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Vicky Garabal y Sofi Polke

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Vicky Garabal y Sofi Polke.

Vicky Garabal

Estudié comunicación social y trabajo en programas de radio y stream. Con Sofi creamos “Hay Plan”, una productora que me hace muy feliz como los fideos con manteca y queso. 

Sofi Polke

Soy comunicadora especializada en género y productora de cositas en Hay Plan. Me encanta leer y pasear con Pipu.

Vicky y Sofi tienen ese don de hacerte sentir en casa ni bien cruzas el umbral de la puerta, son un lugar seguro. Si bien el vínculo con la marca viene desde hace años, esta vez tuvimos la oportunidad de entrar en su intimidad y tener un intercambio hermoso que les dejamos para leer y disfrutar.

Calm: Chicas, primero que nada, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quiénes son y de dónde vienen?
VG: Me llamo Victoria Garabal, tengo 33 años, nací en Ciudad de Buenos Aires. Me dedico a la comunicación en forma amplia, estudié comunicación y trabajo en medios. Tengo una productora que se llama “Hay Plan” con mi esposa, Sofía.
SP: Ese es mi pie. Yo me llamo Sofía y también estudié comunicación. Me especialicé en género, estuve trabajando los últimos años en ese área y ahora estoy también full con la productora que tenemos con Vicky. Soy de Puerto Madryn, a los 17 vine a Buenos Aires a estudiar. 

Calm: ¿Se conocen de la universidad?
VG: No, fuimos a universidades diferentes. Nos conocimos hace tres años, más o menos.
SP: Teníamos muchas amigas en común que siempre nos decían “¡se tienen que conocer, se van a llevar re bien!”. No en mood amoroso, sino más bien de amigas. Pero siempre que Vicky iba a un lugar, yo no iba, y al revés.
VG: Y de repente fuimos las dos.
SP: Sí, un día saliendo de la pandemia nos juntamos con una amiga a tomar un café, que se transformó en un gin tonic, al rato se sumó Vicky y básicamente a la semana éramos novias.
VG: Claro, tenían razón nuestras amigas, pifiaron en el porqué, pero tenían razón.

Calm: Qué loco, no hace tanto que se conocen entonces.
VG: Sí, son tres años pero es como de toda la vida. Parece una frase hecha, pero de verdad. 
SP: Sí re, sin vueltas. Desde el principio fue divertido y fácil, básicamente parecía que tenía que ser así.
Calm: Qué lindo. Se les nota un montón, las veces que las he visto juntas se siente la química que tienen. 
SP: Al principio vivíamos separadas a dos cuadras, era como que vivíamos juntas pero en dos casas distintas. Un día estábamos acá, después íbamos para allá, y eso hizo que vivir juntas también se diera de manera natural. Muchos te dicen, “uy pero fíjate porque vivir juntas, las cosas cambian” y nada que ver.
VG: Sí, cambian para mejor.
SP: No hay que andar moviendo cosas jaja. También creo que somos bastante parecidas, por ejemplo, nos gusta recibir gente y tener la casa linda, que haya olor rico… 
VG: Y tener nuestras cositas. Hacer de nuestra casa un lugar al que querés volver.
SP: Sí. Yo me había mudado mil veces y siempre le digo a Vicky que no me quiero mudar nunca de esta casa. Ya nos está quedando chica, pero no me quiero ir de acá, la amo.

Calm: Es verdad, a mí me pasó lo mismo. Cuando me mudé con mi pareja, todo mejoró. Por ahí a ustedes les pasa, también, eso de ser “un lugar seguro” para la gente que quieren.
SP: Sí, nos re pasa que cuando una amiga tiene algún problema, muchas veces se vuelve medio un point.
VG: Sí, sí, cobra sentido, se activan protocolos de tés, de películas de Peretti…
SP: Manta, mascarillas, se arma camita en el sillón.
Calm: Es hermoso ser eso para alguien.

Calm: La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en su creatividad?.
VG: Yo creo que todo influye en la creatividad porque somos seres que habitan un espacio, que se relacionan con personas, todo lo que hacés te va formando y construyendo tu manera de ver el mundo. Y dentro de tu manera de ver el mundo, también es lo que quieras hacer con ese mundo. Qué es lo que querés crear, lo que sentís que falta, lo que está pero que se puede hacer de otra manera. La creatividad también la encuentro mucho en los vínculos. Bueno, vuelvo a Sofi porque es un vínculo que dispara muchas ganas de hacer. Y eso para mí también es increíble, cuando te relacionas con personas que te dan ganas de hacer cosas, de pensar, de rever y demás.
SP: Un poco en línea con lo que viene diciendo Vicky, yo viví en varias ciudades y siento que Buenos Aires tiene algo muy especial. Más allá de que acá tengo muchos amigos, gente cercana, lugares a los que me gusta ir, siento que tenés inspiración en todos lados. Desde lo cultural, lo vincular, las personas, los lugares a donde ir, siento que si salís y mirás hay inspiración siempre. El barrio también tiene que ver, amo Villa Crespo. Las calles, los locales, sobre todo los que no son nuevos, de golpe tenés un taller mecánico que lo mirás y es hermoso y pensamos: “tenemos que hacer algo en este taller o en aquella bicicletería”. Hay espacios increíbles donde mires. Las personas también tienen que ver, son full creativas y van a fondo. Pasas por el taller mecánico y están haciendo asado o pasás por la bicicletería y hay música en la vereda. Personalmente, Buenos Aires me parece una ciudad en la que encontrás inspiración en todos lados. 

Calm: ¿Qué necesitan para tener un espacio que las haga felices?
VG: Creo que sentirlo propio, que haya cosas que tengan que ver con tu historia o con lo que te gusta. A mí me gusta mucho mirar, me hace bien ver que hay cositas que me recuerdan a alguien, a un momento, a una elección o cuando lo compramos. Viví en esta casa antes y cuando nos mudamos juntas sentí que la casa se convirtió en otro hogar, realmente. Es como si pudiera separarlo, porque fue como juntar los dos mundos y hacer uno conjunto.
SP: Para mí también es clave que el lugar sea cómodo, que tenga olor rico y también esto que decía Vicky de lo visual, tener algo que te represente. A veces voy a lugares re lindos pero que no tienen nada de identidad y no me parecen felices. Por ejemplo, el clásico concepto de “Airbnb” esos espacios en los que puede vivir cualquier persona, o un café que puede ser el de cualquier ciudad. Esos lugares a mí se me hacen un poco vacíos, me encantan los lugares que tienen más identidad, que por ahí no es todo perfecto y de golpe tenés algo viejo, roto o arreglado. Lugares que cuentan historias, esas casas que vas y podés imaginarte quién es la persona que vive adentro, eso me gusta.

Calm: Para mí el hogar, así como la indumentaria, es algo re identitario de una persona, son cosas que van de la mano.
VG: Es que podés conocer a una persona por donde vive, mismo si su elección es no tener nada, eso también te dice algo. Siempre dependiendo de las posibilidades, las ganas y demás, pero más allá de eso, siempre hay elecciones en el lugar que uno habita.

Calm: Y cuando se construye de a dos o de a varias personas es re lindo también.
VG: Re, de hecho el otro día fuimos a una feria de imprentas y compramos una lámina que nos encanta decir que es para nuestro perrito Pipu. 
SP: Es una de mis favoritas jaja

SP: Los libros también me hacen muy feliz. Necesito tenerlos cerca en ciertos lugares: al lado de la cama, en la mesita de luz, la cartera, aunque ya los haya leído. Son objetos que también compramos, usamos y circulamos.
VG: Sí, sí, tienen una vida, no están ahí solo juntando tierra.

Calm: Me están dando el pie de la siguiente pregunta, ¿cuáles son los objetos a los que más afecto les tienen en su casa?
SP: Los libros y los cuadritos.
VG: Sí, también. A mí me gustan mucho las pavaditas, soy muy fan de las cositas chiquitas y me gusta saber que están ahí. Después las joyitas, por ejemplo tengo un collar que me regaló Sofi que dice ”vos sos mi casita” que me encanta, y no lo uso todo el tiempo, pero sé que está ahí. Son tesoritos. Desde que soy chica tengo eso, por ejemplo un anillo que era de mi abuela que me lo pongo cuando tengo que hacer cosas importantes, también tengo figuritas de cuando era chiquita. A Sofía le gusta mucho un libro que no lo está nombrando en particular, que es como su libro amuleto.
SP: Ah, sí, mi libro favorito es uno de Gloria Fuertes, es un libro de poesías que me regaló una amiga y quiero mucho.
VG: Y lo usa a modo de oráculo, además.
SP: Sí, lo uso todo el tiempo. A veces lo leo, pero a veces también lo abro para sacar una poesía. Es la vida de ella y tiene toda su antología de poemas.
VG: Y lo que hace(Sofi) para mí es algo muy lindo que aprendí. Lo abre y el poema que toca lo toma como un oráculo y le pone la fecha o escribe algo, le da vida a los libros. A mí me costaba mucho escribirlos o marcar las cosas, les tenía un respeto que sentía que si los escribía los arruinaba. Y de repente vi que ella apenas se compra un libro le pone su nombre y la fecha, o a veces el lugar donde lo leyó, y me parece una manera re linda de habitarlos porque después volvés a eso. 
SP: También le tenemos mucho amor a las plantas. No sé si cuentan como objeto, pero son algo que siento que re arma la casa, le da vida. A mí me pone re feliz mirarlas, ver como crecen, si les sale una hoja nueva o se les cae otra. Sus ciclos.

