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Enamorate de la Almohada Infinita Calm

almohada infinita sobre cama

Llegó el momento más esperado:  lanzamos la Almohada Infinita, suave y ajustable, que busca adaptarse a todas las formas de sueño de manera práctica y simple.

Nuestro objetivo es seguir desarrollando productos que aporten al bienestar y al descanso para una mejor calidad de vida.  Por eso, ideamos una almohada que se adapte a todas nuestras formas de dormir. La clave es lograr mantener la alineación de las triple C: cabeza-cuello-columna, sin importar tu posición. Igual que como cuando estás paradx. 

La almohada infinita consiste de tres capas de relleno, con una capa intermedia extraíble que sirve para poder regular la altura y firmeza de la almohada. Todo en uno. 

almohada infinita ajustable

Bueno, pongámonos técnicos

El relleno de sus dos capas exteriores está conformado por una fibra siliconada y conjugada (rizada), que es la que mejores características ofrece en cuanto a comodidad y capacidad térmica.

A partir de su composición, se logra aumentar el espacio que hay entre las fibras, generando un relleno mucho más suave, esponjoso y liviano, y con una gran capacidad de recuperar su forma original. Evita la acumulación de humedad en su interior y los malos olores, mejorando la circulación del aire y aportando una extrema suavidad.

El resultado: una almohada igual de suave que las de pluma, pero sin esos ataques de alergia insoportables.

¿Y la siesta?

La capa intermedia es una almohada interna que podés llevar a todos lados y transformar esa media horita libre que te sobra después del almuerzo, ese viaje eterno en subte, o esa espera interminable en el consultorio del dentista en una siesta corta revitalizante: la famosa y controversial power nap.

La almohada interna tiene el tamaño ideal para poder guardarla en tu bolso o mochila y convertirse en tu fiel compañera.

almohada infinita de costado

El paso a paso

Para el desarrollo de la almohada Infinita, realizamos numerosas pruebas en busca del punto justo entre suavidad y firmeza. También trabajamos con el feedback de clientes reales a quienes les enviamos la almohada en etapa de desarrollo para que prueben el producto, nos den su opinión y cuenten su experiencia de dormir con nuestra nueva almohada. Escucharlxs fue un elemento clave para determinar las características de la almohada.

¿Cada cuánto tiempo deberíamos cambiar la almohada?

Los especialistas en la materia suelen indicar que, aunque no existe una fecha estándar, lo mejor es cambiar de almohada cada dos años por dos motivos: porque pasado este tiempo se deterioran y deforman los materiales, y por una cuestión de higiene. Recomendamos siempre usar nuestras almohadas con funda protectora para poder mantenerla en buenas condiciones 🙂

Unboxing increíble

Cada almohada es presentada dentro de una hermosa caja amarilla y kraft. Una vez que abrís la caja, seguramente te sorprendas al encontrar un cálido mensaje de bienvenida, algunos regalos, y todo lo que necesitas para emprender un viaje hacia tus sueños más profundos, envueltos por completo en materiales reciclables.

A soñar

Después de muchos meses de trabajo, estamos orgullosxs de presentarles la nueva Almohada Infinita. Nos encanta acompañarte en tu descanso y en esta nueva experiencia que recién comienza.

Durmiendo rodeado de almohadas infinitas
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¿Cuándo deberías cambiar tus sábanas?

Durmiendo en cama calm

Hay dos tipos de personas en lo que a sábanas se refiere (mentira, hay miles, pero las clasificaciones extremistas son más divertidas). Por un lado, tenemos a las que guardan hasta las sábanas de la infancia con estampados de Mickey o diseños noventosos pasados de moda, o quienes mantienen -con mucho amor- ese primer juego que se compraron junto con el colchón allá lejos y hace tiempo.

Si cuando las pagaste, te salieron más baratas de lo que hoy cuesta un alfajor en el quiosco, estamos hablando de vos. 

Por otro lado, están quienes buscan constantemente en internet el último modelo con los colores más cancheros y con la mayor cantidad de hilos, y que cambian las que tienen cada dos por tres. Son esas personas que cuando vas a su casa, te muestran sus nuevas sábanas con orgullo y te hacen tocarlas para que sientas lo suaves que son (digamos todo, siempre es la cama en la que quisieramos dormir).

Durmiendo en cama calm

Yendo a un terreno un poco más medido, encontramos el punto justo en el que deberíamos reemplazar nuestras sábanas. Al primer grupo (lxs apegadxs a sus sábanas viejas) les decimos con mucho pesar que, aunque el juego que tengan sea un modelo premium de 5 millones de hilos, no van a poder dejarlas como herencia a sus hijxs.

