diferentes. Nos conocimos hace tres años, más o menos.
SP: Teníamos muchas amigas en común que siempre nos decían “¡se tienen que conocer, se van a llevar re bien!”. No en mood amoroso, sino más bien de amigas. Pero siempre que Vicky iba a un lugar, yo no iba, y al revés.
VG: Y de repente fuimos las dos.
SP: Sí, un día saliendo de la pandemia nos juntamos con una amiga a tomar un café, que se transformó en un gin tonic, al rato se sumó Vicky y básicamente a la semana éramos novias.
VG: Claro, tenían razón nuestras amigas, pifiaron en el porqué, pero tenían razón.

Calm: Qué loco, no hace tanto que se conocen entonces.
VG: Sí, son tres años pero es como de toda la vida. Parece una frase hecha, pero de verdad. 
SP: Sí re, sin vueltas. Desde el principio fue divertido y fácil, básicamente parecía que tenía que ser así.
Calm: Qué lindo. Se les nota un montón, las veces que las he visto juntas se siente la química que tienen. 
SP: Al principio vivíamos separadas a dos cuadras, era como que vivíamos juntas pero en dos casas distintas. Un día estábamos acá, después íbamos para allá, y eso hizo que vivir juntas también se diera de manera natural. Muchos te dicen, “uy pero fíjate porque vivir juntas, las cosas cambian” y nada que ver.
VG: Sí, cambian para mejor.
SP: No hay que andar moviendo cosas jaja. También creo que somos bastante parecidas, por ejemplo, nos gusta recibir gente y tener la casa linda, que haya olor rico… 
VG: Y tener nuestras cositas. Hacer de nuestra casa un lugar al que querés volver.
SP: Sí. Yo me había mudado mil veces y siempre le digo a Vicky que no me quiero mudar nunca de esta casa. Ya nos está quedando chica, pero no me quiero ir de acá, la amo.

Calm: Es verdad, a mí me pasó lo mismo. Cuando me mudé con mi pareja, todo mejoró. Por ahí a ustedes les pasa, también, eso de ser “un lugar seguro” para la gente que quieren.
SP: Sí, nos re pasa que cuando una amiga tiene algún problema, muchas veces se vuelve medio un point.
VG: Sí, sí, cobra sentido, se activan protocolos de tés, de películas de Peretti…
SP: Manta, mascarillas, se arma camita en el sillón.
Calm: Es hermoso ser eso para alguien.

Calm: La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en su creatividad?.
VG: Yo creo que todo influye en la creatividad porque somos seres que habitan un espacio, que se relacionan con personas, todo lo que hacés te va formando y construyendo tu manera de ver el mundo. Y dentro de tu manera de ver el mundo, también es lo que quieras hacer con ese mundo. Qué es lo que querés crear, lo que sentís que falta, lo que está pero que se puede hacer de otra manera. La creatividad también la encuentro mucho en los vínculos. Bueno, vuelvo a Sofi porque es un vínculo que dispara muchas ganas de hacer. Y eso para mí también es increíble, cuando te relacionas con personas que te dan ganas de hacer cosas, de pensar, de rever y demás.
SP: Un poco en línea con lo que viene diciendo Vicky, yo viví en varias ciudades y siento que Buenos Aires tiene algo muy especial. Más allá de que acá tengo muchos amigos, gente cercana, lugares a los que me gusta ir, siento que tenés inspiración en todos lados. Desde lo cultural, lo vincular, las personas, los lugares a donde ir, siento que si salís y mirás hay inspiración siempre. El barrio también tiene que ver, amo Villa Crespo. Las calles, los locales, sobre todo los que no son nuevos, de golpe tenés un taller mecánico que lo mirás y es hermoso y pensamos: “tenemos que hacer algo en este taller o en aquella bicicletería”. Hay espacios increíbles donde mires. Las personas también tienen que ver, son full creativas y van a fondo. Pasas por el taller mecánico y están haciendo asado o pasás por la bicicletería y hay música en la vereda. Personalmente, Buenos Aires me parece una ciudad en la que encontrás inspiración en todos lados. 

Calm: ¿Qué necesitan para tener un espacio que las haga felices?
VG: Creo que sentirlo propio, que haya cosas que tengan que ver con tu historia o con lo que te gusta. A mí me gusta mucho mirar, me hace bien ver que hay cositas que me recuerdan a alguien, a un momento, a una elección o cuando lo compramos. Viví en esta casa antes y cuando nos mudamos juntas sentí que la casa se convirtió en otro hogar, realmente. Es como si pudiera separarlo, porque fue como juntar los dos mundos y hacer uno conjunto.
SP: Para mí también es clave que el lugar sea cómodo, que tenga olor rico y también esto que decía Vicky de lo visual, tener algo que te represente. A veces voy a lugares re lindos pero que no tienen nada de identidad y no me parecen felices. Por ejemplo, el clásico concepto de “Airbnb” esos espacios en los que puede vivir cualquier persona, o un café que puede ser el de cualquier ciudad. Esos lugares a mí se me hacen un poco vacíos, me encantan los lugares que tienen más identidad, que por ahí no es todo perfecto y de golpe tenés algo viejo, roto o arreglado. Lugares que cuentan historias, esas casas que vas y podés imaginarte quién es la persona que vive adentro, eso me gusta.

Calm: Para mí el hogar, así como la indumentaria, es algo re identitario de una persona, son cosas que van de la mano.
VG: Es que podés conocer a una persona por donde vive, mismo si su elección es no tener nada, eso también te dice algo. Siempre dependiendo de las posibilidades, las ganas y demás, pero más allá de eso, siempre hay elecciones en el lugar que uno habita.

Calm: Y cuando se construye de a dos o de a varias personas es re lindo también.
VG: Re, de hecho el otro día fuimos a una feria de imprentas y compramos una lámina que nos encanta decir que es para nuestro perrito Pipu. 
SP: Es una de mis favoritas jaja

SP: Los libros también me hacen muy feliz. Necesito tenerlos cerca en ciertos lugares: al lado de la cama, en la mesita de luz, la cartera, aunque ya los haya leído. Son objetos que también compramos, usamos y circulamos.
VG: Sí, sí, tienen una vida, no están ahí solo juntando tierra.

Calm: Me están dando el pie de la siguiente pregunta, ¿cuáles son los objetos a los que más afecto les tienen en su casa?
SP: Los libros y los cuadritos.
VG: Sí, también. A mí me gustan mucho las pavaditas, soy muy fan de las cositas chiquitas y me gusta saber que están ahí. Después las joyitas, por ejemplo tengo un collar que me regaló Sofi que dice ”vos sos mi casita” que me encanta, y no lo uso todo el tiempo, pero sé que está ahí. Son tesoritos. Desde que soy chica tengo eso, por ejemplo un anillo que era de mi abuela que me lo pongo cuando tengo que hacer cosas importantes, también tengo figuritas de cuando era chiquita. A Sofía le gusta mucho un libro que no lo está nombrando en particular, que es como su libro amuleto.
SP: Ah, sí, mi libro favorito es uno de Gloria Fuertes, es un libro de poesías que me regaló una amiga y quiero mucho.
VG: Y lo usa a modo de oráculo, además.
SP: Sí, lo uso todo el tiempo. A veces lo leo, pero a veces también lo abro para sacar una poesía. Es la vida de ella y tiene toda su antología de poemas.
VG: Y lo que hace(Sofi) para mí es algo muy lindo que aprendí. Lo abre y el poema que toca lo toma como un oráculo y le pone la fecha o escribe algo, le da vida a los libros. A mí me costaba mucho escribirlos o marcar las cosas, les tenía un respeto que sentía que si los escribía los arruinaba. Y de repente vi que ella apenas se compra un libro le pone su nombre y la fecha, o a veces el lugar donde lo leyó, y me parece una manera re linda de habitarlos porque después volvés a eso. 
SP: También le tenemos mucho amor a las plantas. No sé si cuentan como objeto, pero son algo que siento que re arma la casa, le da vida. A mí me pone re feliz mirarlas, ver como crecen, si les sale una hoja nueva o se les cae otra. Sus ciclos.