Calm: Ahora quiero que charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en sus vidas. ¿Qué significa para ustedes tener un cuarto propio?
SP: Para mí un cuarto propio, que ahora es compartido, es algo hermoso. Sabemos que es un privilegio también. Pero más allá de lo teórico, me parece que realmente es algo re lindo. Y que, hablo por mí pero creo que es de las dos, fue construir ese espacio medio santuario. También que sea un lugar de encuentro, de descanso, un poco más despojado de todo el ruido que hay acá en el living. De que sea un lugar más tranqui y sensorial, que sea muy cómodo, que haya olor rico.
Calm: Es como un lugar asignado al descanso.
VG: Sí, a bajar un poco.
SP: O a tirarnos a ver una peli, dormir una siesta, leer un libro.
VG: Sí, no es de trabajo ni de movimiento, es de calma.
SP: Y muy íntimo también, porque no va mucha gente a nuestra habitación.
VG: No, la verdad que no. Y también lo asocio mucho a la flojera, no somos de comer en la habitación. Tal vez algún que otro sábado o domingo a la mañana, pero es la excepción.
SP: Sí, como un santuario, un lugar fuera del mundo. Menos ruido,  más tranquilo. Desde los colores y todo tiene una vibra distinta al resto de la casa, y eso que es una casa chica.
VG: Es la única habitación que tiene otra impronta y uso. También nos costó un poco encontrarle la identidad, fue una búsqueda.
SP: Sí, de hecho siento que todavía está en búsqueda.
VG: Claro. Cómo hacer que sea propio, qué queríamos que tenga, todo el tiempo estamos pensando… ¿Qué más le podríamos poner?, ¿qué le podríamos sacar?.
Calm: Con todas estas charlas que estuve teniendo últimamente por este proyecto, encuentro algo en común, que es que la habitación generalmente termina siendo el último lugar que terminás de apropiar. Me parece muy loco el contraste. Creo que quizás tiene que ver con que la mayor parte del tiempo que pasamos en la habitación, es durmiendo.
VG: Claro, sí. Tiene que haber algo de eso.
SP: Bueno, Vicky se ríe porque para mí, hay un hueco y hay lugar para colgar un cuadro. Y en la habitación siento que no, que me gusta que sea un poco más “chill”, más tranquila.

Calm: ¿Qué rituales tienen para ustedes en su casa?
VG: Empieza la ritualera.
SP: Creo que nuestro vínculo se generó un poco alrededor de los rituales. A mí me encanta, y creo que a Vicky también, todo lo que son rituales y cargar de sentido pequeñas cosas cotidianas para darles algún sentido propio. De hecho, hacemos un montón de rituales en el día a día, pero en distintos momentos. Para mí a la mañana es clave poner música, poner el sahumerio, armar un ambiente. Después igual a la noche, cuando no llegamos muy cansadas, cambiamos las luces, prendemos todas las velitas, le ponemos al velador un pañuelito arriba, vamos armando todo más tenue y a veces también nos tiramos las cartas.
VG: Es encontrar esos momentos en los cuales conectar con otras cosas que no sean las que hacemos todo el tiempo. Las dos trabajamos mucho con dispositivos entonces, a veces, encontrar ese momento es un ritual en sí, es un momento de habitar el espacio de otra manera. Después, a mí me gusta mucho ordenar ropa, a veces necesito sacar todo y volver a empezar. 

Calm: ¿Se acuerdan qué fue lo último que soñaron?.
VG: Soñé que encontraba a Sofi acá en la casa y le preguntaba qué estaba haciendo porque estaba con muchas cosas alrededor, y estaba haciendo un ritual de la abundancia.
SP: Porque yo el primer domingo de cada mes hago un ritual de la abundancia. Que está muy bueno.
Calm: ¿Cómo es?.
SP: Tenés que poner en un frasquito o en un vaso 3/4 de sal, una linda tipo cristales o marina. Llenarlo de agua hasta arriba y taparlo con algo. Intencionarlo, abrir el espacio con unas piedras o unas velas y dejarlo al menos una hora. Después, antes de irte a dormir, lo mezclás y te tenés que lavar las manos con ese agua y dormirte con las manos saladas. Es increíble. Lo recomiendo mucho.
VG: más allá de las creencias que uno puede tener sobre si funcionan o no, tiene algo muy lindo que es estar ese tiempo por fuera de lo cotidiano. Sentarte un rato a pensar en algo o permitirte pensar o escribir cosas que querés a cambiar, por ejemplo. A veces es difícil darte ese tiempo en la vorágine. Entonces, más allá del resultado, hacerlo está bueno. Y bueno, eso soñé, que Sofi estaba haciendo el ritual y yo le preguntaba porqué y me decía que se había olvidado de hacerlo antes. Y yo me iba tranquila como si nada.
Calm: ¿Vos Sofi te acordás?.
SP: Ay, yo soñé algo rarísimo, que no sé si fue ayer o antes de ayer. Pero íbamos en una camioneta como en un juego, teniendo que hacer postas. Estoy medio obsesionada con todo lo que es Hay Plan y ahora queremos hacer una kermés. Como que mezclé todo, se volvía un poco full aventura porque era una 4×4 y había que frenar en lugares. No sé, un delirio. Teníamos que hacer misiones.

Calm: ¿Cómo surgió Hay Plan? y ¿por qué?.
VG: Creo que en realidad un poco tiene que ver con nuestras primeras citas.
SP: Cuando empezamos a salir hacíamos citas muy producidas. No nosotras, sino que producimos los momentos. Por ejemplo, una de nuestras primeras citas era el día de los muertos con todo un ritual en el balcón. Nuestras amigas quedaron muy flasheadas y siempre nos decían “che, quiero que me inviten”. Después, en la cuarta cita, Vicky me dijo que quería hacer un campamento así que armé una carpa con telas lindas y le puse lucecitas adentro, almohadones, la cama, comida de campamento. Toca el timbre Vicky, vi todo y dije: “No, me re pasé, esto es mucho, ¡qué vergüenza!”  Y Vicky, que es más fantasy que fantasy, entró y estaba chocha. 
VG: De repente nos dimos cuenta que también salíamos mucho y conocíamos lugares que creíamos que les faltaba algo más. Que vivas una experiencia y digas “no sabes a dónde fui, pasó esto, lo otro” . Fue el primer paso de Hay Plan, tenemos muchas ideas que esperamos que nos de el tiempo para poder hacerlas. 
SP: Sí, nos encanta ir sumándole cosas… les ponemos un montón de amor. Básicamente lo seguimos preparando como esas citas. Pensamos en que haya sorpresas, en sí se llevan algo cuando se van, qué se llevan, tiene que pasar esto, lo otro. Como que no nos alcanza nada.
VG: Lo hacemos con el mismo amor y dedicación que si fuese para nosotras.

Calm: ¿Algo que necesiten para dormir bien?
VG: Yo duermo con todo, la verdad. Puedo dormir con cualquier cosa.
SP: Yo, para dormir bien, ropa de cama cómoda. Después puedo dormir en cualquier lado.
VG: Estar vestida de ropa clara.
SP: Sí, no puedo dormir de negro. Todo clarito, cómodo, de algodón. 
VG: En mi caso, cuando era chica, necesitaba claridad. No podía dormir en la oscuridad, me incomodaba. Y no podía conciliar el sueño si cuando abría los ojos no veía nada, me perturbaba mucho eso. Pero ahora me da lo mismo. 

Calm: Qué bueno, ¿te cuesta quedarte dormida?.
VG: No, duermo en cualquier lado. Es un don que tengo. 
SP: Yo también, me duermo en cualquier lado. Pero en la cama, antes de acostarme,  necesito lavarme los dientes, la cara, las manos, ponerme crema.

Calm: ¿Qué es lo que más les gusta de Calm?.
VG: Me gustan muchas cosas. Creo que son muy consecuentes en todo. Primero, son todos muy amorosos, todas las personas con las que traté de Calm me parecen muy amorosas y piolas, que siento que es algo a destacar. Después, me gusta mucho la comunicación que tienen. La primera vez que tuve algo de Calm me llamó la atención que llegue con una notita, regalito y demás. Quieras o no, eso construye un vínculo que va más allá de la compra. También, los conceptos que tienen de poder probarlo, que te venga con todo para abrir el colchón, etc. Muchas cosas que te dan ganas de recomendar genuinamente. A mí siempre me preguntan amigas que se mudan, o mismo mis viejos, y se los recomiendo porque más allá de que el producto esté bueno, si generás algún tipo de vínculo, te da ganas también de que le vaya bien.
SP: Yo los conocía de antes también y me había llamado la atención, me copó que llegaba envasado al vacío. Me pareció re práctico, cómodo, y después entré a la página de Calm a mirar todo y me pareció muy piola la comunicación. Me parece también que hacen acciones muy lindas, y desde ese lugar me había enganchado con el concepto de la marca. Y encima son lo más.
Calm: Realmente somos muy estrictos con la experiencia que queremos dar. Obviamente también con que el producto esté bueno, porque sino el resto se cae. Leemos todas las reviews, analizamos lo que dicen nuestros clientes todo el tiempo.
VG: Es que son las dos cosas para mí. Obvio que en última instancia el producto tiene que estar bueno porque podes tener todos los pompones del mundo y si el producto no funciona, bueno, no funciona el resto. Pero también estar atento a eso, además de vender un producto, a generar una buena experiencia de compra.
SP: Además la compra de un colchón es importante, no es un libro o un florero. Vas a dormir todas las noches ahí, vas a invertir plata, querés saber si está bueno. A veces eso es  algo confuso y es la primera vez que veo una comunicación tan cercana en ese sentido (hablando de las características del colchón). A veces dice “densidad tal” y la verdad no sé de qué me estás hablando, no tengo idea. Hacer esa información más accesible a la gente, está buenísimo.
VG: Si, yo sí tengo que elegir una almohada, no sabría elegir leyendo las características. No sé qué quiero, qué me gusta o necesito para dormir.
Calm: Sí, totalmente. También somos sensibles a eso. Comprar un colchón es una inversión grande y por eso la importancia de las 30 noches de prueba. Elegir en 5 minutos el colchón en donde vas a dormir los próximos 10 años, no tiene lógica. Confiamos en el producto que tenemos, por eso lo ofrecemos.