Y al otro grupo, que simplemente no hace falta cambiarlas cada un año (mejor, comprense una linda almohada; guiño, guiño)

Las sábanas de buena calidad están hechas para durar

Las buenas sábanas no tienen fecha de vencimiento: si las lavás regularmente y las cuidás (como a esa polera de morley que tanto amás), deberían durarte unos buenos años y seguir pareciendo nuevas.

No hay necesidad de cambiarlas basándose en el tiempo que tienen. Si se ven bien, no están manchadas y cuando te acostas siguen sintiéndose suaves, están para quedarse.

Chica durmiendo tapada con soábanas

Todo tiene un final, todo termina...

Decirle chau a algo que nos acompañó durante tanto tiempo siempre es difícil, pero no por eso menos necesario. ¿En qué momento hay que dejar ir a nuestras nobles sábanas?

Cuando es evidente que el desgaste del uso y de los años hizo efecto: la tela se vuelve más fina, amarillenta, y se destiñó tanto que es imposible decir de qué color fueron originalmente. ¿Se sienten como una remera vieja y áspera cuando te acostás? Chau, chau, adiós…

Cómo cuidar tus sábanas (y qué hacer cuando no dan para más)

Si las tratás bien,  te lo van a retribuir durante mucho tiempo. Lavalas en agua tibia o en ciclos fríos, y con ropa del mismo color. Idealmente, deberías tener 2 o 3 juegos para alternarlos de forma regular; así vas a poder extender la vida útil de cada sábana.

cama recién hecha, sabanas tirantes, almohada calm

Ahora bien, en el momento en el que veas que ya no cumplen su función como deberían (no te envuelven con suavidad al dormir), es hora de darles un nuevo uso. Si todavía están en un estado aceptable, ¡donalas!, a alguien siempre le van a venir bien.

Pero, si no es así, podés llevarlas a un refugio de animales (muchos usan sábanas y toallas viejas para cubrir las jaulas y para limpiar); podes usarlas para limpiar objetos delicados, o para que tus familiares más peques puedan jugar a armar fuertes y habitaciones secretas (mientras más grandes las sábanas, más divertido).

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¿Cada cuánto tiempo deberías lavar tus sábanas?

Chica durmiendo tapada con soábanas

¿Cuál es el lugar en el que te sentís más segurx? ¿El lugar donde te aislás del mundo exterior y podés estar tranquilx como cuando tenías 5 años? Seguramente respondas que es tu casa, o tu habitación si vivís en familia; pero si pensás un poco más, vas a llegar a una respuesta bien específica: tu cama

¿No es tu cama el lugar en donde te tirás a escuchar música cuando te hartás de todo y necesitás un rato de paz? O esas noches en las que la oscuridad de tu cuarto se vuelve algo terrorífica y te acordás de una historia que te da miedo, ¿no son tus sábanas las que te protegen, cual muralla, de cualquier espíritu o mal nocturno?

Chica durmiendo en la comodidad de su cama, escuchando música

No es para asustarte, pero tal vez el coco… ¡el coco está en la casa! O mejor dicho (y hablando en serio), tu cama puede no ser exactamente el lugar más seguro de todos.

Despreocupate que no hablamos de espíritus ni nada parecido; nos referimos a tus sábanas. Aunque se vean impecables y limpitas, y no tengan ningún olor raro; aunque vos no tengas ni mascota ni alergias y no hayas transpirado una gota mientras dormías, tenemos noticias no muy buenas (y bastante desagradables de hecho).

ama desarmada con sábanas arrugadas

Huéspedes inesperados

Como decíamos, por más de que las sábanas parezcan impolutas, en ellas viven miles de ácaros, que se alimentan a su vez de las (¡50!) millones de células muertas que una persona desprende cada día (en un año suman 4 kg 😦). Si lo pensás bien, esto quiere decir que nunca dormís solx… pero no nos vayamos de tema. 

Como si lo primero no fuera poco, también está el polen que flota en el aire y se acumula en las sábanas, las bacterias que los ácaros generan, el polvo y suciedad que traemos de la calle, la caspa y pelos de nuestras mascotas, y la lista sigue y sigue… Tu cama es, a nivel microscópico, un nido de bacterias que puede traerte problemas de salud si no la mantenés correctamente. Pero a no desesperar, que estamos acá para decirte todo lo que necesitás saber.

Cama Calm

¿Cuánto es mucho tiempo sin lavar las sábanas?

