Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.
A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.
Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.
En esta edición les presentamos a Vicky Garabal y Sofi Polke.
Vicky Garabal
Estudié comunicación social y trabajo en programas de radio y stream. Con Sofi creamos “Hay Plan”, una productora que me hace muy feliz como los fideos con manteca y queso.
Sofi Polke
Soy comunicadora especializada en género y productora de cositas en Hay Plan. Me encanta leer y pasear con Pipu.
Vicky y Sofi tienen ese don de hacerte sentir en casa ni bien cruzas el umbral de la puerta, son un lugar seguro. Si bien el vínculo con la marca viene desde hace años, esta vez tuvimos la oportunidad de entrar en su intimidad y tener un intercambio hermoso que les dejamos para leer y disfrutar.
Calm: Chicas, primero que nada, ¿nos hacés una pequeña introducción sobre quiénes son y de dónde vienen?
VG: Me llamo Victoria Garabal, tengo 33 años, nací en Ciudad de Buenos Aires. Me dedico a la comunicación en forma amplia, estudié comunicación y trabajo en medios. Tengo una productora que se llama “Hay Plan” con mi esposa, Sofía.
SP: Ese es mi pie. Yo me llamo Sofía y también estudié comunicación. Me especialicé en género, estuve trabajando los últimos años en ese área y ahora estoy también full con la productora que tenemos con Vicky. Soy de Puerto Madryn, a los 17 vine a Buenos Aires a estudiar.
Calm: ¿Se conocen de la universidad?
VG: No, fuimos a universidades diferentes. Nos conocimos hace tres años, más o menos.
SP: Teníamos muchas amigas en común que siempre nos decían “¡se tienen que conocer, se van a llevar re bien!”. No en mood amoroso, sino más bien de amigas. Pero siempre que Vicky iba a un lugar, yo no iba, y al revés.
VG: Y de repente fuimos las dos.
SP: Sí, un día saliendo de la pandemia nos juntamos con una amiga a tomar un café, que se transformó en un gin tonic, al rato se sumó Vicky y básicamente a la semana éramos novias.
VG: Claro, tenían razón nuestras amigas, pifiaron en el porqué, pero tenían razón.
Calm: Qué loco, no hace tanto que se conocen entonces.
VG: Sí, son tres años pero es como de toda la vida. Parece una frase hecha, pero de verdad.
SP: Sí re, sin vueltas. Desde el principio fue divertido y fácil, básicamente parecía que tenía que ser así.
Calm: Qué lindo. Se les nota un montón, las veces que las he visto juntas se siente la química que tienen.
SP: Al principio vivíamos separadas a dos cuadras, era como que vivíamos juntas pero en dos casas distintas. Un día estábamos acá, después íbamos para allá, y eso hizo que vivir juntas también se diera de manera natural. Muchos te dicen, “uy pero fíjate porque vivir juntas, las cosas cambian” y nada que ver.
VG: Sí, cambian para mejor.
SP: No hay que andar moviendo cosas jaja. También creo que somos bastante parecidas, por ejemplo, nos gusta recibir gente y tener la casa linda, que haya olor rico…
VG: Y tener nuestras cositas. Hacer de nuestra casa un lugar al que querés volver.
SP: Sí. Yo me había mudado mil veces y siempre le digo a Vicky que no me quiero mudar nunca de esta casa. Ya nos está quedando chica, pero no me quiero ir de acá, la amo.
Calm: Es verdad, a mí me pasó lo mismo. Cuando me mudé con mi pareja, todo mejoró. Por ahí a ustedes les pasa, también, eso de ser “un lugar seguro” para la gente que quieren.
SP: Sí, nos re pasa que cuando una amiga tiene algún problema, muchas veces se vuelve medio un point.
VG: Sí, sí, cobra sentido, se activan protocolos de tés, de películas de Peretti…
SP: Manta, mascarillas, se arma camita en el sillón.
Calm: Es hermoso ser eso para alguien.
Calm: La ciudad, las personas y los espacios, ¿cómo influyen en su creatividad?.
VG: Yo creo que todo influye en la creatividad porque somos seres que habitan un espacio, que se relacionan con personas, todo lo que hacés te va formando y construyendo tu manera de ver el mundo. Y dentro de tu manera de ver el mundo, también es lo que quieras hacer con ese mundo. Qué es lo que querés crear, lo que sentís que falta, lo que está pero que se puede hacer de otra manera. La creatividad también la encuentro mucho en los vínculos. Bueno, vuelvo a Sofi porque es un vínculo que dispara muchas ganas de hacer. Y eso para mí también es increíble, cuando te relacionas con personas que te dan ganas de hacer cosas, de pensar, de rever y demás.