Calm: ¿Cuáles son sus próximos sueños y proyectos?.
SP: En lo laboral meterle full a Hay Plan, que nos está quedando chiquito y lograr que más gente que tiene ganas de venir, pueda. Queremos lograr una dinámica que nos permita darle más freucencia, sin perder esto que nos encanta de los detalles. Gran parte de la energía y el deseo lo tengo puesto en Hay Plan. Y, en lo personal, quiero que las cosas sigan como están. Nosotras estamos súper bien, hay un montón de amor, tenemos salud.
VG: Sí, y disfrutar de lo construido también. A veces uno está pensando todo el tiempo en qué otra cosa o qué más hacer y fue un aprendizaje encontrarnos con disfrutar de lo que ya tenemos, de no querer mover, cambiar o salir a buscar algo más. Disfrutar de lo que nos está pasando, lo que construimos y empezar a ver desde ahí qué pensamos a futuro. No sé cómo explicarlo, pero hay gente que toma decisiones o busca cambiar las cosas porque no está disfrutando de lo que tiene o que piensa que lo mejor es lo que está por venir, ¿entendés?. Yo pienso, y creo que Sofi también, que lo mejor es lo que estamos viviendo y si estás en algo bueno, hay que construir y hacer desde ahí. Hay Plan tiene todo el potencial. Estamos armando un equipo de trabajo y es re lindo ver cómo ese equipo se quiere, es talentoso y tiene ganas de hacer cosas. En algún momento pienso en tener un espacio para ese equipo. 
SP: Sí, a veces pensamos en tener una oficina café de Hay Plan.
VG: Claro, que esté toda la gente de Hay Plan pero también que haya gente de otros lados, que convivan los proyectos. Tener un espacio donde la gente pueda ir y usarlo. Con mis otros proyectos también estoy re contenta. Me gusta generar espacios de charla y conversación, entrevistar, conocer gente, saber de sus vidas y de sus proyectos. Tener espacios en los cuales poder repensarse. 
Calm: Me encanta ese mensaje de no estar todo el tiempo queriendo cambiar las cosas porque creo que es un poco resultado de la ansiedad con la que se vive hoy en día.
VG: Sí, eso de que siempre hay algo más.
SP: Siempre hay otras cosas, pero bueno, es eso de disfrutar un poco lo que tenés y que se mantenga un tiempo al menos. Después las cosas cambian, siempre. 
VG: Sí, es el curso natural que las cosas cambien o se transformen, pero bueno, a veces se trata desde qué lugar buscas ese cambio o transformación.
Calm: Sí, totalmente, es como la frase de que siempre se puede estar mejor.
SP: Sí, o peor también (risas).

Calm: Gracias por esta charla increíble chicas, fue muy lindo conocerlas desde otro lugar y, además, en su dinámica que es hermosa.
VG: Gracias a ustedes por venir a casa.
SP: Gracias, cómanse una medialuna! 

Instagram Vicky: @victoriagarabal
Instagram Sofi: @sofiepolke
Instagram Hay Plan: @_hayplan_

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Las infancias y el sueño

Por Belu Salgado. 

Mamá de dos bebés que ama compartir y conectar con otras a través de las redes. Socia de una marca líder en skincare, con un negocio global y flexible que me permite disfrutar viendo a mis hijos crecer.

Cuando nació mi primer hijo el momento de dormirlo siempre fue pura tensión. Me estresaba apoyarlo en la cuna y que se despierte, me molestaba no poder consolarlo por tener los barrotes de por medio, me angustiaba si lo acostaba en mi cama porque creía “que no se iría más”. Como buena nerd hice todos los cursos sobre sueño, estudié todos los tips que encontré y, después de sentirme derrotada durante cuatro meses, entendí que nada de todo eso era para nosotros.

Los horarios estrictos, el ruido blanco o las cunas de madera, no eran para nosotros. Mi bebé se dormía a upa, al lado, abrazado o hamacado. La clave estaba en que se sienta seguro. Fue así como acepté ser su guardiana del sueño. Pero conforme iba creciendo, ese lugar seguro que era acostarse conmigo tuvo que acomodarse para que no se golpeara la cabeza cuando se giraba dormido y se caía de la cama.

Probamos así poner un colchón en el piso. No tenía altura, barras, ni tampoco distancia entre él y yo. Lo abrazaba, se dormía, y yo podía seguir haciendo otras cosas mientras él quedaba seguro y tranquilo en su descanso. Comenzó a gatear y podía subir y bajar solo. Se convirtió en un espacio de juego. Buscando una solución a algo muy específico, encontramos un espacio para conectarnos desde otro lado.

Ya no era simplemente un colchón para dormir la siesta. Era una parte blanda en una habitación dura, un lugar donde caer sin lastimarse, una montaña de almohadas que tiraba y volvía a armar. Luego le regalaron una camita también al piso, con laterales que acompañaban nuestro colchón tamaño bebé. Y así, con pequeños muebles a la altura de sus necesidades es que fuimos armando su cuarto.

Hoy Facundo ya tiene dos años y medio. Heredó una cama grande y se emociona cada vez que se sube con ayuda de un banquito. Dice que ya no es bebé, que tiene colchón y sábanas nuevas y que su cama tiene rueditas para que la pueda mover. Eligió regalarle su cama chiquita a Bauti, su hermano, que recién está comenzando el proceso de gateo y ya podrá subir y bajar solo también. 

A veces se meten los dos en la “cama de bebés”. Montamos una carpa arriba con lucecitas y leemos libros, contamos historias o escuchamos música. A veces se suben los dos a la cama nueva o terminamos los tres metidos en mi cama.

Hoy, después de haber recorrido el camino, sé que no es simplemente “hacerlos dormir”. Es conectar, acunar, abrazar. Ser su nido, un lugar seguro, como lo fui durante 9 meses y como espero seguir siendo toda la vida.

Instagram: @belusalgado

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Mati de Caro

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Mati de Caro.

Nacido y criado en el barrio de Flores, estudió administración de empresas en la UBA pero principalmente es una persona con el foco 100% puesto en la creatividad y la emprendeduría.

En 2016 creó, junto a sus tres socios, la primera sede de HUERTA Coworking donde es co-fundador y director creativo. Un espacio donde podes ir a trabajar y que te impacta ni bien entras, no solo por la estética, sino también por las obras que podes ver a lo largo de las paredes y la terraza que, sin importar la época del año, es un gran lugar para respirar. Hoy ya tienen 3 sedes funcionando, dos en Palermo y una en Microcentro.

Desde la curiosidad y su obsesión por Wes Anderson, empezó a incursionar en el mundo de la fotografía con un dron hasta formar una parte fundamental de su trabajo creativo. Actualmente forma parte del libro “Acidentally Wes Anderson” y sus imágenes han llegado a lugares tan hermosos como lejanos.

Mati es un amigo muy cercano de la marca y nos eligió, nada más ni nada menos, que para sus noches de descanso, abajo les dejamos lo que fue esta charla íntima con él.

Calm: Mati, primero que nada, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quién sos y de dónde venís?
MC: Soy oriundo del barrio de Flores, Buenos Aires, tengo 35 años y me considero una persona  emprendedora en muchos sentidos, soy fundador de Huerta Coworking y de Zenda, una agencia de marketing digital y ahora estoy emprendiendo también en el mundo de la fotografía y lo audiovisual.

Calm: ¿Me contás un poco cómo surgió este proyecto fotográfico?.

MC: Desde chico siempre me gustó emprender y, en algún momento, consideraba que venía por el lado de los negocios, por eso estudié administración en la UBA. Después con el tiempo me fui dando cuenta de que lo que me gustaba era crear, no tanto emprender 100% en el mundo de los negocios. Así le empecé a encontrar el gustito a la fotografía, algo que podía crear muy rápido y constantemente; cada foto o idea, es un proyecto distinto, es entrar y salir de proyectos diferentes todo el tiempo. Hace muchos años me volví medio fanático y adicto a Wes Anderson, a sus películas y estética y empecé a seguir esta famosa cuenta de Instagram “Accidentally Wes Anderson”. Mi introducción a la fotografía fue un poco “me gustan esas fotos y quiero que suban una foto mía a esa cuenta”. Empecé a sacar fotos porque quería hacer una foto puntual al Hospital Naval. Por esa idea me compré un dron y fue al revés de la mayoría: seguramente el 90% de las personas que hacen fotografía con drones, primero tuvieron una cámara y después el dron, en mi caso fue al revés.

Calm: El hospital naval es hermoso, ideal para una peli de Wes Anderson.