Calm: Ahora quiero que charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en sus vidas. ¿Qué significa para ustedes tener un cuarto propio?
SP: Para mí un cuarto propio, que ahora es compartido, es algo hermoso. Sabemos que es un privilegio también. Pero más allá de lo teórico, me parece que realmente es algo re lindo. Y que, hablo por mí pero creo que es de las dos, fue construir ese espacio medio santuario. También que sea un lugar de encuentro, de descanso, un poco más despojado de todo el ruido que hay acá en el living. De que sea un lugar más tranqui y sensorial, que sea muy cómodo, que haya olor rico.
Calm: Es como un lugar asignado al descanso.
VG: Sí, a bajar un poco.
SP: O a tirarnos a ver una peli, dormir una siesta, leer un libro.
VG: Sí, no es de trabajo ni de movimiento, es de calma.
SP: Y muy íntimo también, porque no va mucha gente a nuestra habitación.
VG: No, la verdad que no. Y también lo asocio mucho a la flojera, no somos de comer en la habitación. Tal vez algún que otro sábado o domingo a la mañana, pero es la excepción.
SP: Sí, como un santuario, un lugar fuera del mundo. Menos ruido,  más tranquilo. Desde los colores y todo tiene una vibra distinta al resto de la casa, y eso que es una casa chica.
VG: Es la única habitación que tiene otra impronta y uso. También nos costó un poco encontrarle la identidad, fue una búsqueda.
SP: Sí, de hecho siento que todavía está en búsqueda.
VG: Claro. Cómo hacer que sea propio, qué queríamos que tenga, todo el tiempo estamos pensando… ¿Qué más le podríamos poner?, ¿qué le podríamos sacar?.
Calm: Con todas estas charlas que estuve teniendo últimamente por este proyecto, encuentro algo en común, que es que la habitación generalmente termina siendo el último lugar que terminás de apropiar. Me parece muy loco el contraste. Creo que quizás tiene que ver con que la mayor parte del tiempo que pasamos en la habitación, es durmiendo.
VG: Claro, sí. Tiene que haber algo de eso.
SP: Bueno, Vicky se ríe porque para mí, hay un hueco y hay lugar para colgar un cuadro. Y en la habitación siento que no, que me gusta que sea un poco más “chill”, más tranquila.

Calm: ¿Qué rituales tienen para ustedes en su casa?
VG: Empieza la ritualera.
SP: Creo que nuestro vínculo se generó un poco alrededor de los rituales. A mí me encanta, y creo que a Vicky también, todo lo que son rituales y cargar de sentido pequeñas cosas cotidianas para darles algún sentido propio. De hecho, hacemos un montón de rituales en el día a día, pero en distintos momentos. Para mí a la mañana es clave poner música, poner el sahumerio, armar un ambiente. Después igual a la noche, cuando no llegamos muy cansadas, cambiamos las luces, prendemos todas las velitas, le ponemos al velador un pañuelito arriba, vamos armando todo más tenue y a veces también nos tiramos las cartas.
VG: Es encontrar esos momentos en los cuales conectar con otras cosas que no sean las que hacemos todo el tiempo. Las dos trabajamos mucho con dispositivos entonces, a veces, encontrar ese momento es un ritual en sí, es un momento de habitar el espacio de otra manera. Después, a mí me gusta mucho ordenar ropa, a veces necesito sacar todo y volver a empezar. 

Calm: ¿Se acuerdan qué fue lo último que soñaron?.
VG: Soñé que encontraba a Sofi acá en la casa y le preguntaba qué estaba haciendo porque estaba con muchas cosas alrededor, y estaba haciendo un ritual de la abundancia.
SP: Porque yo el primer domingo de cada mes hago un ritual de la abundancia. Que está muy bueno.
Calm: ¿Cómo es?.
SP: Tenés que poner en un frasquito o en un vaso 3/4 de sal, una linda tipo cristales o marina. Llenarlo de agua hasta arriba y taparlo con algo. Intencionarlo, abrir el espacio con unas piedras o unas velas y dejarlo al menos una hora. Después, antes de irte a dormir, lo mezclás y te tenés que lavar las manos con ese agua y dormirte con las manos saladas. Es increíble. Lo recomiendo mucho.
VG: más allá de las creencias que uno puede tener sobre si funcionan o no, tiene algo muy lindo que es estar ese tiempo por fuera de lo cotidiano. Sentarte un rato a pensar en algo o permitirte pensar o escribir cosas que querés a cambiar, por ejemplo. A veces es difícil darte ese tiempo en la vorágine. Entonces, más allá del resultado, hacerlo está bueno. Y bueno, eso soñé, que Sofi estaba haciendo el ritual y yo le preguntaba porqué y me decía que se había olvidado de hacerlo antes. Y yo me iba tranquila como si nada.
Calm: ¿Vos Sofi te acordás?.
SP: Ay, yo soñé algo rarísimo, que no sé si fue ayer o antes de ayer. Pero íbamos en una camioneta como en un juego, teniendo que hacer postas. Estoy medio obsesionada con todo lo que es Hay Plan y ahora queremos hacer una kermés. Como que mezclé todo, se volvía un poco full aventura porque era una 4×4 y había que frenar en lugares. No sé, un delirio. Teníamos que hacer misiones.

Calm: ¿Cómo surgió Hay Plan? y ¿por qué?.
VG: Creo que en realidad un poco tiene que ver con nuestras primeras citas.
SP: Cuando empezamos a salir hacíamos citas muy producidas. No nosotras, sino que producimos los momentos. Por ejemplo, una de nuestras primeras citas era el día de los muertos con todo un ritual en el balcón. Nuestras amigas quedaron muy flasheadas y siempre nos decían “che, quiero que me inviten”. Después, en la cuarta cita, Vicky me dijo que quería hacer un campamento así que armé una carpa con telas lindas y le puse lucecitas adentro, almohadones, la cama, comida de campamento. Toca el timbre Vicky, vi todo y dije: “No, me re pasé, esto es mucho, ¡qué vergüenza!”  Y Vicky, que es más fantasy que fantasy, entró y estaba chocha. 
VG: De repente nos dimos cuenta que también salíamos mucho y conocíamos lugares que creíamos que les faltaba algo más. Que vivas una experiencia y digas “no sabes a dónde fui, pasó esto, lo otro” . Fue el primer paso de Hay Plan, tenemos muchas ideas que esperamos que nos de el tiempo para poder hacerlas. 
SP: Sí, nos encanta ir sumándole cosas… les ponemos un montón de amor. Básicamente lo seguimos preparando como esas citas. Pensamos en que haya sorpresas, en sí se llevan algo cuando se van, qué se llevan, tiene que pasar esto, lo otro. Como que no nos alcanza nada.
VG: Lo hacemos con el mismo amor y dedicación que si fuese para nosotras.

Calm: ¿Algo que necesiten para dormir bien?
VG: Yo duermo con todo, la verdad. Puedo dormir con cualquier cosa.
SP: Yo, para dormir bien, ropa de cama cómoda. Después puedo dormir en cualquier lado.
VG: Estar vestida de ropa clara.
SP: Sí, no puedo dormir de negro. Todo clarito, cómodo, de algodón. 
VG: En mi caso, cuando era chica, necesitaba claridad. No podía dormir en la oscuridad, me incomodaba. Y no podía conciliar el sueño si cuando abría los ojos no veía nada, me perturbaba mucho eso. Pero ahora me da lo mismo. 

Calm: Qué bueno, ¿te cuesta quedarte dormida?.
VG: No, duermo en cualquier lado. Es un don que tengo. 
SP: Yo también, me duermo en cualquier lado. Pero en la cama, antes de acostarme,  necesito lavarme los dientes, la cara, las manos, ponerme crema.

