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¿Cómo se duerme la siesta en Argentina?

Colchón calm

La siesta lejos está de ser una pérdida de tiempo o un hábito de gente improductiva y vaga, como algunos podrían pensar. Hay evidencia científica de que trae beneficios para la salud y para el desempeño laboral. Previene cardiopatías, reduce la tensión arterial, favorece la concentración y estimula la creatividad. 

En Argentina, ya sabemos que nos distingue el asado, el mate, el dulce de leche, que nuestro deporte emblema es el fútbol, que tenemos una reina, un Papa y dos de los mejores jugadores de la historia del fútbol. 

Pero en Calm nos especializamos en sueño, por eso, nos pareció importante conocer más en profundidad otro de los grandes íconos argentinos: la siesta.

Un rito practicado desde Ushuaia hasta la Quiaca, sin distinguir edad, género ni clase social. Pero si bien se practica en todos los rincones del país, la siesta santafesina no es igual a la santiagueña o a la fueguina. Por eso, hicimos una encuesta para conocer cómo dormimos la siesta en Argentina y qué significa una buena sesión de sueño.

Colchón calm

Radiografía cómo dormimos

El mundo se divide entre quienes duermen siesta y quienes no lo hacen: el 98,5% de la población encuestada tiene incorporado el hábito de dormir la siesta en algún momento de su vida cotidiana. Solo el 1,5% declaró no hacerlo nunca (no saben lo que se pierden…).

La pregunta del millón es: ¿Cuánto tiempo de siesta se duerme? Acá en en territorio argentino dormimos en promedio 1 hora y 26 minutos de siesta, pero la duración real varía a lo largo y ancho del país: los fueguinos duermen la siesta más corta, con una duración de 45 minutos, mientras que La Rioja es la provincia más dormilona del país, con una siesta de casi 2 horas. 

Le siguen en el ranking de las provincias que más duermen Entre Ríos, Santa Cruz, Jujuy y Misiones. En el AMBA se duermen siestas de poco menos de 1 hora y media.

¿Es algo que viene con la edad?

Descubrimos también diferencias en la duración de la siesta en relación a la edad: las personas denominadas centennials (entre 11 y 26 años) duermen más siesta, con un promedio de 1 hora 36 minutos. A la par, con las personas millenials (entre 36 y 40 años), con una siesta de 1 hora y 26 minutos.

En el otro extremo, si sos baby boomers (53-72) o de la generación X (entre 40 y 52 años) dormís siestas más express: 1 hora y 18 minutos aproximadamente. Mientras más joven sos, más siesta dormís; al revés de lo que se podría pensar.

La palabra siesta viene del latín sexta: los romanos solían descansar en la sexta hora del día, que corresponde con la hora de la comida. Esta tradición se mantuvo hasta nuestros días, pero la siesta varía, por supuesto, según la persona.

Para el 71% de Argentina, la siesta es sinónimo de dormir profundo, igual que a la noche; mientras que para el 53% de baby boomers no hace falta entrar en estado de sueño. El famoso “me tiro un rato” ya cuenta cómo siesta.

Dos personas acostadas en colchón calm

Datos, no opinión

En Calm nos encantan los datos y las estadísticas, y como no podíamos evitarlo, recopilamos varios en relación con la siesta.

¿Sabías que más de la mitad de Argentina (el 53%) duerme la siesta por lo menos una vez por semana? ¿Y que la mayoría lo hace los fines de semana? Sólo un 5,5% disfruta de esta actividad pura y exclusivamente cuando está de vacaciones.

También queríamos saber el espacio en donde nos tomamos esa horita, hora y media, para recuperar el sueño y cargar energía para lo que queda del día. Gana por goleada la cama, con un porcentaje chiquito chiquito que se tira la siesta en el sillón (5%). 

Y la frutilla del postre: un fenómeno que viene dominando fuerte en el universo de la siesta, es la power nap o siesta revitalizante, con una duración de no más de 30 minutos. El principal objetivo es descansar, mejorar el ánimo y potenciar la concentración.

El horario recomendado para tomarse una power nap es entre la 1 pm y las 3 pm,  el momento del día donde los niveles de energía del cuerpo empiezan a bajar (prestá atención y aunque hayas almorzado o no, hayas dormido bien o no, tu energía disminuye).

Probalas y vas a notar la diferencia, sobre todo si estás en el 5% de quienes no duermen siesta nunca.

Incluso la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA implementó siestarios para que sus estudiantes puedan tomar power naps, y lo mismo la UADE, cuyos siestarios ocupan 7 metros cuadrados.

Por eso, en Calm no nos quedamos atrás, creamos nuestro propio siestario, para que puedas probar los productos en uso y disfrutes de un recreo de tu rutina.

Chica durmiendo tapada con soábanas

Hola Siestario Calm...

Así fue como desarrollamos el siestario <Despabilarse>, una habitación que te invita a reflexionar, dónde queremos entender cuánto cambia tu día, permitiéndote  45 minutos de descanso.

Te decimos “despabilate” pero no como una exigencia sino todo lo contrario, queremos aportar, desde nuestro lugar, a que tengas un buen día 🙂

Este proyecto es, de alguna forma, un experimento social. Queremos entender cuánto mejora el día de nuestra comunidad después de vivir esta experiencia.

¿Por qué 45 minutos?