MC: Si, veía esas ventanas y decía “quiero sacar una foto simétrica a este edificio” y, sin saber mucho de fotografía, de lentes, de opciones y encima con un parque adelante (no es que había un edificio que yo podía subirme) dije: la única forma que tengo de sacar la foto que quiero es con un dron.

Calm: ¿Eso en qué año fue?

MC:  Eso fue en el 2019. Fue medio flashero porque empecé con esa idea y de un día para el otro dije: necesito un dron. Unos chicos que laburan en el cowork me dijeron que había un pibe que se había traído uno de Estados Unidos, no lo usaba y lo estaba vendiendo. Fui, le pregunté cuánto salía y al día siguiente llevé la plata y me lo dió. Siempre digo que son esas decisiones que te cambian la vida y, yendo al efecto mariposa, estoy seguro, porque me conozco y si ese día ese chico no tenía el dron y tardaba una semana en tomar la decisión, por ahí no compraba nada y no empezaba a sacar fotos.

Calm: Esa cuenta, “Accidentally Wes Anderson” se volvió muy conocida a nivel mundial. ¿De donde es? Vi que en abril de este año hicieron una exposición en Japón, qué loco ver cómo fotos de personas de todo el mundo llegan a un lugar tan lejano.

MC: Son una pareja, Wally y Amanda, de Nueva York. Sí, para mí es una locura, hicieron muestras en Nueva York, en Tokyo. Ahora están pensando otra y me escriben para pedirme permiso para usar fotos mías en esas muestras. Me ha pasado que justo algún argentino o argentina anda por ahí y me dice “Mati, mirá esto, te encontré acá” y es un flash. Creció un montón, hoy tienen un libro y ya tienen el aval de Wes Anderson. Por ejemplo, ahora salió un rompecabezas y también tengo unas postales, cada vez que sacan un producto seleccionan fotos y le piden el aval a él. Para mí, que Wes Anderson haya visto algo mío, es una locura.

Calm: ¿Cómo surgió Huerta?

MC: Con los socios de Huerta y de Zenda(que somos los mismos) nos conocimos laburando en una agencia de marketing digital. En un momento, con esto de crear y emprender, empecé a dar clases de marketing digital con una amiga en un co-work, y una vez lo mandé para dar un curso a uno de mis actuales socios y flasheó con el concepto. Esto fue en 2016, no era tan conocido el coworking en esa época. Así que de ahí surgió la idea de renunciar a la agencia en la que estábamos, abrir la nuestra y armar Huerta. 

Calm: ¿Cómo influyen en tu creatividad la ciudad, las personas y los espacios?

MC: Me pasa de ir caminando, incluso con gente, y estar en otra mirando para arriba, lo que es un problema porque a veces piso cualquier cosa. A mí siempre me gustó tratar de ser lo más original posible, tratar de hacer una foto que nadie haya hecho, entonces en una época me la pasaba mirando edificios y anotando, tenía mi listita con las ubicaciones. Después volvía y le sacaba una foto con el dron. Es esto de la observación todo el tiempo, con las personas lo mismo. Por ejemplo, el sábado que estuve en la noche de los museos, le saqué una foto a unas chicas que estaban hablando en el patio del Colegio Nacional, me parecía espectacular la foto y no les dije nada, no las quería interrumpir. Me pasa mucho de estar mirando y de la nada pensar “esto es una foto” y por suerte con el celu hoy en día es posible. Hace tres o cuatro meses me pasó algo muy loco. Estaba caminando, yendo a Huerta, y me crucé con diez perros atados a un poste, se ve que justo la paseadora se había ido a buscar a alguno en un edificio y los dejó atados. Los tenía a todos adelante perfectos y dije “es un fotón”. Agarré el celu, hice un sonido para llamarlos, todos me miraron al mismo tiempo, y saqué la foto. Se viralizó en Twitter y me empezaron a escribir los dueños de los perros, contándome cómo se llamaban, qué hacían y me mandaban más fotos de los perros. Hasta la paseadora me escribió. Es eso, estar muy atento a lo que está pasando y caminar y observar observar y observar.

Calm: ¿Qué necesitás para tener un espacio que te haga feliz?

MC: Que sea mío y me ponga de buen humor. Tengo un gusto particular, seguramente hay gente que ve mi living o mi cuarto y no le gusta nada, pero yo necesito que me transmita mi sentido del humor, mi estética, que me haga sentir cómodo.

Calm: ¿Con huerta también te pasa eso?

MC: 100%. La indicación que le dimos a Facu, el arquitecto, cuando alquilamos el primer Huerta grande fue: “quiero que la gente cruce esta puerta y diga wow, quiero trabajar acá”. Y pasa, cuando entrás a Huerta Dorrego la primera vez, es hermoso. Y me gusta que pase acá en mi casa también, que la gente entre y diga “qué lindo”. 

Calm: Bueno, de hecho, vi una foto de tu living en twitter y de ahí surgió escribirte para ver si te copabas. En este proyecto a nosotras lo que más nos importa es que los hogares representen a las personas que lo habiten y creo que en este caso es 100% así.

MC: Sí, tal cual. De hecho mi living actual, y todo lo que tengo ahora, hace dos o tres años no existía y eso habla un poco de la transformación que voy teniendo. En el último departamento donde viví, no había nada de lo que tengo ahora, era otro momento de mi vida, todavía no sacaba fotos y no le daba tanta bola a ese lado artístico. Lo primero que sumé a todo lo que tengo ahora son estos dos sillones que encontramos en la calle con mi novia. Las vimos y no podíamos no llevarlas. Incluso estuvimos en contacto con la señora que los dejó en la calle, nos dijo que le encantaba que lo tuviéramos nosotros porque habían estado muchos años en su familia. Después, un domingo fuimos al Mercado de Pulgas y volvimos con una alfombra nueva. Cuando la pusimos junto a los sillones, me di cuenta de que todo lo otro no tenía nada que ver, así que decidimos cambiar el resto. Lo único que no está a todo es la mesa porque era del departamento anterior. Y los “Nico de Caro”(los cuadros del hermano).

Calm: ¿Cuáles son los objetos a los que más afecto les tenés?. 

MC: Uno es el libro de “Accidentally Wes Anderson”. Aparecer en el libro, para mi, fue un montonazo. Y más con la foto(del hospital naval) que fue un poco de casualidad. Después la alfombra, por esto que te comentaba, es la que disparó todo porque el cambio del espacio salió de ahí. También me vuelve loco el reloj que está en la cocina y obviamente los cuadros de mi hermano porque son lo único que tengo en blanco y negro y me gusta como corta el espacio.

Calm: Son una familia muy creativa, ¿no?.

MC: Sí, mi mamá se quiere llevar todo el crédito de eso, dice que lo heredamos de ella. No hace nada creativo específicamente, pero su casa es muy linda y de chica siempre le gustó dibujar, pintar, hacer manualidades. Nos pasa también que entre mis hermanos nos inspiramos entre los tres, ver lo que está haciendo el otro te motiva a hacer más cosas.

 

Calm: ¿Qué rol tiene tu habitación en tu vida?. Este proyecto se llama “Un cuarto propio», que es el nombre de un ensayo de Virginia Woolf donde habla de tener un lugar que te pertenezca para poder crear y ser independiente. ¿Qué significa para vos tener un cuarto propio?.

MC: Me encanta estar en mi casa, en mi cuarto. Soy de esas personas que le gusta tanto hacer planes y estar con gente como también estar en mi casa. Cuando necesito concentrarme a editar, bajar ideas o trabajar, mi escritorio es el lugar donde me enfoco al 100%. Es mi espacio definitivo, ahí me concentro y me inspiro, me gusta estar ahí. Me gusta mi cuarto, pero siento que todavía le falta terminar de desarrollarse. Más allá de eso me encanta estar acostado, lo aprovecho un montón.

Calm: ¿Qué rituales tenés para vos en tu casa?
MC: Un ritual es tirarme en el sillón, a veces no hace frío, pero igual me pongo una mantita porque sé que hace que los dos gatos vengan y me gusta estar tirado, que se me acalambren las piernas porque se me suben los gatos y no me puedo mover. Me encanta ese momento con ellos. Y después, sobre todo en este último tiempo, me gusta mucho el sahumerio. Por ejemplo, en los momentos que necesito estar concentrado, apago las luces más fuertes, dejo una lámpara con luz cálida y prendo un sahumerio. Esa es mi forma de “bajar” y ponerme a hacer lo que tenga que hacer. 

Calm: Me parece muy interesante tu elección de muebles reciclados, ¿tiene que ver con la historia detrás de esos objetos?. Por ejemplo, qué habrá sido su ex dueño, a que se dedicaba, etc. ¿Solés pensar en eso?.

MC: Sí, por ejemplo, el mueble de la tele lo compré en un lugar que se llama Segunda Oportunidad. Es perfecto el nombre. Seguramente muchos de estos muebles alguien los vendió o los regaló y uno le está dando una segunda oportunidad. A mí me gusta recorrer el Mercado de Pulgas e ir viendo lo que me identifica y que, seguramente, antes representó otra persona. También me parece loco esto de que a medida que el tiempo avanza, volvemos unos años atrás. Hoy hay objetos que son vintage y hace diez años no lo eran. También haber podido interactuar con ex dueña de nuestras sillas fue increíble y de casualidad.