Calm: ¿Qué es lo que más les gusta de Calm?.
VG: Me gustan muchas cosas. Creo que son muy consecuentes en todo. Primero, son todos muy amorosos, todas las personas con las que traté de Calm me parecen muy amorosas y piolas, que siento que es algo a destacar. Después, me gusta mucho la comunicación que tienen. La primera vez que tuve algo de Calm me llamó la atención que llegue con una notita, regalito y demás. Quieras o no, eso construye un vínculo que va más allá de la compra. También, los conceptos que tienen de poder probarlo, que te venga con todo para abrir el colchón, etc. Muchas cosas que te dan ganas de recomendar genuinamente. A mí siempre me preguntan amigas que se mudan, o mismo mis viejos, y se los recomiendo porque más allá de que el producto esté bueno, si generás algún tipo de vínculo, te da ganas también de que le vaya bien.
SP: Yo los conocía de antes también y me había llamado la atención, me copó que llegaba envasado al vacío. Me pareció re práctico, cómodo, y después entré a la página de Calm a mirar todo y me pareció muy piola la comunicación. Me parece también que hacen acciones muy lindas, y desde ese lugar me había enganchado con el concepto de la marca. Y encima son lo más.
Calm: Realmente somos muy estrictos con la experiencia que queremos dar. Obviamente también con que el producto esté bueno, porque sino el resto se cae. Leemos todas las reviews, analizamos lo que dicen nuestros clientes todo el tiempo.
VG: Es que son las dos cosas para mí. Obvio que en última instancia el producto tiene que estar bueno porque podes tener todos los pompones del mundo y si el producto no funciona, bueno, no funciona el resto. Pero también estar atento a eso, además de vender un producto, a generar una buena experiencia de compra.
SP: Además la compra de un colchón es importante, no es un libro o un florero. Vas a dormir todas las noches ahí, vas a invertir plata, querés saber si está bueno. A veces eso es  algo confuso y es la primera vez que veo una comunicación tan cercana en ese sentido (hablando de las características del colchón). A veces dice “densidad tal” y la verdad no sé de qué me estás hablando, no tengo idea. Hacer esa información más accesible a la gente, está buenísimo.
VG: Si, yo sí tengo que elegir una almohada, no sabría elegir leyendo las características. No sé qué quiero, qué me gusta o necesito para dormir.
Calm: Sí, totalmente. También somos sensibles a eso. Comprar un colchón es una inversión grande y por eso la importancia de las 30 noches de prueba. Elegir en 5 minutos el colchón en donde vas a dormir los próximos 10 años, no tiene lógica. Confiamos en el producto que tenemos, por eso lo ofrecemos.

Calm: ¿Cuáles son sus próximos sueños y proyectos?.
SP: En lo laboral meterle full a Hay Plan, que nos está quedando chiquito y lograr que más gente que tiene ganas de venir, pueda. Queremos lograr una dinámica que nos permita darle más freucencia, sin perder esto que nos encanta de los detalles. Gran parte de la energía y el deseo lo tengo puesto en Hay Plan. Y, en lo personal, quiero que las cosas sigan como están. Nosotras estamos súper bien, hay un montón de amor, tenemos salud.
VG: Sí, y disfrutar de lo construido también. A veces uno está pensando todo el tiempo en qué otra cosa o qué más hacer y fue un aprendizaje encontrarnos con disfrutar de lo que ya tenemos, de no querer mover, cambiar o salir a buscar algo más. Disfrutar de lo que nos está pasando, lo que construimos y empezar a ver desde ahí qué pensamos a futuro. No sé cómo explicarlo, pero hay gente que toma decisiones o busca cambiar las cosas porque no está disfrutando de lo que tiene o que piensa que lo mejor es lo que está por venir, ¿entendés?. Yo pienso, y creo que Sofi también, que lo mejor es lo que estamos viviendo y si estás en algo bueno, hay que construir y hacer desde ahí. Hay Plan tiene todo el potencial. Estamos armando un equipo de trabajo y es re lindo ver cómo ese equipo se quiere, es talentoso y tiene ganas de hacer cosas. En algún momento pienso en tener un espacio para ese equipo. 
SP: Sí, a veces pensamos en tener una oficina café de Hay Plan.
VG: Claro, que esté toda la gente de Hay Plan pero también que haya gente de otros lados, que convivan los proyectos. Tener un espacio donde la gente pueda ir y usarlo. Con mis otros proyectos también estoy re contenta. Me gusta generar espacios de charla y conversación, entrevistar, conocer gente, saber de sus vidas y de sus proyectos. Tener espacios en los cuales poder repensarse. 
Calm: Me encanta ese mensaje de no estar todo el tiempo queriendo cambiar las cosas porque creo que es un poco resultado de la ansiedad con la que se vive hoy en día.
VG: Sí, eso de que siempre hay algo más.
SP: Siempre hay otras cosas, pero bueno, es eso de disfrutar un poco lo que tenés y que se mantenga un tiempo al menos. Después las cosas cambian, siempre. 
VG: Sí, es el curso natural que las cosas cambien o se transformen, pero bueno, a veces se trata desde qué lugar buscas ese cambio o transformación.
Calm: Sí, totalmente, es como la frase de que siempre se puede estar mejor.
SP: Sí, o peor también (risas).

Calm: Gracias por esta charla increíble chicas, fue muy lindo conocerlas desde otro lugar y, además, en su dinámica que es hermosa.
VG: Gracias a ustedes por venir a casa.
SP: Gracias, cómanse una medialuna! 

Instagram Vicky: @victoriagarabal
Instagram Sofi: @sofiepolke
Instagram Hay Plan: @_hayplan_

Publicado el

Mati de Caro

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Mati de Caro.

Nacido y criado en el barrio de Flores, estudió administración de empresas en la UBA pero principalmente es una persona con el foco 100% puesto en la creatividad y la emprendeduría.

En 2016 creó, junto a sus tres socios, la primera sede de HUERTA Coworking donde es co-fundador y director creativo. Un espacio donde podes ir a trabajar y que te impacta ni bien entras, no solo por la estética, sino también por las obras que podes ver a lo largo de las paredes y la terraza que, sin importar la época del año, es un gran lugar para respirar. Hoy ya tienen 3 sedes funcionando, dos en Palermo y una en Microcentro.

Desde la curiosidad y su obsesión por Wes Anderson, empezó a incursionar en el mundo de la fotografía con un dron hasta formar una parte fundamental de su trabajo creativo. Actualmente forma parte del libro “Acidentally Wes Anderson” y sus imágenes han llegado a lugares tan hermosos como lejanos.

Mati es un amigo muy cercano de la marca y nos eligió, nada más ni nada menos, que para sus noches de descanso, abajo les dejamos lo que fue esta charla íntima con él.

Calm: Mati, primero que nada, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quién sos y de dónde venís?
MC: Soy oriundo del barrio de Flores, Buenos Aires, tengo 35 años y me considero una persona  emprendedora en muchos sentidos, soy fundador de Huerta Coworking y de Zenda, una agencia de marketing digital y ahora estoy emprendiendo también en el mundo de la fotografía y lo audiovisual.

Calm: ¿Me contás un poco cómo surgió este proyecto fotográfico?.

MC: Desde chico siempre me gustó emprender y, en algún momento, consideraba que venía por el lado de los negocios, por eso estudié administración en la UBA. Después con el tiempo me fui dando cuenta de que lo que me gustaba era crear, no tanto emprender 100% en el mundo de los negocios. Así le empecé a encontrar el gustito a la fotografía, algo que podía crear muy rápido y constantemente; cada foto o idea, es un proyecto distinto, es entrar y salir de proyectos diferentes todo el tiempo. Hace muchos años me volví medio fanático y adicto a Wes Anderson, a sus películas y estética y empecé a seguir esta famosa cuenta de Instagram “Accidentally Wes Anderson”. Mi introducción a la fotografía fue un poco “me gustan esas fotos y quiero que suban una foto mía a esa cuenta”. Empecé a sacar fotos porque quería hacer una foto puntual al Hospital Naval. Por esa idea me compré un dron y fue al revés de la mayoría: seguramente el 90% de las personas que hacen fotografía con drones, primero tuvieron una cámara y después el dron, en mi caso fue al revés.

Calm: El hospital naval es hermoso, ideal para una peli de Wes Anderson.

