Placeres de la vida: abrazar a tu perrx una noche bien fría en pleno invierno, o dejar que tu gatx se acueste encima tuyo y te ronronee hasta quedarte dormidx (el mejor ansiolítico; no tenemos pruebas pero tampoco dudas).
A pesar de lo lindo que puede ser compartir la cama con nuestras mascotas, hay gente que se pregunta -sin malas intenciones- si hay chances de que no sea lo mejor en términos de salud e higiene.
¿Me va a traer problemas en el sistema inmunológico, o despertarme alguna alergia latente? ¿Afecta el comportamiento de mi mascota dormir en mi misma cama? Si sos de esas personas, o ahora que leíste esto te entró la duda, despreocupate. Tenemos las respuestas, y son bastante buenas.
Según un estudio de la Mayo Clinic Center for Sleep Medicine (EEUU), la mitad de los estadounidenses duermen con sus mascotas. En cualquier parte del mundo, es una tradición que viene desde mucho tiempo atrás, y que aumentó considerablemente con la pandemia (una buena..).
La mejor compañía de la historia
Imaginate la vida en invierno hace 1.000 años: noches heladas, poco desarrollo de telas y tecnología para calefaccionar las casas… Las mascotas (en general perros de tamaño mediano) eran una fuente inagotable -y suavecita- de calor para la gente de esa época, sobre todo al dormir. Mientras más perros/gatos tenías, más calentitx dormías.
Y no es una costumbre perdida… Ahora tenemos los medios para calentar nuestra casa a la temperatura que queramos, pero nadie se negaría a dormir en invierno con un San Bernardo enorme al lado. Eso sí, en ese caso necesitarías un buen colchón King (en Calm tenemos los mejores 😉).
Más bueno que Lassie
Ahora bien, lógicamente las mascotas no son solo un medio de abrigo o calefacción, ni en el pasado ni ahora. Son una compañía hermosa que nos da amor, protección y una sensación general de bienestar y calidez.
El vínculo cercano que construimos con nuestras mascotas reduce el estrés (previniendo depresión, ansiedad e insomnio) y nos ayuda a estar más calmadxs y relajadxs.
El tenerlas cerca, o un simple mimo, hace que liberemos oxitocina (la hormona del amor) y baje nuestro ritmo cardíaco y presión arterial (para bien, claro).
Pensalo así: si no fueran tan importantes en nuestras vidas, no habría una lista interminable de películas contando las aventuras de mascotas. Tampoco tendríamos personajes tan icónicos como el perro Beethoven, Garfield, Fatiga o el ayudante de Santa. Pensá también todo lo que lloraste viendo Marley y yo.
Pero… ¿Lassie es tan bueno como parece?
¿Cuáles son los riesgos reales que tiene dormir con nuestras mascotas? Los perros están activos el 20% de la noche, lo que podría hacer que te despiertes en la madrugada porque tu perro está dando vueltas tratando de acomodarse.
O tu gato quiere algo a las 6 am y no va a tener problema en empezar a tirar todo lo que hay en tu mesa de luz hasta que te despiertes y se lo des.
De todas formas, según el estudio que mencionamos sobre el vínculo con nuestros amigxs peludos, sólo el 20% de los dueños se despierta a la noche por movimientos o ronquidos de sus mascotas.
El 50% duerme mejor y más profundo con su mascota al lado (nuestros guardianes nocturnos).
Hay que tener en cuenta, también, que los animales transportan bacterias y parásitos que pueden pasarle a los humanos. Pero no hay nada de qué preocuparse. Si mantenemos a nuestras mascotas limpias y las llevamos regularmente a chequear en la veterinaria, los riesgos de compartir la cama con ellxs es casi el mismo que compartirla con otra persona.
Una última aclaración: si tenés alergias, asma, o si tu sistema inmunológico está comprometido por algún otro factor, dejar que tus mascotas se suban a la cama a la noche no es recomendable.
Pero si ese no es tu caso, esta noche abrazá fuerte a tu mascota y disfrutá sin problemas de su linda compañía.