Calm: ¿Cómo fue esa anécdota?.
MC: Fue así: habíamos ido a tomar un cafecito por Colegiales y mientras caminábamos las vimos y dije “me las quiero llevar”. Le dije a mi novia que se quede mientras iba a buscar el auto y en ese momento salió la señora y nos dijo que le encantaba que las llevemos nosotros. Nos comentó que habían estado acompañando a su familia durante muchísimos años, fue espectacular. En la parte de atrás están todos rasgados porque tenía gatos, y nos dijo que por ahí había que hacerles un cambio de tapizado pero a mí me gustaba este tapizado así que como de adelante estaban bien, los dejé así. Incluso después le mostramos a la señora una foto para que viera cómo quedaban en nuestro living. También le agradecimos porque más allá de que no nos lo dio específicamente a nosotros, le quiso dar una segunda oportunidad; no las tiró, las dejó ahí para que alguien se las lleve.

Calm: Me encanta esto de pensar el hogar como una composición porque me parece que esa es la parte donde nos apropiamos más del espacio. Por ejemplo, las sillas son muy lindas pero, más allá de eso, me imagino que vos habrás pensado que iban a quedar bien en tu living en particular. 

MC: Sí, tal cual, lo pienso 100% como una composición y cada vez voy sumando cosas. Por ejemplo, el tocadiscos lo compré hace dos semanas porque pensaba que iba a quedar muy bien con el resto de los objetos y muebles del living. Encontré un lugar que es muy loco, en frente del mercado de pulgas, de una señora que está sentada en la puerta y tiene muchas cosas. Hace un par de fines de semana paseando me di cuenta de que se podía entrar, el lugar debe tener 50 metros de fondo y está todo lleno de antigüedades. Compré dos raquetas antiguas de tenis, un maletín y el tocadiscos. Así empecé a encontrar cositas que van en armonía y forman parte de la misma composición.

Calm: Vamos a pasar al universo de los sueños, ¿te acordás que fue lo último que soñaste?.

MC: Me pasó algo muy loco. Tengo Alexa y todas las noches le pido que configure la alarma a tal hora. Hace un par de semanas cambié el sonido y hoy me terminé de dar cuenta de que me está haciendo despertar mal porque mi cabeza todavía no la incorporó y se mezcla con mis sueños. Soñé con la noche de los museos, estaba en la calle, había mucha gente y en el medio empezó a sonar una canción que me hacía ir y venir, interactuaba mucho con ese sonido. Y después me di cuenta que era la alarma.

 

Calm: ¿Hay algo que necesites para dormir?.

MC: Tengo mi ritual de sueño, tiene que ver con los gatos porque básicamente me hace disfrutarlos más: tapones de oído y antifaz. A las seis de la mañana activan y me di cuenta de que con tapones de oído y antifaz pueden tirar cosas, hacer quilombo y yo sigo durmiendo. La mayoría de las noches me acuesto y miro Friends (hace diez o quince años que lo hago todas las noches), un capítulo me dura tres noches porque me duermo. Soy bastante ansioso, tengo la cabeza a full todo el día, por eso poner Friends me ayuda a desconectar. Cuando me entra el sueño profundo, apago, me pongo el antifaz y los tapones y ya está, con esto ahora estoy durmiendo de corrido ocho o nueve horas, antes no lo lograba.

 

Calm: ¿Sos de acordarte de lo que soñás?.

MC: Generalmente sí, suelo acordarme bastante, hasta a veces con detalles.

 

Calm: ¿Suelen ser realistas o más abstractos?.

MC: En general son bastante realistas. Creo que es más que nada mi inconsciente bajando cosas. Me ha pasado de soñar con ideas y despertarme. En el cajón siempre tengo un cuaderno y una lapicera por las dudas.

 

Calm: Bueno, ahora hablemos un poco sobre Calm. ¿Nos conocías?, ¿qué es lo que más te gusta de la marca?.

MC: Si, tengo muy cerca la marca por muchos motivos, por las personas que trabajan en Calm y porque tengo los dos locales a 8 cuadras, uno de cada lado. Creo que debe ser de las marcas de Argentina con más identidad, se acentúa teniendo en cuenta que en la industria del descanso la mayoría son parecidas. Además el producto está buenísimo. Me interpela que sea todo amarillo, también, porque me volví fanático de ese color en los últimos años. Hacen un montón de cosas distintas, que una marca de colchones organice un evento y toquen bandas en el local, no existe. Hicieron canchera una marca de colchones y eso para mí está buenísimo.  O que estemos haciendo esto ahora es un montón, me encanta.

 

Calm: Sí, opino lo mismo. Es diferente al resto de las marcas y, sobre todo, cálida.

MC: El contacto con la marca es cero genérico, te está hablando a vos. Además, el proceso de compra, es perfecto, la UX del sitio es único. Y también,  por lo menos en el mercado argentino, revolucionaron haciendo que un colchón te pueda llegar en un día.  Hoy ya todos sacaron su colchón en caja, pero el primero que lo hizo fue Calm y eso ya es un montón.

 

Calm: Sí, la experiencia de nuestros clientes es realmente lo más importante y en lo que ponemos foco siempre. Tenemos un lema en Calm que cuando nos damos cuenta de que algún proceso no es simple, no nos pertenece y buscamos otra manera de hacerlo que realmente nos identifique. No quiero que se entienda que el producto es una excusa porque no lo es y es súper importante pero, principalmente, lo que queríamos crear era una experiencia de compra que deje a nuestros clientes con la boca abierta, donde te traten bien, te ayuden y acompañen, que sea simple.

MC:  Sí, tal cual. Yo soy muy consumidor de cafecitos. Y vos podés tener el cafecito o restaurante más instagrameable del mundo,  pero si después te llega el producto y no está bueno, no sirvió de nada todo lo anterior. Me parece que la excusa es el producto, pero después te llega el colchón y está buenísimo. Entonces, todo lo que pasó en el medio, la interacción con el local, el servicio, la experiencia, el envío, todo eso queda respaldado cuando abrís la caja y te acostás.

Calm: Para terminar, ¿cuál es tu sueño o cuáles son tus proyectos de acá en adelante?

MC: Me gusta ponerme metas altas y que todos los pasos del medio me lleven a cumplirlo. Hoy estoy yendo un poco más hacia lo audiovisual, me gustaría hacer un corto o algo un poco más extenso que un reel y que cuente una historia. A veces cuando saco una foto digo, ¿qué más puedo hacer?. El reel que estoy haciendo para ustedes es el primer video en el que cuento una historia, y me encantó hacerlo. Quiero hacer más. Así que mi proyecto más grande en un futuro creo que va a ser un corto, algo un poco más extenso.

 

Calm: ¿Y sabés qué historia te gustaría contar?.

MC: Todavía no lo tengo pensado pero sí me gustaría armar un equipo porque técnicamente no soy el mejor. Si quiero hacer algo como un corto, me gustaría hacerlo con gente que realmente sepa o haya estudiado algo relacionado a la filmación y montaje. Y además me di cuenta de que me gusta dirigir. Todavía no tengo definida la historia, pero sí tengo un montón de ideas más chiquitas para hacer.

Calm: Que linda charla Mati, en serio, mil gracias.

MC: A ustedes, a vos. Gracias por el espacio.

Instagram: @mdcaro
Twitter: @mdkro

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Rob Ortiz

Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.

A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.

Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.

En esta edición les presentamos a Rob Ortiz, diseñador de interiores argentino que se posicionó de forma notoria por la obra magna que pensó y realizó en su PH en el año 2019, una vivienda convertida en un lugar que habla de la atención al detalle, consciencia del espacio, sofisticación, creatividad y sobre todo, de hogar.

Es observador, curioso, inquieto y creativo. Se formó como diseñador de interiores en Buenos Aires mientras ganaba carrera en estudios de arquitectura y trabajaba para marcas de diseño.

Conocido por crear interiores sofisticados, donde la simpleza, funcionalidad y elegancia se conjugan de manera armónica, celebrando espacios únicos e imponentes. “Las tendencias muchas veces son efímeras por eso mi enfoque está basado en crear interiores atemporales, pero con mucha personalidad”, dice.

Rob nos eligió para formar parte de algo tan importante como la habitación de su hija, Titi, y abajo les dejamos este hermoso intercambio que tuvimos.