MC: Si, veía esas ventanas y decía “quiero sacar una foto simétrica a este edificio” y, sin saber mucho de fotografía, de lentes, de opciones y encima con un parque adelante (no es que había un edificio que yo podía subirme) dije: la única forma que tengo de sacar la foto que quiero es con un dron.

Calm: ¿Eso en qué año fue?

MC:  Eso fue en el 2019. Fue medio flashero porque empecé con esa idea y de un día para el otro dije: necesito un dron. Unos chicos que laburan en el cowork me dijeron que había un pibe que se había traído uno de Estados Unidos, no lo usaba y lo estaba vendiendo. Fui, le pregunté cuánto salía y al día siguiente llevé la plata y me lo dió. Siempre digo que son esas decisiones que te cambian la vida y, yendo al efecto mariposa, estoy seguro, porque me conozco y si ese día ese chico no tenía el dron y tardaba una semana en tomar la decisión, por ahí no compraba nada y no empezaba a sacar fotos.

Calm: Esa cuenta, “Accidentally Wes Anderson” se volvió muy conocida a nivel mundial. ¿De donde es? Vi que en abril de este año hicieron una exposición en Japón, qué loco ver cómo fotos de personas de todo el mundo llegan a un lugar tan lejano.

MC: Son una pareja, Wally y Amanda, de Nueva York. Sí, para mí es una locura, hicieron muestras en Nueva York, en Tokyo. Ahora están pensando otra y me escriben para pedirme permiso para usar fotos mías en esas muestras. Me ha pasado que justo algún argentino o argentina anda por ahí y me dice “Mati, mirá esto, te encontré acá” y es un flash. Creció un montón, hoy tienen un libro y ya tienen el aval de Wes Anderson. Por ejemplo, ahora salió un rompecabezas y también tengo unas postales, cada vez que sacan un producto seleccionan fotos y le piden el aval a él. Para mí, que Wes Anderson haya visto algo mío, es una locura.

Calm: ¿Cómo surgió Huerta?

MC: Con los socios de Huerta y de Zenda(que somos los mismos) nos conocimos laburando en una agencia de marketing digital. En un momento, con esto de crear y emprender, empecé a dar clases de marketing digital con una amiga en un co-work, y una vez lo mandé para dar un curso a uno de mis actuales socios y flasheó con el concepto. Esto fue en 2016, no era tan conocido el coworking en esa época. Así que de ahí surgió la idea de renunciar a la agencia en la que estábamos, abrir la nuestra y armar Huerta. 

Calm: ¿Cómo influyen en tu creatividad la ciudad, las personas y los espacios?

MC: Me pasa de ir caminando, incluso con gente, y estar en otra mirando para arriba, lo que es un problema porque a veces piso cualquier cosa. A mí siempre me gustó tratar de ser lo más original posible, tratar de hacer una foto que nadie haya hecho, entonces en una época me la pasaba mirando edificios y anotando, tenía mi listita con las ubicaciones. Después volvía y le sacaba una foto con el dron. Es esto de la observación todo el tiempo, con las personas lo mismo. Por ejemplo, el sábado que estuve en la noche de los museos, le saqué una foto a unas chicas que estaban hablando en el patio del Colegio Nacional, me parecía espectacular la foto y no les dije nada, no las quería interrumpir. Me pasa mucho de estar mirando y de la nada pensar “esto es una foto” y por suerte con el celu hoy en día es posible. Hace tres o cuatro meses me pasó algo muy loco. Estaba caminando, yendo a Huerta, y me crucé con diez perros atados a un poste, se ve que justo la paseadora se había ido a buscar a alguno en un edificio y los dejó atados. Los tenía a todos adelante perfectos y dije “es un fotón”. Agarré el celu, hice un sonido para llamarlos, todos me miraron al mismo tiempo, y saqué la foto. Se viralizó en Twitter y me empezaron a escribir los dueños de los perros, contándome cómo se llamaban, qué hacían y me mandaban más fotos de los perros. Hasta la paseadora me escribió. Es eso, estar muy atento a lo que está pasando y caminar y observar observar y observar.

Calm: ¿Qué necesitás para tener un espacio que te haga feliz?

MC: Que sea mío y me ponga de buen humor. Tengo un gusto particular, seguramente hay gente que ve mi living o mi cuarto y no le gusta nada, pero yo necesito que me transmita mi sentido del humor, mi estética, que me haga sentir cómodo.

Calm: ¿Con huerta también te pasa eso?

MC: 100%. La indicación que le dimos a Facu, el arquitecto, cuando alquilamos el primer Huerta grande fue: “quiero que la gente cruce esta puerta y diga wow, quiero trabajar acá”. Y pasa, cuando entrás a Huerta Dorrego la primera vez, es hermoso. Y me gusta que pase acá en mi casa también, que la gente entre y diga “qué lindo”. 

Calm: Bueno, de hecho, vi una foto de tu living en twitter y de ahí surgió escribirte para ver si te copabas. En este proyecto a nosotras lo que más nos importa es que los hogares representen a las personas que lo habiten y creo que en este caso es 100% así.

MC: Sí, tal cual. De hecho mi living actual, y todo lo que tengo ahora, hace dos o tres años no existía y eso habla un poco de la transformación que voy teniendo. En el último departamento donde viví, no había nada de lo que tengo ahora, era otro momento de mi vida, todavía no sacaba fotos y no le daba tanta bola a ese lado artístico. Lo primero que sumé a todo lo que tengo ahora son estos dos sillones que encontramos en la calle con mi novia. Las vimos y no podíamos no llevarlas. Incluso estuvimos en contacto con la señora que los dejó en la calle, nos dijo que le encantaba que lo tuviéramos nosotros porque habían estado muchos años en su familia. Después, un domingo fuimos al Mercado de Pulgas y volvimos con una alfombra nueva. Cuando la pusimos junto a los sillones, me di cuenta de que todo lo otro no tenía nada que ver, así que decidimos cambiar el resto. Lo único que no está a todo es la mesa porque era del departamento anterior. Y los “Nico de Caro”(los cuadros del hermano).

Calm: ¿Cuáles son los objetos a los que más afecto les tenés?. 

MC: Uno es el libro de “Accidentally Wes Anderson”. Aparecer en el libro, para mi, fue un montonazo. Y más con la foto(del hospital naval) que fue un poco de casualidad. Después la alfombra, por esto que te comentaba, es la que disparó todo porque el cambio del espacio salió de ahí. También me vuelve loco el reloj que está en la cocina y obviamente los cuadros de mi hermano porque son lo único que tengo en blanco y negro y me gusta como corta el espacio.

Calm: Son una familia muy creativa, ¿no?.

MC: Sí, mi mamá se quiere llevar todo el crédito de eso, dice que lo heredamos de ella. No hace nada creativo específicamente, pero su casa es muy linda y de chica siempre le gustó dibujar, pintar, hacer manualidades. Nos pasa también que entre mis hermanos nos inspiramos entre los tres, ver lo que está haciendo el otro te motiva a hacer más cosas.

 

Calm: ¿Qué rol tiene tu habitación en tu vida?. Este proyecto se llama “Un cuarto propio», que es el nombre de un ensayo de Virginia Woolf donde habla de tener un lugar que te pertenezca para poder crear y ser independiente. ¿Qué significa para vos tener un cuarto propio?.

MC: Me encanta estar en mi casa, en mi cuarto. Soy de esas personas que le gusta tanto hacer planes y estar con gente como también estar en mi casa. Cuando necesito concentrarme a editar, bajar ideas o trabajar, mi escritorio es el lugar donde me enfoco al 100%. Es mi espacio definitivo, ahí me concentro y me inspiro, me gusta estar ahí. Me gusta mi cuarto, pero siento que todavía le falta terminar de desarrollarse. Más allá de eso me encanta estar acostado, lo aprovecho un montón.

Calm: ¿Qué rituales tenés para vos en tu casa?
MC: Un ritual es tirarme en el sillón, a veces no hace frío, pero igual me pongo una mantita porque sé que hace que los dos gatos vengan y me gusta estar tirado, que se me acalambren las piernas porque se me suben los gatos y no me puedo mover. Me encanta ese momento con ellos. Y después, sobre todo en este último tiempo, me gusta mucho el sahumerio. Por ejemplo, en los momentos que necesito estar concentrado, apago las luces más fuertes, dejo una lámpara con luz cálida y prendo un sahumerio. Esa es mi forma de “bajar” y ponerme a hacer lo que tenga que hacer. 