Según la Asociación Argentina de Medicina del Sueño una siesta debe durar 30 minutos o menos. En Calm agregamos 15 minutos más para que tengan tiempo de prepararse tranquilamente antes de entrar a la cama. 

Desde Calm proponemos un escape de la rutina para volver renovados y con más energía. Porque hacer una pausa, nos permite reconectar.

Ahora que ya sabés todo sobre la siesta y cómo la dormimos en este gran país siestero, podés hacer alarde en alguna cena familiar o charla en el laburo para demostrar cuánto sabés sobre este emblema nacional.

Y con todo lo que dijimos, ¿no te parece que la siesta merece su día nacional en el calendario? A ponerlo en agenda y que, por lo menos ese día, todo el país pueda tomarse una merecida siesta 💪 

*La encuesta fue realizada vía mail por Calm a 2000 personas con representación en todas las provincias del país entre 18 a 75 años.

 

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El sueño bifásico es adecuado para vos?

colchón calm en hora mágica

No, no tiene nada que ver con aparatos eléctricos o enchufes. El sueño bifásico consiste en separar tus horas de sueño en dos o más partes (en ese último caso, sería polifásico) durante el día y la noche.

Es un método bastante diferente al que estamos acostumbradxs, también llamado monofásico, que consiste básicamente en dormir entre 7 y 9 horas (con suerte). 

Podés pensar que dormir siesta ya implica tener un sueño bifásico, y un poco de razón tenés. Pero el sueño bifásico, poniéndonos estrictxs, es un régimen integral. Es algo mucho más consciente y estructurado que dormirte un par de horas a la tarde los domingos, o un día de la semana en el que estás agotadx. 

colchón calm en hora mágica

Allá lejos y hace tiempo...

El sueño bifásico solía ser lo común en las sociedades preindustriales. Sin embargo, en estos años se puso de moda entre las personas que quieren ser más eficientes y productivas. Están también lxs que buscan una forma de descansar que se adapte mejor a sus ritmos circadianos (algo así como su reloj biológico interno). 

Entonces, ¿de qué va este método tan extraño? ¿Puede servirte para dormir mejor o aprovechar más tu tiempo?

Existen dos tipos de sueño bifásico. A veces significa que te tomás la siesta muy en serio y dormís unas horas religiosamente todos los días. En países como Grecia y España es muy común, y en el interior de nuestro país también. Si te interesa saber cómo dormimos la siesta los argentinxs, podés leer esta nota.

La otra forma, más radical y quizás más interesante, es dividir en dos partes el sueño, con un lapso de 2 o 3 horas en el medio. Según el historiador A. Roger Ekirch, este segundo tipo de sueño bifásico era muy habitual en Europa antes de la Revolución Industrial. 

Dos personas disfrutando su colchón calm

En su libro sobre las costumbres nocturnas del pasado, describe cómo la gente se iba a dormir poco después de las 12 pm, y lo hacía hasta las 4am. A esa hora se despertaban para tener un tiempo de vigilia de dos horas, y volvía a dormir 4 horas más.

Durante ese “descanso”, las personas tenían más energía y hacían cosas como limpiar y coser, o dedicaban ese tiempo para tener relaciones sexuales (actividades que pudieran hacerse a la luz de la luna, o a oscuras).

Ventajas y desventajas

El sueño bifásico tiene varios beneficios comprobados para nuestra salud: dormite una siesta cortita todos los días y vas a ver. 

Está demostrado que las siestas pueden mejorar la memoria, la capacidad de concentración y nuestro estado de ánimo. De hecho, dormir siestas de 20 minutos en el trabajo aumentaría exponencialmente nuestra productividad. 

Puede que incluso el insomnio de algunas personas se explique con el sueño bifásico: se fuerzan a dormir con un patrón (monofásico) que no es el que su cuerpo necesita. 

Si pensas que la modalidad bifásica puede ayudarte, los desafíos que vas a tener mientras intentas incorporarla a tu vida seguramente sean sociales.

La mayoría de los planes con amigxs te van a surgir a la tarde, y probablemente algunxs no te tomen en serio. Les va a resultar raro que intentes dividir tu sueño en dos partes.»¿Para qué?… Si todo el mundo duerme de corrido».

Ya sabés que ese argumento es falos. Contales que Charles Darwin, John F. Kennedy y el escritor francés Honoré de Balzac dormían así.

Persona durmiendo en colchón calm

Paso a paso

Ahora, imaginate que este post te dejó tan copadx que querés aplicar el sueño bifásico hoy mismo. Sea cuando sea que empieces, arrancá de a poco. Te va a llevar unas buenas semanas cambiar un esquema tan arraigado como el momento de dormir. 

Además, vas a tener que ser muy estrictx con los horarios. Decidí de antemano qué franja del día querés dormir y en qué momentos necesitás estar lúcido y despierto para poder trabajar, estudiar o compartir con tu familia y amigxs. Y lo más importante: respetalos. La disciplina y la organización son la clave para lograrlo. 

Por último, tené esto siempre presente: dividir el sueño no implica dormir menos, cumplí las 7/9 horas diarias de sueño aunque no sean de un tirón. Y siempre prestá atención a tu cuerpo. Si ves que los beneficios que mencionamos acá no aparecen, y sentís que con este cambio dormís peor, volvé a tus viejos hábitos. 

El sueño monofásico no es para todxs, y dormir de corrido tampoco está tan mal…