 

 

Calm: Hola Rob, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quién sos y de dónde venís?
RO: Nací en Salta pero vivo en Buenos Aires hace un montón de tiempo. Soy diseñador de interiores y tengo un estudio de diseño y arquitectura.
Calm: ¿Cómo creaste tu propio estudio?
RO: Un poco por mi cuenta y el amor hacia el diseño de interiores. Me empezaron a seguir muchas personas y así surgió Rob Ortiz Estudio, donde hago como un mix entre influencer y mi trabajo como diseñador.
Calm: La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en tu creatividad?
RO: Un montón. La verdad es que, de hecho, mi trabajo en sí está 100% enfocado a las personas. En mi estudio, nosotros no es que tenemos un estilo marcado y la gente viene a buscar una copia de lo que ya vio en proyectos anteriores, sino que personalizamos al 100% dependiendo de la persona que tenemos adelante. Dependiendo de su historia, sus raíces, sus gustos personales, qué lo conmueve, qué le gusta en cuanto a los viajes. Personalizamos al 100% nuestros diseños.
Calm: ¿Cómo es ese proceso?.
RO: Cuando viene una persona a buscar un interiorismo o una remodelación en su casa (porque nuestro trabajo abarca desde hacer interiorismo hasta algo más profundo como cambios estructurales) queremos llegar al hueso de qué conmueve a la persona para que al final se sienta representado con nuestra intervención, y no hacer una copia de algún proyecto. Si bien muchas veces vienen y me buscan porque quieren, por ejemplo, una cocina negra, nosotros tratamos de darle una vuelta de rosca y proponer siempre cosas nuevas y distintas. Y eso viene de personalizar y de leer a la persona justamente, saber qué es lo que le gusta y qué no.
Calm: Eso es muy lindo, yo estudié diseño indumentaria y hacíamos muchos trabajos relacionando artistas, arquitectura, mezclábamos diferentes áreas. Como los espacios, la indumentaria es algo muy identitario de las personas.
RO: Sí, de hecho, una de las cosas que les digo siempre a los chicos que trabajan en el estudio es que la manera en que se viste la persona habla un montón de lo que le gusta. Entonces, somos muy detallistas hasta ese nivel. Cuando vamos a una entrevista con un cliente me gusta ver cómo viven, quiénes viven, a qué se dedican. Eso habla un montón de cada uno y de lo que le gusta. Y lo que me gusta a mí, es que los espacios los representen al 100%.
Calm: ¿Qué necesitás para tener un espacio que te haga feliz?
RO: Música, en principio. Acá en casa está todo el día prendido el sistema de audio. Poder sentirme relajado, andar en patas en mi casa, me encanta, y a mi familia también. Mi hija, mi perro, mi marido, estar todos juntos en casa. Esas son las tres cosas que me hacen feliz.
Calm: La música también es como una ambientación, ¿no?
RO: Sí, también, representa lo que sentimos en el momento, ¿viste?. Influye en nuestro estado de ánimo.
Calm: ¿Me podrías decir cuáles son los objetos de tu casa a los que más afecto les tenés?
RO: La verdad no soy tan apegado a las cosas, soy bastante suelto en ese sentido. De hecho, por mi trabajo, voy rotando mucho las cosas y cambiando bastante seguido. Pero, últimamente, a la hora de poner la mesa tengo unos platos vintage que me gusta usar, y los uso solamente cuando vienen personas especiales a mi casa. Son esas pequeñas cosas. Después, con el resto de los muebles y otros objetos soy más suelto. Cambió mucho todo: sillones, alfombras, estoy cambiando constantemente, pero también porque mi trabajo, tiene que ver un poco con eso.

Calm: Sí, también pienso que el hogar está bien que cambie, así como cambia uno.
RO: Exacto. Sí, también es renovar energías para mí. No soy apegado a los objetos ni a los muebles, porque también siento que tienen una vida útil y por mi trabajo tengo la facilidad de poder ir cambiando, me gusta rotar. Inclusive, no sólo tiene que ver con cambiar, sino mover de lugar las cosas.
Calm: Quiero que charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en tu vida. Y en este caso también, no solo tu habitación, sino también la de Titi también. ¿Cómo es armar y crear ese espacio para ella?
RO: En nuestra habitación lo que más me gustó transmitir a la hora de diseñarlo, y que de hecho estoy en ese proceso, es que primero nos represente a nosotros y que nos transmita la sensación con la que me quiero despertar e ir a dormir todos los días, que es calma. Es el momento de calma y de poder relajarme y descansar. En el caso de Titi particularmente, ella tiene una personalidad muy marcada, si bien tiene dos años, es bastante potente. Entonces también quería que su cuarto la identificara. Por eso elegí el empapelado de las paredes con una combinación de colores entre dulce y mucha energía. Y también la naturaleza que es algo que le encanta. Nos encanta viajar y siempre vamos a lugares donde ella pueda disfrutar de eso. Así que fue una mezcla de todas esas sensaciones que quería transmitir.
Calm: De curiosa, ¿a qué lugares les gusta viajar?
RO: Hace un par de semanas volvimos de Italia y España. Acá en Argentina fuimos a Iberá, que de ahí viene un poco la elección de los animales que están en el empapelado de su cuarto, muchos son de ese lugar, fue un destino que disfrutamos un montón. Hace poquito fuimos a Salta también, nos gusta mucho la naturaleza y el aire libre.
Calm: Qué lindo. Me encanta porque se nota que en general en tu casa y en la habitación cómo se involucran, en esto que me decías del empapelado por ejemplo. Es un poco como un chef cuando elige los ingredientes, ¿no?.
RO: Sí, como te contaba, en mi trabajo me gusta hacer cosas muy personalizadas y que representan a la persona. En este caso, se trataba del cuarto de mi hija y como la conozco al 100%, sabía qué cosas le iban a gustar. Así que por eso fue esa elección y la combinación de todos los materiales que hay.

Calm: Es realmente muy linda la habitación. Para vos, ¿qué significa que tu hija tenga un cuarto propio?. Este proyecto se llama “Un cuarto propio» y me sorprendió que justo tienen el ensayo de Virginia en la habitación de Titi.
RO: Para mí significa un nivel de privacidad para ella y, es un poco redundante, pero es algo propio y que con el paso del tiempo, a medida que vaya creciendo, lo va a hacer aún más propio todavía, porque ahora lo hice yo representándola a ella. Pero mi intención es que, con su crecimiento, se vaya apoderando de su cuarto. De hecho, el vestidor está pensado para acompañarla en su transición de niña a adolescente, tengo muchas ganas de ver ese proceso.
Calm: Quiero que en unos años volvamos a hacer esto y ver cómo cambió el cuarto.
RO: Total.
Calm: ¿Qué rituales familiares tienen en su hogar?
RO: Todas las tardes cuando llegamos los dos de trabajar sacamos a pasear a Poli(nuestro perro) con ella, tenemos ese ritual de salir por el barrio a pasear con el perrito y Titi.  También prendo velas después de bañarnos, me gusta que todo tenga rico aroma y ella me acompaña prendiendo las velas y apagando los fósforos. Nos encanta, lo disfrutamos mucho.
Calm: ¿Me podés contar un poco de los muebles que fuiste eligiendo?
RO: En principio, el diseño interior de la casa fue una remodelación integral. Este espacio no era así, había un baño en el medio donde ahora está el living, derribamos paredes,  movimos de lugar un montón de cosas. La elección de los muebles fue muy personal también, fui generando los ambientes como a mí me gusta vivirlos. Por ejemplo, no quería un living formal donde estemos personas enfrentadas mirándonos, quería un living donde me pueda tirar a ver televisión los fines de semana, por eso elegimos un sillón profundo, como para generar una cama, por así decirlo. Por otro lado, me gusta mucho leer y tenemos muchos libros, entonces diseñé una biblioteca que tenga esa versatilidad de alojar libros, pero también de exhibir objetos, porque me gusta la decoración, y también está integrado todo el sistema de audio que tenemos, porque nos gusta la música. Es un mueble súper personalizado. Y así mismo hice una contraposición con una cocina negra. Entonces, en el mismo lugar, que no es tan grande, tenés dos contraposiciones de colores: un ambiente súper blanco y un ambiente súper oscuro que pareciera que achica el espacio, pero como tenemos mucha luz, dialoga súper bien con todo el resto de la casa.
Calm: A mí me pasa en mi casa, que yo soy muy profusa, me gusta tener muchas cosas y tenemos todos los muebles explotados. Cuando veo este espacio me da un respiro, ¿no?, como una pausa.
RO: Si, totalmente, gracias.
Calm: ¿Nos contás un poco sobre las cerámicas y las obras de arte?.
RO: Las cerámicas son una línea que lancé este año. Estuve en una feria de diseño que se llama Experiencia Living y armé una colección de cerámicas artesanales para exhibir en el proyecto. En cuanto a las obras de arte, son de Albicini, es una artista de los años 80s que tuvo un boom en esa época. Cuando falleció heredó toda la obra a su hija, Gabriella Albicini, que es muy amiga mía. Creo que tienen mucha personalidad y que, si bien son de los 80’s/90’s, son muy contemporáneos, si ves la paleta de colores que usó, me parece muy actual.

Calm: Ahora, para irnos hacia el mundo de los sueños, ¿qué fue lo último que soñaste?
RO: Creo que fue antes de irnos de viaje, vamos a España casi siempre porque Mariano tiene toda su familia allá, y fue como soñarme en la situación de viaje, pero creo que estaba somatizando un poco lo que se venía, pero sí, es el último que me acuerdo, haberme soñado de viaje.
Calm: ¿Hay algo que necesites para dormir bien?.
RO: Necesito que esté todo ordenado antes de irme a dormir porque no me gusta dormir cuando tengo la casa desordenada. Creo que igual eso tiene que ver con lo que transmiten las casas, ir a dormir en paz, por así decirlo.
Calm: ¿Y Titi?
RO: Titi tiene varios muñecos de apego que les toma lista cuando se va a dormir, tiene tres muñequitos con los que duerme.
Calm: ¿Conocías Calm?
RO: Conocí la marca a través de las redes, en Instagram. Me parece súper útil y dinámico el tema del envío y demás. Siempre busco eso, facilidad a la hora de ejecutar las obras y me parece que ustedes lo tienen. Hoy en día cuando elegimos trabajar con una marca o comprar un producto buscamos que nos resuelvan y que el proceso, en general, no sea complicado. A veces pasa que comprás un producto y tenés que estar reclamando porque no te llega y demás, con Calm no fue el caso y me parece que está buenísimo.
Calm: Por último, ¿cuál es tu sueño? ¿Cuáles son tus proyectos de acá en adelante?.
RO: Mi mayor proyecto y en lo que estoy trabajando ahora es en crear una línea de productos. Diseñamos muebles en el estudio, pero hacemos a medida, quiero tener un espacio donde los pueda exhibir y pueda entrar cualquier persona a ver lo que hacemos. Si bien tengo una línea de mobiliario, no tengo un showroom en este momento, ese es mi próximo paso o un sueño que quisiera cumplir en el corto/mediano plazo. Y también que sea un espacio más dinámico, con cafetería, distinto a lo que hay hoy como concepto de showroom.
Calm: Si, de hecho, la mayoría de los lugares de muebles y decoración siguen siendo bastante tradicionales.
RO: Sí y muchas veces los noto inalcanzables cuando estás en el nivel de diseño de lo que hacemos nosotros en el estudio. Me interesa hacer algo un poco más accesible, que cualquiera pueda acceder a ese tipo de mobiliario. Y a la vez también estuve viendo muchas marcas de ropa que tienen cafetería en el local. Bueno, ir por ese lado me encantaría.
Calm: Muchas gracias por recibirnos en la intimidad de tu hogar y dejarnos ser parte.
RO: Gracias a ustedes.