Pasamos un tercio de nuestra vida en la cama; otra razón más por la que deberíamos poner especial atención en la higiene de nuestra habitación. Las sábanas son, literalmente, la ropa que nos viste durante todo ese tiempo de vida. ¿Usarías una remera por dos meses sin lavarla? ¿Y una prenda interior? 

Obvio que hay tantas respuestas como personas en el mundo. Imaginate que, en una encuesta hecha en Inglaterra, el 3% de la población dijo que lava sus sábanas cada un año… Después de todo lo que hablamos, es evidente que no es la mejor frecuencia de lavado (los ácaros ya armaron prácticamente una civilización en tu cama después de tanto tiempo). Pero no todos los ingleses son así, el 55% respondió que lo hace una vez por semana (spoiler alert, están en lo correcto).

La posta es limpiar las sábanas cada una semana, o cada dos si es invierno, te acostás después de bañarte, y no tenés mascotas ni alergias.  Sabemos que la vida actual hace difícil mantener un régimen muy estricto de limpieza, y que es muy fácil colgarse y dejar las sábanas puestas por más tiempo. Pero creenos, tus pulmones y tu piel te lo van a agradecer.

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Medidas de colchones: la guía comparativa

medidas de colchones

Hablemos de tamaño

Más allá de tus preferencias personales, hay varios factores a tener en cuenta antes de elegir el tamaño de un colchón: ¿Qué tan grande es tu dormitorio? ¿Compartís la cama con tu pareja o tus mascotas? ¿Preferís tener lugar para tus actividades del día a día o priorizás el espacio para dormir?

Te mostramos los seis tamaños de colchones más comunes para ayudarte a encontrar la medida del colchón perfecto para vos.

medidas de colchones

Dimensiones de los 6 tamaños mas usados

1 plaza
80 x 190 cm
1 y 1/2 plaza
100 x 190 cm
2 plazas
140 x 190 cm
Queen
160 x 200 cm
King
180 x 200 cm
Superking
200 x 200 cm

1 plaza: 80 x 190 cm

¿Qué decir del colchón más chiquito y práctico de todos? Su tamaño compacto lo hace ideal para niñxs y adultxs solterxs, o para  cualquier habitación en la que quieras hospedar a alguien.

¿Te estás mudando a un monoambiente y necesitás optimizar el espacio? La respuesta es una plaza. ¿Te armaste tu tan deseada oficina en otra habitación, pero igual querés recibir a tu amigx o familiar que viene a pasar el finde a tu ciudad? Una plaza es el tamaño ideal para vos.

Colchón Calm 1 plaza

Plaza y 1/2: 100 x 190cm

Cumple básicamente la misma función que el de una plaza y con beneficios similares. Pero tiene ese plus de 20 cm que hace que puedas estirarte un poco más, o que duermas más cómodx con tu mascota chiquita o mediana al lado. Claro que, si tenés un Gran danés, no estaría siendo el mejor tamaño…

2 plazas: 140 x 190 cm

Es como aprender a tomar vino, un pasaporte de entrada  a la vida adulta. Si te estás mudando solx por primera vez, o decidiste convivir con tu pareja, y querés algo más bien cómodo pero adaptable a un departamento de dos ambientes, el colchón de 2 plazas es la que va. 

De todas maneras, vale aclarar que no es la mejor opción para compartir con tus mascotas. Y tampoco si tenés  hijxs que vienen a dormir con vos en la madrugada porque Pepa Pig les dio pesadillas.

colchón calm en caja

Queen: 160 x 200 cm

El Queen es la reina indiscutida de los colchones, el hit que no  falla jamás. ¿Qué mejor que poder desparramarte y dar vueltas por toda la cama, sin dejar la mitad de tu cuerpo afuera o sin molestar a tu pareja?

Además es ideal para brunchear en tu cuarto un domingo viendo Netflix. Eso sí,  lo recomendamos para habitaciones de 9 metros cuadrados mínimo.

Colchón calm

King: 180 x 200 cm

20 cm más pueden hacer la diferencia. Si con el Queen tenías amplitud, con el King tenés total independencia de lechos. Nadie te molesta, no molestás a nadie. Negocio redondo.

Ideal si querés un colchón grande pero sin ocupar tanto espacio de tu habitación.

Super King: 200 x 200 cm

Ni el mismísimo Pitágoras pudo imaginarse un cuadrado tan perfecto: 2 metros de suavidad por 2 metros de lujo. Es la medida perfecta para que entres vos, tu pareja, tus mascotas, tus hijxs, gachi, pachi, y hasta la reina de Inglaterra.

Atenti, para tener un colchón king necesitas un buen dormitorio principal, preferentemente de al menos 12 metros cuadrados.