Todos sabemos lo que es estar un día entero con el cuello duro, y no se lo desearíamos ni a nuestro peor enemigo.
Si te ves en esta situación bastante seguido, puede que tu cuerpo te esté diciendo algo. Y es hora de escucharlo. Factores como la posición en la que dormimos, o la postura en la que pasamos la mayor parte del día, pueden ser la causa de ese dolor de cuello tan molesto y restrictivo.
A veces, un simple estiramiento diario o un cambio de almohada pueden ayudarte a combatirlo. Por eso, en este artículo te vamos a contar las razones por las cuales puede aparecer el dolor de cuello y las mejores formas de evitarlo.
¿Por qué nos duele el cuello al levantarnos?
Si tenemos en cuenta la cantidad de horas que pasamos por día viendo pantallas, en general mal posicionadas, es casi un milagro que no nos duela el cuello.
Una de las principales causas de dolor o rigidez en esta parte del cuerpo es justamente la mala posición que tenemos durante el transcurso del día. Sin darnos cuenta, podemos estar forzando o tensionando músculos que a la larga pasan factura.
Pero si hablamos de amanecer con dolor, deberíamos pensar en la raíz del problema: las horas de sueño previas a despertar. La postura en la que dormimos también juega un papel fundamental en este asunto, y puede definir si amanecemos relajados y descansados o, por el contrario, con dolor y molestias.
Por último, es probable que tanto tu almohada como tu colchón no te estén dando el soporte que necesitás durante la noche.
Nada peor para un buen descanso que una almohada vieja y hundida, o un colchón que ya no puede soportar el peso de tu cuerpo.
¿Cómo evitar el dolor de cuello?
Ejercicios para fortalecer
Si sentís que tu postura durante el día no es la ideal, lo más recomendable es hacer ejercicios que fortalezcan sobre todo los músculos de la espalda y del cuello.
Ya sea que tomes clases de yoga durante la semana, o que realices alguna rutina de las que abundan en plataformas digitales (siempre que sean de fuentes confiables), tus músculos van a estar distendidos y relajados, evitando así la molesta rigidez de cuello y los dolores que trae aparejados.
Posiciones para dormir
En cuanto a las posturas para dormir, lo más recomendable es hacerlo de costado y boca arriba, siempre asegurándote de mantener la columna alineada con cuello y cabeza, formando una línea recta.
Quienes duermen boca abajo encuentran más difícil lograr esta postura, y en cambio suelen contorsionar el cuello más de lo deseable, tensando sus músculos durante varias horas.
Lo importante es que las partes de nuestro cuerpo queden bien sostenidas por el colchón y la almohada, sin recibir demasiada presión y con los músculos más bien relajados.
Tener el mejor equipo
Finalmente, es super importante elegir con criterio el colchón y la almohada en la que dormimos, teniendo en cuenta nuestras preferencias y la posición en la que descansamos mejor. Para evitar el dolor de cuello, el colchón no tiene que ser ni muy duro ni muy blando.
En Calm desarrollamos el colchón con el punto justo de firmeza, para que tu cuerpo tenga el soporte necesario y te sientas como en una nube.
Por su parte, la almohada debería tener la altura correcta para que tu cabeza no quede inclinada hacia abajo ni hacia arriba.
En este sentido, la firmeza también juega un papel central. Según tus preferencias y la altura que busques, podés ir por una alternativa más mullida, como la almohada de vellón, o por una viscoelástica, que sea un poco más firme y se adapte a tu cuello.