 

Instagram: @robhortiz
Web: https://robortiz.com.ar/

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Sueños de Primavera

¿En qué pensamos cuando hablamos de la primavera? 

En Calm queremos mirarla desde otro lado, cambiar de perspectiva. Entonces nos preguntamos: ¿Por qué tenemos primavera?

Nos cuestionamos para entender, un poco más, con qué cosas o en qué momento nos sentimos en primavera.

Manifiesto.

Sueños de primavera.

Para poder florecer, primero se debe cultivar. Cuidar, nutrir, esperar. De eso trata la primavera. No solo de los colores, los aromas y los retoños, sino también del proceso. 

Siempre hablamos del destino, pero no mucho del camino, de cómo es que llegamos, a que nos aferramos en cada paso y que nos hizo, en principio, emprender el viaje.

Para ver florecer hay que confiar. En algo más grande, su propósito, su ritmo, su naturaleza. Adaptarse a sus cambios y reglas, no tener miedo cuando vemos cambiar de color, de piel, de forma. Porque en la transformación hay belleza, hay metamorfosis.

Hay que tener paciencia, pero también coraje, para ver en nuestro cultivo, el reflejo de nuestras intenciones. No solo se trata de ver florecer, sino de acompañar cada pasaje y su ritual. Y ahí es cuando nos acordamos por qué plantamos.

Al final, en el transcurso de la aventura, nos vemos distintos. Nos sentimos más livianos, como si hubiésemos esperado un año, para crecer. Descubrimos lo valioso del camino. La belleza de ver florecer nuestras intenciones.

Cultivamos un sueño, y ahora tenemos primavera.

Pero para tener todo eso, tenemos que tener verano, otoño e invierno. Lluvia, sol, tormenta y nubes. Porque más que colores, son estados.

La relación entre la primavera y la juventud

Este vínculo nace de una metáfora y es un tema recurrente en la literatura, la poesía y la cultura. 

La asociación entre estas dos cuestiones, se basa en la idea de que la primavera es una estación de renacimiento y renovación en la que la naturaleza renueva su ciclo de vida, las flores aparecen y los días se alargan. Esto se compara inevitablemente con la juventud, ya que es una etapa de la vida caracterizada por el crecimiento, la vitalidad y la energía renovada.

Pero desde Calm queremos repensar a la primavera como un estado, no una edad específica. Porque más allá de sus colores vividos y sus pimpollos, hay algo en la metamorfosis que alude a los cambios naturales por los que pasamos todxs, en cualquier año.

Podemos florecer mientras sigamos creciendo desde algún lugar, siempre vamos a tener la primavera cerca. 

Es cuestión de evolución, crecimiento, paciencia y coraje.

Hay momentos en los que nos sentimos florecer, en los que soñamos despiertos.

Juntando fuerzas para desplegar nuestros colores, para dar el primer paso, con impulso, hacía nuestro objetivo. 

Despertamos para seguir soñando. 

Soñamos para poder florecer.

¿Y a vos, qué te hace florecer?

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Parálisis del Sueño: entre la vigilia y el sueño

Desde Calm queremos brindar nuestro apoyo a las personas que experimentan un fenómeno cada vez más frecuente: la parálisis del sueño.

Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

En colaboración con la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, nos propusimos compartir información precisa y científicamente respaldada sobre la parálisis del sueño. Para poder ayudar a entender el trasfondo de este fenómeno y proveer estrategias que puedan ayudarlos a ustedes a manejarlo con mayor tranquilidad.

PROBLEMÁTICA

¿Qué es la parálisis del sueño?

La Parálisis del sueño se caracteriza por una alteración de las funciones motoras, perceptivas, emocionales y cognitivas. Podemos sentir una incapacidad para realizar movimientos, alucinaciones visuales, sensación de presión en el pecho o una presencia aterradora que nos acecha.

Esta condición nocturna es más habitual de lo que pensamos, y lo que sucede en concreto es que una sección del cerebro se despierta, mientras el cuerpo permanece momentáneamente sin movimiento.

¿Cómo sucede?

Durante la noche, nuestro cuerpo atraviesa un ciclo compuesto por cuatro fases de sueño.

La última de estas fases se denomina REM, que significa «Rapid Eye Movement» (movimiento rápido de los ojos) en español, y es durante esta fase que soñamos.

En el transcurso de la fase REM, el cerebro inhibe la actividad de los músculos, algo que
posiblemente adoptamos para evitar que nuestros movimientos mientras dormimos, se traduzcan en acciones físicas que puedan resultar en lesiones.

Pero, en ocasiones, y aún no sabemos exactamente por qué, la parte sensorial del cerebro se activa antes de tiempo, y da lugar a lo que se conoce como parálisis del sueño.

En el año 2011, el psicólogo clínico Brian Sharpless, llevó a cabo una revisión exhaustiva
que hasta el momento es la más completa sobre la prevalencia de esta condición en las
personas. (Fuente: Asociación Argentina de Medicina del Sueño)

Los resultados obtenidos por Sharpless revelaron una prevalencia de la parálisis del sueño
mucho mayor de lo que se creía. Casi el 8% de los adultos admiten haber experimentado esta condición en algún punto de sus vidas. Sin embargo, la cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%).

Desde Calm, habiendo investigado este fenómeno, con la ayuda de La Asociación Argentina de Medicina del Sueño, les traemos:

5 consejos útiles para tratar la parálisis del sueño

1. Intentar mantener la calma: la parálisis del sueño es temporal y no peligrosa.
Para poder reducir la ansiedad que nos genera el momento, mantengamos la calma.

2. Respiración profunda: practicá unas respiraciones profundas y lentas para relajar cuerpo y mente. Vas a sentir que los pensamientos se despejan y baja tu ansiedad.

3. Enfoca la atención: probá mover un dedo o alguna parte del cuerpo, respirando lentamente, con control.

4. Visualizá algo que te relaje: imaginate en un lugar tranquilo y seguro. De esta manera, vas a poder reducir la sensación de parálisis.

5. Establece un horario de sueño: probá mantener un horario de sueño regular y evitá contenido estimulante antes de dormir, para prevenir episodios.

En CALM consideramos que la educación es esencial al momento de abordar los desafíos relacionados con el sueño. Al proporcionar información actualizada y consejos, creemos que podemos impactar en el bienestar de nuestra comunidad.

Recordá que nuestras recomendaciones pueden ayudarte a enfrentar la parálisis del sueño con más calma y preparación, pero siempre es recomendable buscar atención médica si tenés preocupaciones persistentes.

En una entrevista con Marcos Apud, psicólogo y biohacker, descubrimos un consejo que nos encantó:

¨Si nosotros hacemos una práctica por 20 minutos de poner las plantas de los pies y las palmas de las manos en el pasto, en la tierra o en la arena, vamos a empezar a sentir un montón de efectos – especialmente con la práctica prolongada de esta acción -, como por ejemplo dormir mejor durante la noche, activar los niveles de serotonina – la hormona que permite sentirnos felices y en bienestar -, vamos a cicatrizar mejor algún tipo de herida, podremos regular las hormonas, entre muchos otros beneficios.
Es una práctica maravillosa que contribuye a disminuir las posibilidades de experimentar la parálisis del sueño.
¨🌱✨

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Los Olores: Un Camino hacia una memoria más clara

Desde Calm siempre estamos buscando mejorar la calidad del sueño y el bienestar de las personas, y en el proceso de investigar nuevas oportunidades, nos topamos con un estudio publicado en la Revista Science, el cual habla de la posibilidad de que si olemos un aroma en el momento en el que estudiamos, y lo volvemos a oler cuando dormimos, nuestro cerebro podría asociar la información con el aroma en cuestión, ayudando a que a través del sueño fijemos conocimientos.

Y casualmente fin de año es una época estresante para cualquier universitario, llegan las entregas y las noches sin dormir, por ende nos pareció el momento indicado para comprobar si esta teoría es real o no. El objetivo es ayudarlos a estudiar sin perder el descanso, con herramientas fáciles que se pueden fabricar en casa.

Vale aclarar que descansar bien es un factor muy importante para tener niveles de atención alto y la energía necesaria para poder absorber conocimientos. Así que estaríamos aportando en ambas causas, mejorar sus noches de sueño y su rendimiento académico.

Entonces lo hicimos, recorrimos varias universidades de la ciudad para regalarles su próximo aliado del estudio (y el sueño), un humidificador.