Calm: Me parece muy interesante tu elección de muebles reciclados, ¿tiene que ver con la historia detrás de esos objetos?. Por ejemplo, qué habrá sido su ex dueño, a que se dedicaba, etc. ¿Solés pensar en eso?.

MC: Sí, por ejemplo, el mueble de la tele lo compré en un lugar que se llama Segunda Oportunidad. Es perfecto el nombre. Seguramente muchos de estos muebles alguien los vendió o los regaló y uno le está dando una segunda oportunidad. A mí me gusta recorrer el Mercado de Pulgas e ir viendo lo que me identifica y que, seguramente, antes representó otra persona. También me parece loco esto de que a medida que el tiempo avanza, volvemos unos años atrás. Hoy hay objetos que son vintage y hace diez años no lo eran. También haber podido interactuar con ex dueña de nuestras sillas fue increíble y de casualidad.

Calm: ¿Cómo fue esa anécdota?.
MC: Fue así: habíamos ido a tomar un cafecito por Colegiales y mientras caminábamos las vimos y dije “me las quiero llevar”. Le dije a mi novia que se quede mientras iba a buscar el auto y en ese momento salió la señora y nos dijo que le encantaba que las llevemos nosotros. Nos comentó que habían estado acompañando a su familia durante muchísimos años, fue espectacular. En la parte de atrás están todos rasgados porque tenía gatos, y nos dijo que por ahí había que hacerles un cambio de tapizado pero a mí me gustaba este tapizado así que como de adelante estaban bien, los dejé así. Incluso después le mostramos a la señora una foto para que viera cómo quedaban en nuestro living. También le agradecimos porque más allá de que no nos lo dio específicamente a nosotros, le quiso dar una segunda oportunidad; no las tiró, las dejó ahí para que alguien se las lleve.

Calm: Me encanta esto de pensar el hogar como una composición porque me parece que esa es la parte donde nos apropiamos más del espacio. Por ejemplo, las sillas son muy lindas pero, más allá de eso, me imagino que vos habrás pensado que iban a quedar bien en tu living en particular. 

MC: Sí, tal cual, lo pienso 100% como una composición y cada vez voy sumando cosas. Por ejemplo, el tocadiscos lo compré hace dos semanas porque pensaba que iba a quedar muy bien con el resto de los objetos y muebles del living. Encontré un lugar que es muy loco, en frente del mercado de pulgas, de una señora que está sentada en la puerta y tiene muchas cosas. Hace un par de fines de semana paseando me di cuenta de que se podía entrar, el lugar debe tener 50 metros de fondo y está todo lleno de antigüedades. Compré dos raquetas antiguas de tenis, un maletín y el tocadiscos. Así empecé a encontrar cositas que van en armonía y forman parte de la misma composición.

Calm: Vamos a pasar al universo de los sueños, ¿te acordás que fue lo último que soñaste?.

MC: Me pasó algo muy loco. Tengo Alexa y todas las noches le pido que configure la alarma a tal hora. Hace un par de semanas cambié el sonido y hoy me terminé de dar cuenta de que me está haciendo despertar mal porque mi cabeza todavía no la incorporó y se mezcla con mis sueños. Soñé con la noche de los museos, estaba en la calle, había mucha gente y en el medio empezó a sonar una canción que me hacía ir y venir, interactuaba mucho con ese sonido. Y después me di cuenta que era la alarma.

 

Calm: ¿Hay algo que necesites para dormir?.

MC: Tengo mi ritual de sueño, tiene que ver con los gatos porque básicamente me hace disfrutarlos más: tapones de oído y antifaz. A las seis de la mañana activan y me di cuenta de que con tapones de oído y antifaz pueden tirar cosas, hacer quilombo y yo sigo durmiendo. La mayoría de las noches me acuesto y miro Friends (hace diez o quince años que lo hago todas las noches), un capítulo me dura tres noches porque me duermo. Soy bastante ansioso, tengo la cabeza a full todo el día, por eso poner Friends me ayuda a desconectar. Cuando me entra el sueño profundo, apago, me pongo el antifaz y los tapones y ya está, con esto ahora estoy durmiendo de corrido ocho o nueve horas, antes no lo lograba.

 

Calm: ¿Sos de acordarte de lo que soñás?.

MC: Generalmente sí, suelo acordarme bastante, hasta a veces con detalles.

 

Calm: ¿Suelen ser realistas o más abstractos?.

MC: En general son bastante realistas. Creo que es más que nada mi inconsciente bajando cosas. Me ha pasado de soñar con ideas y despertarme. En el cajón siempre tengo un cuaderno y una lapicera por las dudas.

 

Calm: Bueno, ahora hablemos un poco sobre Calm. ¿Nos conocías?, ¿qué es lo que más te gusta de la marca?.

MC: Si, tengo muy cerca la marca por muchos motivos, por las personas que trabajan en Calm y porque tengo los dos locales a 8 cuadras, uno de cada lado. Creo que debe ser de las marcas de Argentina con más identidad, se acentúa teniendo en cuenta que en la industria del descanso la mayoría son parecidas. Además el producto está buenísimo. Me interpela que sea todo amarillo, también, porque me volví fanático de ese color en los últimos años. Hacen un montón de cosas distintas, que una marca de colchones organice un evento y toquen bandas en el local, no existe. Hicieron canchera una marca de colchones y eso para mí está buenísimo.  O que estemos haciendo esto ahora es un montón, me encanta.

 

Calm: Sí, opino lo mismo. Es diferente al resto de las marcas y, sobre todo, cálida.

MC: El contacto con la marca es cero genérico, te está hablando a vos. Además, el proceso de compra, es perfecto, la UX del sitio es único. Y también,  por lo menos en el mercado argentino, revolucionaron haciendo que un colchón te pueda llegar en un día.  Hoy ya todos sacaron su colchón en caja, pero el primero que lo hizo fue Calm y eso ya es un montón.

 

Calm: Sí, la experiencia de nuestros clientes es realmente lo más importante y en lo que ponemos foco siempre. Tenemos un lema en Calm que cuando nos damos cuenta de que algún proceso no es simple, no nos pertenece y buscamos otra manera de hacerlo que realmente nos identifique. No quiero que se entienda que el producto es una excusa porque no lo es y es súper importante pero, principalmente, lo que queríamos crear era una experiencia de compra que deje a nuestros clientes con la boca abierta, donde te traten bien, te ayuden y acompañen, que sea simple.

MC:  Sí, tal cual. Yo soy muy consumidor de cafecitos. Y vos podés tener el cafecito o restaurante más instagrameable del mundo,  pero si después te llega el producto y no está bueno, no sirvió de nada todo lo anterior. Me parece que la excusa es el producto, pero después te llega el colchón y está buenísimo. Entonces, todo lo que pasó en el medio, la interacción con el local, el servicio, la experiencia, el envío, todo eso queda respaldado cuando abrís la caja y te acostás.

Calm: Para terminar, ¿cuál es tu sueño o cuáles son tus proyectos de acá en adelante?

MC: Me gusta ponerme metas altas y que todos los pasos del medio me lleven a cumplirlo. Hoy estoy yendo un poco más hacia lo audiovisual, me gustaría hacer un corto o algo un poco más extenso que un reel y que cuente una historia. A veces cuando saco una foto digo, ¿qué más puedo hacer?. El reel que estoy haciendo para ustedes es el primer video en el que cuento una historia, y me encantó hacerlo. Quiero hacer más. Así que mi proyecto más grande en un futuro creo que va a ser un corto, algo un poco más extenso.

 

Calm: ¿Y sabés qué historia te gustaría contar?.