SP: Un poco en línea con lo que viene diciendo Vicky, yo viví en varias ciudades y siento que Buenos Aires tiene algo muy especial. Más allá de que acá tengo muchos amigos, gente cercana, lugares a los que me gusta ir, siento que tenés inspiración en todos lados. Desde lo cultural, lo vincular, las personas, los lugares a donde ir, siento que si salís y mirás hay inspiración siempre. El barrio también tiene que ver, amo Villa Crespo. Las calles, los locales, sobre todo los que no son nuevos, de golpe tenés un taller mecánico que lo mirás y es hermoso y pensamos: “tenemos que hacer algo en este taller o en aquella bicicletería”. Hay espacios increíbles donde mires. Las personas también tienen que ver, son full creativas y van a fondo. Pasas por el taller mecánico y están haciendo asado o pasás por la bicicletería y hay música en la vereda. Personalmente, Buenos Aires me parece una ciudad en la que encontrás inspiración en todos lados.
Calm: ¿Qué necesitan para tener un espacio que las haga felices?
VG: Creo que sentirlo propio, que haya cosas que tengan que ver con tu historia o con lo que te gusta. A mí me gusta mucho mirar, me hace bien ver que hay cositas que me recuerdan a alguien, a un momento, a una elección o cuando lo compramos. Viví en esta casa antes y cuando nos mudamos juntas sentí que la casa se convirtió en otro hogar, realmente. Es como si pudiera separarlo, porque fue como juntar los dos mundos y hacer uno conjunto.
SP: Para mí también es clave que el lugar sea cómodo, que tenga olor rico y también esto que decía Vicky de lo visual, tener algo que te represente. A veces voy a lugares re lindos pero que no tienen nada de identidad y no me parecen felices. Por ejemplo, el clásico concepto de “Airbnb” esos espacios en los que puede vivir cualquier persona, o un café que puede ser el de cualquier ciudad. Esos lugares a mí se me hacen un poco vacíos, me encantan los lugares que tienen más identidad, que por ahí no es todo perfecto y de golpe tenés algo viejo, roto o arreglado. Lugares que cuentan historias, esas casas que vas y podés imaginarte quién es la persona que vive adentro, eso me gusta.
Calm: Para mí el hogar, así como la indumentaria, es algo re identitario de una persona, son cosas que van de la mano.
VG: Es que podés conocer a una persona por donde vive, mismo si su elección es no tener nada, eso también te dice algo. Siempre dependiendo de las posibilidades, las ganas y demás, pero más allá de eso, siempre hay elecciones en el lugar que uno habita.
Calm: Y cuando se construye de a dos o de a varias personas es re lindo también.
VG: Re, de hecho el otro día fuimos a una feria de imprentas y compramos una lámina que nos encanta decir que es para nuestro perrito Pipu.
SP: Es una de mis favoritas jaja
SP: Los libros también me hacen muy feliz. Necesito tenerlos cerca en ciertos lugares: al lado de la cama, en la mesita de luz, la cartera, aunque ya los haya leído. Son objetos que también compramos, usamos y circulamos.
VG: Sí, sí, tienen una vida, no están ahí solo juntando tierra.
Calm: Me están dando el pie de la siguiente pregunta, ¿cuáles son los objetos a los que más afecto les tienen en su casa?
SP: Los libros y los cuadritos.
VG: Sí, también. A mí me gustan mucho las pavaditas, soy muy fan de las cositas chiquitas y me gusta saber que están ahí. Después las joyitas, por ejemplo tengo un collar que me regaló Sofi que dice ”vos sos mi casita” que me encanta, y no lo uso todo el tiempo, pero sé que está ahí. Son tesoritos. Desde que soy chica tengo eso, por ejemplo un anillo que era de mi abuela que me lo pongo cuando tengo que hacer cosas importantes, también tengo figuritas de cuando era chiquita. A Sofía le gusta mucho un libro que no lo está nombrando en particular, que es como su libro amuleto.
SP: Ah, sí, mi libro favorito es uno de Gloria Fuertes, es un libro de poesías que me regaló una amiga y quiero mucho.
VG: Y lo usa a modo de oráculo, además.
SP: Sí, lo uso todo el tiempo. A veces lo leo, pero a veces también lo abro para sacar una poesía. Es la vida de ella y tiene toda su antología de poemas.
VG: Y lo que hace(Sofi) para mí es algo muy lindo que aprendí. Lo abre y el poema que toca lo toma como un oráculo y le pone la fecha o escribe algo, le da vida a los libros. A mí me costaba mucho escribirlos o marcar las cosas, les tenía un respeto que sentía que si los escribía los arruinaba. Y de repente vi que ella apenas se compra un libro le pone su nombre y la fecha, o a veces el lugar donde lo leyó, y me parece una manera re linda de habitarlos porque después volvés a eso.