¿Qué es y cómo se usa un humidificador?

Este dispositivo te permitirá activar aromas específicos para usar durante y después de una noche de estudio o lectura. Les contamos paso a paso cómo usar su humidificador para fijar conocimientos a través del sueño:

Paso 1) Cargar el dispositivo con agua y luego agregar gotitas de la fragancia que más te guste.

Paso 2) Encenderlo cuando comiencen tus sesiones de estudio.

Paso 3) Apagarlo cuando hayan concluido.

Paso 4) Volver a encenderlo para dormir.

La ciencia detrás de los aromas y la memoria

Hay varios estudios que respaldan que los olores pueden tener un impacto significativo en nuestra memoria. Existe otro realizado por la Universidad de Humboldt en Berlín en 2021 (Odor-enhanced episodic memory: A double-blind, placebo-controlled, within-subject design) reveló que los olores pueden ayudarnos a recordar momentos específicos. Durante este estudio, los participantes fueron expuestos a diferentes fragancias mientras visualizaban imágenes de objetos cotidianos. Más tarde, se les pidió que recordaran esas imágenes. Los resultados fueron increíbles: aquellos que habían estado expuestos a los olores tenían una mayor probabilidad de recordar las imágenes que los que no.

Además, otro estudio realizado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lübeck en 2007 (Olfactory cues during sleep improve object memory) descubrió que los olores percibidos durante el sueño pueden potenciar la capacidad de recordar. Durante esta investigación, los participantes fueron expuestos a fragancias tanto antes como durante el sueño. Luego, se les pidió que recordaran objetos que habían visto previamente. Los resultados hablan por sí mismos: aquellos que habían experimentado los olores tenían una mayor probabilidad de recordar los objetos con precisión.

Desde el equipo de los sueños, queremos seguir explorando formas de potenciar tu calidad de sueño, y así tengas la energía necesaria para lograr todo lo que te propongas.

Vos ¿Te animarías a probar este experimento?

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Nuestra base te sostiene aún cuando tu acompañante no te para de patear

Extender el ciclo de vida del producto, aplicando mejoras que respondan a necesidades del equipo, y de nuestra comunidad. Ese era el desafío. 

En Calm siempre estamos probando, experimentando e intentando implementar mejoras y alternativas. 

Creemos que es importante no quedarnos en el primer intento, sino seguir creando y formulando posibilidades que puedan aportar al bienestar de las personas. 

En este caso, surgió la idea de crear una base más firme, que les brinde a ustedes, aún más estabilidad. Lo hicimos posible, y acá te contamos cómo.

Primero lo primero: ¿Cuál es la mejora?

Así como nos define la simpleza, sin cambiar la estructura del producto, implementamos una pieza clave que genera el soporte que queremos, sin cambiar la estética.

La nueva propuesta viene a extender el ciclo de vida del producto. Distribuye de manera uniforme los esfuerzos entre las piezas conectadas, generando así la confianza deseada para descansar con seguridad y firmeza.

Lo que hicimos fue un cambio en los vínculos: refuerzos que conectan las uniones de la cama, para que sea desarmable y a la vez super resistente.

¿Cómo lo hicimos?

Implementamos la metodología  “Design Thinking” (Pensamiento de Diseño): investigamos, conceptualizamos, propusimos y prototipamos.

Lo primero fue armar propuestas de diseño y llevarlas a nuestro proveedor. Observamos el modelo anterior como referencia y analizamos las opiniones del producto, para detectar posibles problemáticas que nos sirvan como disparadores. La mejora tenía que ser simple, funcional y estética.

Tuvimos un intercambio de opiniones y decidimos, finalmente, avanzar con un cambio en los vínculos, como les contamos anteriormente. Luego, realizamos varios prototipos para poder visualizar las mejoras aplicadas. Lo único que ajustamos después fueron algunas pedidas de estos, y así poder facilitar la usabilidad para las personas.

¿A qué nos referimos con una base más firme?

Una base que tenga mayor solidez estructural, que genere más confianza al usarla y extienda su ciclo de vida. 

Estéticamente no cambia mucho, no se preocupen, lo único que se ve es una chapa triangular en los vértices al mirar el producto de costado. La idea era no alterar ninguno de estos ejes: estética, costos y cantidad de pasos de armado. 

Queríamos que siga siendo simple, en todo sentido.

El objetivo era facilitar la usabilidad de la base.

Lo logramos, y en el proceso incrementamos el puntaje del producto de 4,40 a 4,80.

Ahora sí, podemos hacer este chiste: “No te preocupes, que para estable, está nuestra base de hierro” 😉

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Siestario, un lugar para despabilarse

Vivimos en un mundo hipercomunicado donde cada vez es más difícil descansar y, en Argentina, se fue perdiendo poco a poco el sentido de la siesta. Esos pequeños períodos de sueño que cambian como vivimos el resto del día.

¿No les parece irónico? Cuanto más necesario es, menos dormimos, principalmente en una ciudad como Buenos Aires, repleta de ruidos, personas, actividades, obligaciones y rutinas.

Una siesta y a seguir.

Con jornadas laborales largas y tantas actividades diarias, no es fácil mantener nuestro nivel de energía de la mañana a la noche. Sería increíble poder reiniciarnos, y volver a sentir que estamos al 100% en la mitad del día.

Pero el botón de reinicio existe y es una siesta.

Guy Meadows, especialista en fisiología del sueño y cofundador de The Sleep School comenta que «El principal beneficio de las siestas breves, es que contrarrestan los efectos fisiológicos que ocurren en el cuerpo desde que nos despertamos«. Nos ayudan a mejorar aspectos como el tiempo de reacción y la memoria, algo que vamos perdiendo a medida que transcurre el día.

Por eso en Calm creemos en lo sagrado de la siesta, y venimos a restituirla como costumbre saludable. A veces nos permite realmente conciliar el sueño y otras veces no, pero significa definitivamente un freno en la vida cotidiana. Siempre decimos que queremos mejorar el bienestar de las personas, y la importancia de un buen dormir pero principalmente de un buen despertar

El despertar nos tiene que dar el empuje para encarar nuestros objetivos. Para enfrentar el día y ayudarnos a conectar con el mundo

Por eso, pensamos que es importante dormir una merecida siesta, para poder llegar a tener un buen despertar.

Sabemos que para ejercer el despertar hace falta humanidad, sensibilidad, estar en el presente, reconocer el entorno y a los demás. Lograr desconectar para luego, poder conectar con todo lo que nos queda por hacer. Y así poder avanzar durante el resto del día, con certeza y sin miedos. 

En síntesis: frenar para después observar, animarse a pasar del sueño a la vigilia es decir, despabilarse.

Entonces, en Calm, nos preguntamos: ¿Ese <estar despierto> significa <estar presente>? 

Creemos que no, que para eso hace falta tener más lugares donde parar, un hiatus en la rutina diaria.

Experiencia despabilarse.

Así fue como creamos <Despabilarse>, una habitación que te invita a reflexionar, dónde queremos entender cuánto cambia tu día, permitiéndote  45 minutos de descanso.

Te decimos “despabilate” pero no como una exigencia sino todo lo contrario, queremos aportar, desde nuestro lugar, a que tengas un buen día 🙂

Este proyecto es, de alguna forma, un experimento social. Queremos entender cuánto mejora el día de nuestra comunidad después de vivir esta experiencia.

¿Por qué 45 minutos?

Según la Asociación Argentina de Medicina del Sueño una siesta debe durar 30 minutos o menos. En Calm agregamos 15 minutos más para que tengan tiempo de prepararse tranquilamente antes de entrar a la cama. 

Desde Calm proponemos un escape de la rutina para volver renovados y con más energía. Porque hacer una pausa, nos permite reconectar.

Venite a dormir
la siesta.

Probá nuestros productos durante 45 minutos de siesta en nuestro local de Santos Dumont 3507. Te damos todo lo que necesitás para un buen descanso.

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¿Cine al aire libre? Sí, pero desde la cama

Imaginen un cine al aire libre en un entorno mágico. Así fue el evento que organizaron  Vicky Garabal y Sofí Polke en Darsena Bar y en esta nota te contamos cómo fue. 

Como saben, nos encanta encontrar nuevas formas de conectar con nuestra comunidad, por eso, recientemente nos sumamos a un planazo. Decidimos llevar la comodidad y el descanso a un lugar inesperado: cine al aire libre.

El domingo pasado participamos del evento “Hay plan”, organizado por Vicky y Sofi, las fundadoras de @_hayplan_.

¿De qué se trata este proyecto?, nada más claro que sus palabras: “nos dedicamos a armar los planes de tus sueños”.

Organizan planes distintos y originales, cambiando las locaciones y creando experiencias increíbles. En esta última ocasión tuvimos la suerte de sumarnos y ser parte de una de las cosas que más amamos hacer en la cama: mirar pelis.

Una noche de película

Fue una noche fresca de domingo en la que lo último que sentimos fue, justamente, frío.  ¿Por qué? Gracias a la calidez de nuestros edredones y la sensación de acurrucarse en un colchón suave y cómodo rodeadxs de amigxs y almohadas. Bueno y un poco por el vino, no lo vamos a negar.

Agradecemos a las organizadoras por pensar en nosotrxs para sumarnos a este plan increíble.

También a Darsena Bar por abrir sus puertas y permitirnos formar parte de esta experiencia cinematográfica única.

Si Hay Plan avisen que nosotrxs estamos🍿📽