MC: Todavía no lo tengo pensado pero sí me gustaría armar un equipo porque técnicamente no soy el mejor. Si quiero hacer algo como un corto, me gustaría hacerlo con gente que realmente sepa o haya estudiado algo relacionado a la filmación y montaje. Y además me di cuenta de que me gusta dirigir. Todavía no tengo definida la historia, pero sí tengo un montón de ideas más chiquitas para hacer.

Calm: Que linda charla Mati, en serio, mil gracias.

MC: A ustedes, a vos. Gracias por el espacio.

Instagram: @mdcaro
Twitter: @mdkro

Publicado el

Rob Ortiz

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Rob Ortiz, diseñador de interiores argentino que se posicionó de forma notoria por la obra magna que pensó y realizó en su PH en el año 2019, una vivienda convertida en un lugar que habla de la atención al detalle, consciencia del espacio, sofisticación, creatividad y sobre todo, de hogar.

Es observador, curioso, inquieto y creativo. Se formó como diseñador de interiores en Buenos Aires mientras ganaba carrera en estudios de arquitectura y trabajaba para marcas de diseño.

Conocido por crear interiores sofisticados, donde la simpleza, funcionalidad y elegancia se conjugan de manera armónica, celebrando espacios únicos e imponentes. “Las tendencias muchas veces son efímeras por eso mi enfoque está basado en crear interiores atemporales, pero con mucha personalidad”, dice.

Rob nos eligió para formar parte de algo tan importante como la habitación de su hija, Titi, y abajo les dejamos este hermoso intercambio que tuvimos.

 

 

Calm: Hola Rob, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quién sos y de dónde venís?
RO: Nací en Salta pero vivo en Buenos Aires hace un montón de tiempo. Soy diseñador de interiores y tengo un estudio de diseño y arquitectura.
Calm: ¿Cómo creaste tu propio estudio?
RO: Un poco por mi cuenta y el amor hacia el diseño de interiores. Me empezaron a seguir muchas personas y así surgió Rob Ortiz Estudio, donde hago como un mix entre influencer y mi trabajo como diseñador.
Calm: La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en tu creatividad?
RO: Un montón. La verdad es que, de hecho, mi trabajo en sí está 100% enfocado a las personas. En mi estudio, nosotros no es que tenemos un estilo marcado y la gente viene a buscar una copia de lo que ya vio en proyectos anteriores, sino que personalizamos al 100% dependiendo de la persona que tenemos adelante. Dependiendo de su historia, sus raíces, sus gustos personales, qué lo conmueve, qué le gusta en cuanto a los viajes. Personalizamos al 100% nuestros diseños.
Calm: ¿Cómo es ese proceso?.
RO: Cuando viene una persona a buscar un interiorismo o una remodelación en su casa (porque nuestro trabajo abarca desde hacer interiorismo hasta algo más profundo como cambios estructurales) queremos llegar al hueso de qué conmueve a la persona para que al final se sienta representado con nuestra intervención, y no hacer una copia de algún proyecto. Si bien muchas veces vienen y me buscan porque quieren, por ejemplo, una cocina negra, nosotros tratamos de darle una vuelta de rosca y proponer siempre cosas nuevas y distintas. Y eso viene de personalizar y de leer a la persona justamente, saber qué es lo que le gusta y qué no.
Calm: Eso es muy lindo, yo estudié diseño indumentaria y hacíamos muchos trabajos relacionando artistas, arquitectura, mezclábamos diferentes áreas. Como los espacios, la indumentaria es algo muy identitario de las personas.
RO: Sí, de hecho, una de las cosas que les digo siempre a los chicos que trabajan en el estudio es que la manera en que se viste la persona habla un montón de lo que le gusta. Entonces, somos muy detallistas hasta ese nivel. Cuando vamos a una entrevista con un cliente me gusta ver cómo viven, quiénes viven, a qué se dedican. Eso habla un montón de cada uno y de lo que le gusta. Y lo que me gusta a mí, es que los espacios los representen al 100%.
Calm: ¿Qué necesitás para tener un espacio que te haga feliz?
RO: Música, en principio. Acá en casa está todo el día prendido el sistema de audio. Poder sentirme relajado, andar en patas en mi casa, me encanta, y a mi familia también. Mi hija, mi perro, mi marido, estar todos juntos en casa. Esas son las tres cosas que me hacen feliz.
Calm: La música también es como una ambientación, ¿no?
RO: Sí, también, representa lo que sentimos en el momento, ¿viste?. Influye en nuestro estado de ánimo.
Calm: ¿Me podrías decir cuáles son los objetos de tu casa a los que más afecto les tenés?
RO: La verdad no soy tan apegado a las cosas, soy bastante suelto en ese sentido. De hecho, por mi trabajo, voy rotando mucho las cosas y cambiando bastante seguido. Pero, últimamente, a la hora de poner la mesa tengo unos platos vintage que me gusta usar, y los uso solamente cuando vienen personas especiales a mi casa. Son esas pequeñas cosas. Después, con el resto de los muebles y otros objetos soy más suelto. Cambió mucho todo: sillones, alfombras, estoy cambiando constantemente, pero también porque mi trabajo, tiene que ver un poco con eso.

Calm: Sí, también pienso que el hogar está bien que cambie, así como cambia uno.
RO: Exacto. Sí, también es renovar energías para mí. No soy apegado a los objetos ni a los muebles, porque también siento que tienen una vida útil y por mi trabajo tengo la facilidad de poder ir cambiando, me gusta rotar. Inclusive, no sólo tiene que ver con cambiar, sino mover de lugar las cosas.
Calm: Quiero que charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en tu vida. Y en este caso también, no solo tu habitación, sino también la de Titi también. ¿Cómo es armar y crear ese espacio para ella?
RO: En nuestra habitación lo que más me gustó transmitir a la hora de diseñarlo, y que de hecho estoy en ese proceso, es que primero nos represente a nosotros y que nos transmita la sensación con la que me quiero despertar e ir a dormir todos los días, que es calma. Es el momento de calma y de poder relajarme y descansar. En el caso de Titi particularmente, ella tiene una personalidad muy marcada, si bien tiene dos años, es bastante potente. Entonces también quería que su cuarto la identificara. Por eso elegí el empapelado de las paredes con una combinación de colores entre dulce y mucha energía. Y también la naturaleza que es algo que le encanta. Nos encanta viajar y siempre vamos a lugares donde ella pueda disfrutar de eso. Así que fue una mezcla de todas esas sensaciones que quería transmitir.
Calm: De curiosa, ¿a qué lugares les gusta viajar?
RO: Hace un par de semanas volvimos de Italia y España. Acá en Argentina fuimos a Iberá, que de ahí viene un poco la elección de los animales que están en el empapelado de su cuarto, muchos son de ese lugar, fue un destino que disfrutamos un montón. Hace poquito fuimos a Salta también, nos gusta mucho la naturaleza y el aire libre.
Calm: Qué lindo. Me encanta porque se nota que en general en tu casa y en la habitación cómo se involucran, en esto que me decías del empapelado por ejemplo. Es un poco como un chef cuando elige los ingredientes, ¿no?.
RO: Sí, como te contaba, en mi trabajo me gusta hacer cosas muy personalizadas y que representan a la persona. En este caso, se trataba del cuarto de mi hija y como la conozco al 100%, sabía qué cosas le iban a gustar. Así que por eso fue esa elección y la combinación de todos los materiales que hay.

