
Imaginate poder caminar varios kilómetros mientras dormís, o nadar por el mar mientras te echas una linda siesta. Algunos animales, por más inverosímil que parezca, pueden hacerlo. Las personas lamentablemente no (o no tan lamentable: la cama es un buen lugar después de todo).
Los seres humanos tenemos prácticamente una sola forma de dormir: horizontalmente. Sí, podés dormir en el bondi volviendo de trabajar, pero en condiciones normales lo hacemos en nuestras camas.
Sin embargo, dentro de esa costumbre hay un rango relativamente amplio de posiciones, y como podrás imaginar, algunas son mejores que otras.
Los seres humanos tenemos prácticamente una sola forma de dormir: acostadxs. Sí, podés quedarte dormidx en el bondi volviendo de trabajar, pero en condiciones normales lo hacemos en nuestras camas.
Sin embargo, dentro de esa costumbre hay un rango relativamente amplio de posiciones, y como podrás imaginar, algunas son mejores que otras.

Posiciones para dormir, ¿cuál es mejor?
Siempre tenemos una posición favorita, o una forma de acomodarnos que hace que nos durmamos más rápido o con más comodidad. A veces puede ser porque es la que mejor le hace a nuestro cuerpo, pero otras puede jugarte en contra y generarte dolores musculares o problemas para respirar.
La posición fetal (acurrucada de costado) es una de las más comunes: 4 de cada 10 personas duermen así, según el profesor y experto en sueño Chris Idzikowski. Dormir así ayuda a evitar dolores cervicales y de espalda, además de permitirte respirar mejor y disminuir los ronquidos (si querés saber por qué roncamos y cómo evitarlo, podés escuchar el episodio 4 de nuestro Podcast El Comité del Sueño.
Cerca del 15% prefiere dormir en una posición de “tronco” (de costado y a lo largo, con los brazos estirados). Es la más recomendada para transitar el embarazo o si tenés acidez o reflujo (en ese caso, hacelo del lado izquierdo).
Es clave tener una buena almohada para que tu cabeza quede alineada con las vértebras, y evitar esta posición si tenés algún problema en el hombro (del lado en el que dormís). Nuestras almohadas son todas distintas entre sí, y se ajustan a diversas necesidades. Por ejemplo, la Almohada Inteligente se moldea a la forma de la cabeza para no generar resistencia y aliviar la zona cervical, por otro lado, la Alta Almohada es ideal para personas que prefieren un descanso, con la cabeza más elevada. También la Doble Sensación es perfecta si necesitás cambiar de sensación de noche en noche. Si querés conocer las demás opciones entrá acá.
La posición fetal (acurrucada de costado) es una de las más comunes: 4 de cada 10 personas duermen así, según el profesor y experto en sueño Chris Idzikowski.
Dato de color: es dos veces más común en mujeres que en hombres. Dormir así ayuda a evitar dolores cervicales y de espalda, además de permitirte respirar mejor y disminuir los ronquidos (si querés saber por qué roncamos y cómo evitarlo, entrá acá).
Cerca del 15% prefiere dormir en una posición de “tronco” (de costado y a lo largo, con los brazos estirados). Es la más recomendada para transitar el embarazo o si tenés acidez o reflujo (en ese caso, hacelo del lado izquierdo).
Es clave tener una buena almohada para que tu cabeza quede alineada con las vértebras, y evitar esta posición si tenés algún problema en el hombro (del lado en el que dormís).

Zona de riesgo
A las personas que duermen boca arriba con los brazos a los costados (8% de la población) se les suele llamar “soldados”. Son aquellas que cuando están en horizontal no sabés si están meditando, en medio de un viaje astral o son vampíros.
Es ideal si solés tener dolores de cuello o espalda, porque no hacés presión extra sobre ninguna de estas partes y pueden estar perfectamente alineadas y en reposo.
Atenti, si roncás mucho o tenés apnea de sueño, mejor evitala (en especial si dormís con alguien al lado). Las vías respiratorias pueden obstruirse un poco y aumentar la potencia del ronquido o las interrupciones de la respiración.
También están lxs que duermen (increíblemente) boca abajo, quienes suman el 7%, según el experto Chris Idzikowski. Sea con los brazos a los costados, o abajo de la almohada, esta posición es la menos recomendable de todas.
La presión que se ejerce sobre el cuello es muy grande y puede generar tendinitis, lumbalgias y cervicalgias, entre otras cosas no muy placenteras. Está completamente desaconsejada para las personas recién nacidas, y básicamente para cualquiera que no quiera vivir con el cuello duro.

Y la posición ganadora es...
Como verás, no hay un ranking absoluto de las mejores posiciones, sino que depende mucho de tus necesidades y de tu cuerpo. Si roncás, dormir boca arriba no va a ser lo mejor, pero ayuda mucho a descansar el cuello y los hombros.
Prestá atención a cómo dormís y, sobre todo, a cómo te levantas. En base a eso podés elegir la mejor posición, o ir variando hasta encontrar la que te haga sentir mejor.Escuchá a tu cuerpo, que sabe lo que dice.
Prestá atención a cómo dormis y, sobre todo, a cómo te levantas. En base a eso podés elegir la mejor posición, o ir variando hasta encontrar la que te haga sentir mejor.
Escuchá a tu cuerpo, que sabe lo que dice.