SP: También le tenemos mucho amor a las plantas. No sé si cuentan como objeto, pero son algo que siento que re arma la casa, le da vida. A mí me pone re feliz mirarlas, ver como crecen, si les sale una hoja nueva o se les cae otra. Sus ciclos.
Calm: Ahora quiero que charlemos un poco sobre el rol que tiene la habitación en sus vidas. ¿Qué significa para ustedes tener un cuarto propio?
SP: Para mí un cuarto propio, que ahora es compartido, es algo hermoso. Sabemos que es un privilegio también. Pero más allá de lo teórico, me parece que realmente es algo re lindo. Y que, hablo por mí pero creo que es de las dos, fue construir ese espacio medio santuario. También que sea un lugar de encuentro, de descanso, un poco más despojado de todo el ruido que hay acá en el living. De que sea un lugar más tranqui y sensorial, que sea muy cómodo, que haya olor rico.
Calm: Es como un lugar asignado al descanso.
VG: Sí, a bajar un poco.
SP: O a tirarnos a ver una peli, dormir una siesta, leer un libro.
VG: Sí, no es de trabajo ni de movimiento, es de calma.
SP: Y muy íntimo también, porque no va mucha gente a nuestra habitación.
VG: No, la verdad que no. Y también lo asocio mucho a la flojera, no somos de comer en la habitación. Tal vez algún que otro sábado o domingo a la mañana, pero es la excepción.
SP: Sí, como un santuario, un lugar fuera del mundo. Menos ruido, más tranquilo. Desde los colores y todo tiene una vibra distinta al resto de la casa, y eso que es una casa chica.
VG: Es la única habitación que tiene otra impronta y uso. También nos costó un poco encontrarle la identidad, fue una búsqueda.
SP: Sí, de hecho siento que todavía está en búsqueda.
VG: Claro. Cómo hacer que sea propio, qué queríamos que tenga, todo el tiempo estamos pensando… ¿Qué más le podríamos poner?, ¿qué le podríamos sacar?.
Calm: Con todas estas charlas que estuve teniendo últimamente por este proyecto, encuentro algo en común, que es que la habitación generalmente termina siendo el último lugar que terminás de apropiar. Me parece muy loco el contraste. Creo que quizás tiene que ver con que la mayor parte del tiempo que pasamos en la habitación, es durmiendo.
VG: Claro, sí. Tiene que haber algo de eso.
SP: Bueno, Vicky se ríe porque para mí, hay un hueco y hay lugar para colgar un cuadro. Y en la habitación siento que no, que me gusta que sea un poco más “chill”, más tranquila.
Calm: ¿Qué rituales tienen para ustedes en su casa?
VG: Empieza la ritualera.
SP: Creo que nuestro vínculo se generó un poco alrededor de los rituales. A mí me encanta, y creo que a Vicky también, todo lo que son rituales y cargar de sentido pequeñas cosas cotidianas para darles algún sentido propio. De hecho, hacemos un montón de rituales en el día a día, pero en distintos momentos. Para mí a la mañana es clave poner música, poner el sahumerio, armar un ambiente. Después igual a la noche, cuando no llegamos muy cansadas, cambiamos las luces, prendemos todas las velitas, le ponemos al velador un pañuelito arriba, vamos armando todo más tenue y a veces también nos tiramos las cartas.
VG: Es encontrar esos momentos en los cuales conectar con otras cosas que no sean las que hacemos todo el tiempo. Las dos trabajamos mucho con dispositivos entonces, a veces, encontrar ese momento es un ritual en sí, es un momento de habitar el espacio de otra manera. Después, a mí me gusta mucho ordenar ropa, a veces necesito sacar todo y volver a empezar.
Calm: ¿Se acuerdan qué fue lo último que soñaron?.
VG: Soñé que encontraba a Sofi acá en la casa y le preguntaba qué estaba haciendo porque estaba con muchas cosas alrededor, y estaba haciendo un ritual de la abundancia.
SP: Porque yo el primer domingo de cada mes hago un ritual de la abundancia. Que está muy bueno.
Calm: ¿Cómo es?.
SP: Tenés que poner en un frasquito o en un vaso 3/4 de sal, una linda tipo cristales o marina. Llenarlo de agua hasta arriba y taparlo con algo. Intencionarlo, abrir el espacio con unas piedras o unas velas y dejarlo al menos una hora. Después, antes de irte a dormir, lo mezclás y te tenés que lavar las manos con ese agua y dormirte con las manos saladas. Es increíble. Lo recomiendo mucho.