Calm: Es realmente muy linda la habitación. Para vos, ¿qué significa que tu hija tenga un cuarto propio?. Este proyecto se llama “Un cuarto propio» y me sorprendió que justo tienen el ensayo de Virginia en la habitación de Titi.
RO: Para mí significa un nivel de privacidad para ella y, es un poco redundante, pero es algo propio y que con el paso del tiempo, a medida que vaya creciendo, lo va a hacer aún más propio todavía, porque ahora lo hice yo representándola a ella. Pero mi intención es que, con su crecimiento, se vaya apoderando de su cuarto. De hecho, el vestidor está pensado para acompañarla en su transición de niña a adolescente, tengo muchas ganas de ver ese proceso.
Calm: Quiero que en unos años volvamos a hacer esto y ver cómo cambió el cuarto.
RO: Total.
Calm: ¿Qué rituales familiares tienen en su hogar?
RO: Todas las tardes cuando llegamos los dos de trabajar sacamos a pasear a Poli(nuestro perro) con ella, tenemos ese ritual de salir por el barrio a pasear con el perrito y Titi.  También prendo velas después de bañarnos, me gusta que todo tenga rico aroma y ella me acompaña prendiendo las velas y apagando los fósforos. Nos encanta, lo disfrutamos mucho.
Calm: ¿Me podés contar un poco de los muebles que fuiste eligiendo?
RO: En principio, el diseño interior de la casa fue una remodelación integral. Este espacio no era así, había un baño en el medio donde ahora está el living, derribamos paredes,  movimos de lugar un montón de cosas. La elección de los muebles fue muy personal también, fui generando los ambientes como a mí me gusta vivirlos. Por ejemplo, no quería un living formal donde estemos personas enfrentadas mirándonos, quería un living donde me pueda tirar a ver televisión los fines de semana, por eso elegimos un sillón profundo, como para generar una cama, por así decirlo. Por otro lado, me gusta mucho leer y tenemos muchos libros, entonces diseñé una biblioteca que tenga esa versatilidad de alojar libros, pero también de exhibir objetos, porque me gusta la decoración, y también está integrado todo el sistema de audio que tenemos, porque nos gusta la música. Es un mueble súper personalizado. Y así mismo hice una contraposición con una cocina negra. Entonces, en el mismo lugar, que no es tan grande, tenés dos contraposiciones de colores: un ambiente súper blanco y un ambiente súper oscuro que pareciera que achica el espacio, pero como tenemos mucha luz, dialoga súper bien con todo el resto de la casa.
Calm: A mí me pasa en mi casa, que yo soy muy profusa, me gusta tener muchas cosas y tenemos todos los muebles explotados. Cuando veo este espacio me da un respiro, ¿no?, como una pausa.
RO: Si, totalmente, gracias.
Calm: ¿Nos contás un poco sobre las cerámicas y las obras de arte?.
RO: Las cerámicas son una línea que lancé este año. Estuve en una feria de diseño que se llama Experiencia Living y armé una colección de cerámicas artesanales para exhibir en el proyecto. En cuanto a las obras de arte, son de Albicini, es una artista de los años 80s que tuvo un boom en esa época. Cuando falleció heredó toda la obra a su hija, Gabriella Albicini, que es muy amiga mía. Creo que tienen mucha personalidad y que, si bien son de los 80’s/90’s, son muy contemporáneos, si ves la paleta de colores que usó, me parece muy actual.

Calm: Ahora, para irnos hacia el mundo de los sueños, ¿qué fue lo último que soñaste?
RO: Creo que fue antes de irnos de viaje, vamos a España casi siempre porque Mariano tiene toda su familia allá, y fue como soñarme en la situación de viaje, pero creo que estaba somatizando un poco lo que se venía, pero sí, es el último que me acuerdo, haberme soñado de viaje.
Calm: ¿Hay algo que necesites para dormir bien?.
RO: Necesito que esté todo ordenado antes de irme a dormir porque no me gusta dormir cuando tengo la casa desordenada. Creo que igual eso tiene que ver con lo que transmiten las casas, ir a dormir en paz, por así decirlo.
Calm: ¿Y Titi?
RO: Titi tiene varios muñecos de apego que les toma lista cuando se va a dormir, tiene tres muñequitos con los que duerme.
Calm: ¿Conocías Calm?
RO: Conocí la marca a través de las redes, en Instagram. Me parece súper útil y dinámico el tema del envío y demás. Siempre busco eso, facilidad a la hora de ejecutar las obras y me parece que ustedes lo tienen. Hoy en día cuando elegimos trabajar con una marca o comprar un producto buscamos que nos resuelvan y que el proceso, en general, no sea complicado. A veces pasa que comprás un producto y tenés que estar reclamando porque no te llega y demás, con Calm no fue el caso y me parece que está buenísimo.
Calm: Por último, ¿cuál es tu sueño? ¿Cuáles son tus proyectos de acá en adelante?.
RO: Mi mayor proyecto y en lo que estoy trabajando ahora es en crear una línea de productos. Diseñamos muebles en el estudio, pero hacemos a medida, quiero tener un espacio donde los pueda exhibir y pueda entrar cualquier persona a ver lo que hacemos. Si bien tengo una línea de mobiliario, no tengo un showroom en este momento, ese es mi próximo paso o un sueño que quisiera cumplir en el corto/mediano plazo. Y también que sea un espacio más dinámico, con cafetería, distinto a lo que hay hoy como concepto de showroom.
Calm: Si, de hecho, la mayoría de los lugares de muebles y decoración siguen siendo bastante tradicionales.
RO: Sí y muchas veces los noto inalcanzables cuando estás en el nivel de diseño de lo que hacemos nosotros en el estudio. Me interesa hacer algo un poco más accesible, que cualquiera pueda acceder a ese tipo de mobiliario. Y a la vez también estuve viendo muchas marcas de ropa que tienen cafetería en el local. Bueno, ir por ese lado me encantaría.
Calm: Muchas gracias por recibirnos en la intimidad de tu hogar y dejarnos ser parte.
RO: Gracias a ustedes.

 

Instagram: @robhortiz
Web: https://robortiz.com.ar/

Publicado el

Nuestra base te sostiene aún cuando tu acompañante no te para de patear

Extender el ciclo de vida del producto, aplicando mejoras que respondan a necesidades del equipo, y de nuestra comunidad. Ese era el desafío. 

En Calm siempre estamos probando, experimentando e intentando implementar mejoras y alternativas. 

Creemos que es importante no quedarnos en el primer intento, sino seguir creando y formulando posibilidades que puedan aportar al bienestar de las personas. 

En este caso, surgió la idea de crear una base más firme, que les brinde a ustedes, aún más estabilidad. Lo hicimos posible, y acá te contamos cómo.

Primero lo primero: ¿Cuál es la mejora?

Así como nos define la simpleza, sin cambiar la estructura del producto, implementamos una pieza clave que genera el soporte que queremos, sin cambiar la estética.

La nueva propuesta viene a extender el ciclo de vida del producto. Distribuye de manera uniforme los esfuerzos entre las piezas conectadas, generando así la confianza deseada para descansar con seguridad y firmeza.

Lo que hicimos fue un cambio en los vínculos: refuerzos que conectan las uniones de la cama, para que sea desarmable y a la vez super resistente.

¿Cómo lo hicimos?

Implementamos la metodología  “Design Thinking” (Pensamiento de Diseño): investigamos, conceptualizamos, propusimos y prototipamos.

Lo primero fue armar propuestas de diseño y llevarlas a nuestro proveedor. Observamos el modelo anterior como referencia y analizamos las opiniones del producto, para detectar posibles problemáticas que nos sirvan como disparadores. La mejora tenía que ser simple, funcional y estética.

Tuvimos un intercambio de opiniones y decidimos, finalmente, avanzar con un cambio en los vínculos, como les contamos anteriormente. Luego, realizamos varios prototipos para poder visualizar las mejoras aplicadas. Lo único que ajustamos después fueron algunas pedidas de estos, y así poder facilitar la usabilidad para las personas.

¿A qué nos referimos con una base más firme?

Una base que tenga mayor solidez estructural, que genere más confianza al usarla y extienda su ciclo de vida. 

Estéticamente no cambia mucho, no se preocupen, lo único que se ve es una chapa triangular en los vértices al mirar el producto de costado. La idea era no alterar ninguno de estos ejes: estética, costos y cantidad de pasos de armado. 

Queríamos que siga siendo simple, en todo sentido.

El objetivo era facilitar la usabilidad de la base.

Lo logramos, y en el proceso incrementamos el puntaje del producto de 4,40 a 4,80.

Ahora sí, podemos hacer este chiste: “No te preocupes, que para estable, está nuestra base de hierro” 😉

Publicado el Deja un comentario

Claves para el mantenimiento de tu almohada

Nada más lindo que apoyar tu cabeza en la almohada después de un día intenso, y sentirse sostenido y cuidado por tu compañera fiel de todas las noches. 

Encontrar la almohada correcta no es nada fácil, y si querés que te acompañe durante mucho tiempo sin que pierda sus propiedades, tenés que darle un buen mantenimiento. 

Los materiales con los que está hecha la almohada van a influir en la manera en la que deberías cuidarla, así como en su vida útil. Recordá entonces leer la etiqueta del fabricante y seguir las instrucciones que ahí figuran, tanto para el mantenimiento como para su limpieza.

Además, acá te contamos qué tener en cuenta según tu tipo de almohada. 

Almohadas de espuma

Estas almohadas no se pueden lavar en el lavarropas.

Las almohadas viscoelásticas o de otros tipos de espuma suelen ser antialérgicas, antiácaros y anti-bacterianas. Por ende, son de bajo mantenimiento y de fácil limpieza, con una funda extraíble que puede en general lavarse. Te recomendamos dejarlas sin funda en la sombra para que se aireen cada 6 meses. 

Su vida útil suele ser de 2 o 3 años, y para extender su vida útil podés darla vuelta cada un mes y así rotar el lado que usas. Son ideales para quienes sufren de dolor de cuello, problemas cervicales y de columna. 

En Calm tenemos 2 modelos:

La almohada inteligente, que viene perforada para permitir una mejor circulación del aire y evitar la transpiración.

Viene con funda desmontable para mayor protección y con la ventaja de que se puede limpiar. ¿Cómo lavar cualquier funda de este tipo? En seco de forma sectorizada donde presente una mancha, utilizando aerosoles de espuma, máquinas de tintorería o detergente/jabón neutro diluido en agua y un paño escurrido.

Para quienes quieren más versatilidad, diseñamos la almohada doble sensación: suave de un lado, firme del otro. Tiene la suavidad de una nube gracias a su relleno de espuma soft y la firmeza de la viscoelástica en un mismo producto, para que disfrutes de lo mejor de los dos mundos.

Almohadas de vellón

Las almohadas de vellón son ideales para quienes duermen de costado, por la cantidad de relleno que tienen y por su altura. 

Son antibacterianas y super respirables por el material con el que están hechas.

Además, pueden lavarse en seco a mano o en el lavarropas, con detergente líquido para ropa delicada y en programa para ropa delicada, con temperatura máxima de 30 °C. Tienden a durar entre 1 año y medio y 2 años. 

En caso de que tu almohada de vellón haya perdido algo su forma por el uso y su tiempo de vida, te recomendamos redistribuir el relleno dándole algunos golpecitos en los lados. 

En Calm ofrecemos 2 también dos modelos: la Alta almohada (modelo clásico efecto pluma) y la Almohada infinita, que viene con una almohada más pequeña adentro (removible) que te permite regular su altura y su firmeza. 

Ahora sólo te queda evaluar conscientemente el estado de tu almohada, y cambiarla cuando sea necesario. 




Publicado el Deja un comentario

¿Cada cuánto tiempo se cambia el colchón?

Si le preguntás a cualquier persona cuáles son los pilares fundamentales de una vida saludable, seguramente te responda: una buena alimentación, hacer actividad física y un buen descanso. Y, efectivamente, están en lo correcto. Dormir entre 6 y 8 horas todos los días es tan importante como comer bien y ejercitarse regularmente.

Si no descansamos lo suficiente, nuestro cuerpo no puede reponer la energía necesaria para encarar un nuevo día, y esto impacta directamente en nuestras emociones e incluso en nuestra memoria.

En esta nota, te vamos a contar todo lo que tenés que saber sobre tu colchón, cada cuánto cambiarlo y cómo detectar que ya no es apto para un sueño profundo.

¿Cuál es la vida útil de un colchón?

En términos generales, los colchones duran entre 6 y 8 años, mientras que los de buena calidad deberían mantener sus propiedades entre 8 y 10 años.

El material del colchón es el primer factor a tener en cuenta: los colchones de resortes de baja calidad y los colchones de espuma de densidad baja o media tienden a tener la vida útil más corta, ya que son propensos a ablandarse y a hundirse más rápido.

Los colchones híbridos, por otra parte, también tienen estas desventajas y por último, los colchones de látex y de espuma de alta densidad son los más duraderos, extendiéndose hasta los 10 años. 

Tip: si vas a comprar colchones de espuma de alta densidad, te recomendamos que sea de más de 25 kg por m3.

¿Cómo saber cuándo cambiar mi colchón?

Lo primero que deberías hacer es calcular el tiempo de vida que tiene: si dormís en él hace más de 8 años, te sugerimos inspeccionarlo con más atención.

Intentá analizar si está afectando negativamente tu sueño, si tiene pozos o hundimientos visibles, o si notás un aumento en tu alergia o asma (en caso de padecerlas).

Si tu respuesta es afirmativa a cualquiera de estas preguntas, no lo dudes: es hora de cambiar tu colchón.

Entonces, ¿lo vale?

Sabemos que comprar un nuevo colchón puede ser un gasto grande, pero tené en cuenta que es sin dudas una inversión.

Estás invirtiendo en tu salud, en tu descanso, en días con más energía, con menos (o idealmente ningún) dolor de cuello y espalda, incluso con menos alergias. Y si lo que te impide dormir bien es el movimiento de tu pareja durante la noche, podés decirle chau a eso también, dado que los colchones nuevos transfieren mucho menos movimiento de una parte a la otra.

Y si después de todo esto seguís teniendo tus dudas, te recomendamos leer las experiencias y opiniones de quienes cambiaron su viejo colchón por un Calm, para que veas cuánto puede cambiar tu vida con un nuevo colchón.




Publicado el Deja un comentario

Renovar la almohada, ¿Cuándo hay que hacerlo?

Dormir bien no implica solamente descansar entre 6 y 8 horas todas las noches. Ademas de un ambiente cómodo, silencioso, necesitamos contar con el equipamiento adecuado para descansar. Y sí, esto incluye mantener tu almohada en buen estado y reemplazarla cuando sea necesario, para aprovechar todas sus propiedades y tener un buen apoyo en los hombros y el cuello.

Un dato que en Calm tenemos como brújula es que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, y por ende hay que hacerlo bien. Dormir con almohadas de mala calidad, deterioradas o sucias puede provocar reacciones alérgicas, afecciones en la piel y dolor de cuello.

¿Cuándo es el momento adecuado para cambiar mi almohada?

Estrictamente hablando, se recomienda reemplazar las almohadas cada 1 o 2 años. De esta forma, te aseguras de estar usando almohadas que te den el soporte apropiado, que estén limpias, libres de ácaros y otros alérgenos. Como todo, es importante cuidarlas apropiadamente para sacarles todo el provecho y extender su vida útil.


Estos son los signos más evidentes para saber que ya es hora de cambiar esa almohada que tanto querés (o que tantos problemas te trae):

* Despertarse con el cuello duro
* No encontrar una buena posición para dormir cómodx
* Manchas amarillas excesivas, o un tono amarillento general
* Bultos o hundimientos en la almohada
* Olor intenso

Sabemos que cambiar las almohadas implica un esfuerzo y un presupuesto, pero recordá que le estás haciendo un favor a tu cuerpo y a tu salud. Una almohada vieja puede acumular ácaros, moho y caspa (de humanos y de mascotas) volviéndose una especie de experimento en el que apoyas tu cara todas las noches. Podrías estar durmiendo literalmente con el enemigo… Sobran los motivos para cambiar las almohadas cuando es necesario.

En Calm tenemos 4 modelos: la Alta almohada (modelo clásico efecto pluma), la Almohada infinita, que viene con una almohada más pequeña adentro (removible) que te permite regular su altura y su firmeza, la Almohada inteligente (con espuma viscoelastica) se adapta a tu cuello y te brinda el apoyo necesario para aliviar los músculos del cuello, hombros y cervicales especialmente. Por último, la Almohada doble sensación, dos almohadas en una que le dan a tu descanso el balance perfecto para lo que vos necesites.

Ahora sólo te queda evaluar conscientemente el estado de tu almohada, y cambiarla cuando sea necesario.