VG: más allá de las creencias que uno puede tener sobre si funcionan o no, tiene algo muy lindo que es estar ese tiempo por fuera de lo cotidiano. Sentarte un rato a pensar en algo o permitirte pensar o escribir cosas que querés a cambiar, por ejemplo. A veces es difícil darte ese tiempo en la vorágine. Entonces, más allá del resultado, hacerlo está bueno. Y bueno, eso soñé, que Sofi estaba haciendo el ritual y yo le preguntaba porqué y me decía que se había olvidado de hacerlo antes. Y yo me iba tranquila como si nada.
Calm: ¿Vos Sofi te acordás?.
SP: Ay, yo soñé algo rarísimo, que no sé si fue ayer o antes de ayer. Pero íbamos en una camioneta como en un juego, teniendo que hacer postas. Estoy medio obsesionada con todo lo que es Hay Plan y ahora queremos hacer una kermés. Como que mezclé todo, se volvía un poco full aventura porque era una 4×4 y había que frenar en lugares. No sé, un delirio. Teníamos que hacer misiones.
Calm: ¿Cómo surgió Hay Plan? y ¿por qué?.
VG: Creo que en realidad un poco tiene que ver con nuestras primeras citas.
SP: Cuando empezamos a salir hacíamos citas muy producidas. No nosotras, sino que producimos los momentos. Por ejemplo, una de nuestras primeras citas era el día de los muertos con todo un ritual en el balcón. Nuestras amigas quedaron muy flasheadas y siempre nos decían “che, quiero que me inviten”. Después, en la cuarta cita, Vicky me dijo que quería hacer un campamento así que armé una carpa con telas lindas y le puse lucecitas adentro, almohadones, la cama, comida de campamento. Toca el timbre Vicky, vi todo y dije: “No, me re pasé, esto es mucho, ¡qué vergüenza!” Y Vicky, que es más fantasy que fantasy, entró y estaba chocha.
VG: De repente nos dimos cuenta que también salíamos mucho y conocíamos lugares que creíamos que les faltaba algo más. Que vivas una experiencia y digas “no sabes a dónde fui, pasó esto, lo otro” . Fue el primer paso de Hay Plan, tenemos muchas ideas que esperamos que nos de el tiempo para poder hacerlas.
SP: Sí, nos encanta ir sumándole cosas… les ponemos un montón de amor. Básicamente lo seguimos preparando como esas citas. Pensamos en que haya sorpresas, en sí se llevan algo cuando se van, qué se llevan, tiene que pasar esto, lo otro. Como que no nos alcanza nada.
VG: Lo hacemos con el mismo amor y dedicación que si fuese para nosotras.
Calm: ¿Algo que necesiten para dormir bien?
VG: Yo duermo con todo, la verdad. Puedo dormir con cualquier cosa.
SP: Yo, para dormir bien, ropa de cama cómoda. Después puedo dormir en cualquier lado.
VG: Estar vestida de ropa clara.
SP: Sí, no puedo dormir de negro. Todo clarito, cómodo, de algodón.
VG: En mi caso, cuando era chica, necesitaba claridad. No podía dormir en la oscuridad, me incomodaba. Y no podía conciliar el sueño si cuando abría los ojos no veía nada, me perturbaba mucho eso. Pero ahora me da lo mismo.
Calm: Qué bueno, ¿te cuesta quedarte dormida?.
VG: No, duermo en cualquier lado. Es un don que tengo.
SP: Yo también, me duermo en cualquier lado. Pero en la cama, antes de acostarme, necesito lavarme los dientes, la cara, las manos, ponerme crema.
Calm: ¿Qué es lo que más les gusta de Calm?.
VG: Me gustan muchas cosas. Creo que son muy consecuentes en todo. Primero, son todos muy amorosos, todas las personas con las que traté de Calm me parecen muy amorosas y piolas, que siento que es algo a destacar. Después, me gusta mucho la comunicación que tienen. La primera vez que tuve algo de Calm me llamó la atención que llegue con una notita, regalito y demás. Quieras o no, eso construye un vínculo que va más allá de la compra. También, los conceptos que tienen de poder probarlo, que te venga con todo para abrir el colchón, etc. Muchas cosas que te dan ganas de recomendar genuinamente. A mí siempre me preguntan amigas que se mudan, o mismo mis viejos, y se los recomiendo porque más allá de que el producto esté bueno, si generás algún tipo de vínculo, te da ganas también de que le vaya bien.
SP: Yo los conocía de antes también y me había llamado la atención, me copó que llegaba envasado al vacío. Me pareció re práctico, cómodo, y después entré a la página de Calm a mirar todo y me pareció muy piola la comunicación. Me parece también que hacen acciones muy lindas, y desde ese lugar me había enganchado con el concepto de la marca. Y encima son lo más.
Calm: Realmente somos muy estrictos con la experiencia que queremos dar. Obviamente también con que el producto esté bueno, porque sino el resto se cae. Leemos todas las reviews, analizamos lo que dicen nuestros clientes todo el tiempo.
VG: Es que son las dos cosas para mí. Obvio que en última instancia el producto tiene que estar bueno porque podes tener todos los pompones del mundo y si el producto no funciona, bueno, no funciona el resto. Pero también estar atento a eso, además de vender un producto, a generar una buena experiencia de compra.
SP: Además la compra de un colchón es importante, no es un libro o un florero. Vas a dormir todas las noches ahí, vas a invertir plata, querés saber si está bueno. A veces eso es algo confuso y es la primera vez que veo una comunicación tan cercana en ese sentido (hablando de las características del colchón). A veces dice “densidad tal” y la verdad no sé de qué me estás hablando, no tengo idea. Hacer esa información más accesible a la gente, está buenísimo.
VG: Si, yo sí tengo que elegir una almohada, no sabría elegir leyendo las características. No sé qué quiero, qué me gusta o necesito para dormir.
Calm: Sí, totalmente. También somos sensibles a eso. Comprar un colchón es una inversión grande y por eso la importancia de las 30 noches de prueba. Elegir en 5 minutos el colchón en donde vas a dormir los próximos 10 años, no tiene lógica. Confiamos en el producto que tenemos, por eso lo ofrecemos.
Calm: ¿Cuáles son sus próximos sueños y proyectos?.
SP: En lo laboral meterle full a Hay Plan, que nos está quedando chiquito y lograr que más gente que tiene ganas de venir, pueda. Queremos lograr una dinámica que nos permita darle más freucencia, sin perder esto que nos encanta de los detalles. Gran parte de la energía y el deseo lo tengo puesto en Hay Plan. Y, en lo personal, quiero que las cosas sigan como están. Nosotras estamos súper bien, hay un montón de amor, tenemos salud.
VG: Sí, y disfrutar de lo construido también. A veces uno está pensando todo el tiempo en qué otra cosa o qué más hacer y fue un aprendizaje encontrarnos con disfrutar de lo que ya tenemos, de no querer mover, cambiar o salir a buscar algo más. Disfrutar de lo que nos está pasando, lo que construimos y empezar a ver desde ahí qué pensamos a futuro. No sé cómo explicarlo, pero hay gente que toma decisiones o busca cambiar las cosas porque no está disfrutando de lo que tiene o que piensa que lo mejor es lo que está por venir, ¿entendés?. Yo pienso, y creo que Sofi también, que lo mejor es lo que estamos viviendo y si estás en algo bueno, hay que construir y hacer desde ahí. Hay Plan tiene todo el potencial. Estamos armando un equipo de trabajo y es re lindo ver cómo ese equipo se quiere, es talentoso y tiene ganas de hacer cosas. En algún momento pienso en tener un espacio para ese equipo.
SP: Sí, a veces pensamos en tener una oficina café de Hay Plan.
VG: Claro, que esté toda la gente de Hay Plan pero también que haya gente de otros lados, que convivan los proyectos. Tener un espacio donde la gente pueda ir y usarlo. Con mis otros proyectos también estoy re contenta. Me gusta generar espacios de charla y conversación, entrevistar, conocer gente, saber de sus vidas y de sus proyectos. Tener espacios en los cuales poder repensarse.
Calm: Me encanta ese mensaje de no estar todo el tiempo queriendo cambiar las cosas porque creo que es un poco resultado de la ansiedad con la que se vive hoy en día.
VG: Sí, eso de que siempre hay algo más.
SP: Siempre hay otras cosas, pero bueno, es eso de disfrutar un poco lo que tenés y que se mantenga un tiempo al menos. Después las cosas cambian, siempre.
VG: Sí, es el curso natural que las cosas cambien o se transformen, pero bueno, a veces se trata desde qué lugar buscas ese cambio o transformación.
Calm: Sí, totalmente, es como la frase de que siempre se puede estar mejor.
SP: Sí, o peor también (risas).
Calm: Gracias por esta charla increíble chicas, fue muy lindo conocerlas desde otro lugar y, además, en su dinámica que es hermosa.
VG: Gracias a ustedes por venir a casa.
SP: Gracias, cómanse una medialuna!
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