Un cuarto propio inició como una excusa para conocer hogares y entrevistar personas que nos inspiran. El nombre del proyecto surgió de la obra de Virginia Woolf la cual es un llamado a la independencia y libertad personal como motor para la creación.
A lo largo del proyecto y, a medida que fuimos metiéndonos en la intimidad de estos hogares, nos dimos cuenta de la importancia de tener un lugar que nos sea propio para poder soñar. Un espacio que dependa de cada persona y sea espejo de nuestra personalidad. En Calm creemos que tener la posibilidad de construir es un derecho igual de importante que el de descansar.
Esperamos que este proyecto inspire a cada persona que lo lea y que haga de mecanismo para que, de a poquito, puedan construir ese lugar que les pertenezca a ustedes y a nadie más.
En esta edición les presentamos a Decorama.
Ramiro Suárez, más conocido como “Decorama” en redes sociales, estudió Diseño de Interiores en Córdoba, pero desde hace 10 años vive en Buenos Aires. Se dedica al diseño de interiores, exteriores y espacios intermedios. Acá les dejamos lo que fue esta charla íntima con él, en su hermoso hogar.
Bueno, para empezar, nos hacés una pequeña introducción sobre quién sos y de dónde venís.
Mi nombre es Ramiro Suárez, vengo de Santiago del Estero, nací allá. Al terminar la secundaria me mudé a Córdoba, para estudiar diseño de interiores. Estuve 8 años en Córdoba hasta que vine a Buenos Aires, hace ya casi 10 años que me instalé aquí.
Me dedico al diseño de interiores, a exteriores y espacios intermedios también, que serían algo así como un espacio interno abierto y cerrado. También a la restauración, el reciclaje. Además, sé hacer muchas cosas como coser, macramé, restaurar muebles u objetos y también hago un poco de paisajismo. Por fuera de eso, hago teatro, voley y yoga. Me gusta mucho el deporte.
¿Cómo influyen en tu creatividad la ciudad, las personas, los espacios, de dónde sacas la creatividad?
La creatividad la saco mucho viajando, me voy tres, cuatro meses. De ahí me surge bastante la inspiración, me gusta mucho la playa, por eso también mis diseños tienen esa cosa tropical, como playera. Me encanta la naturaleza, por eso me inspiro también en sus colores como el cielo, los verdes de las plantas, las montañas, etc.
Lo importante para mi de viajar es conocer otras culturas, ver cómo es su decoración. Generalmente los lugares con playas son coloridos, pero también me gusta el campo. Me gusta mucho, por ejemplo, el olor a plantas verdes, eso me hace sentirme vivo y con ganas de tenerlo en mi casa, por eso también tengo tanta planta adentro. Aquí cuando llegás se siente el olor a tierra, a pasto como que respiras aire fresco de alguna manera. La naturaleza tiene que estar, nosotros somos parte de ella.
¿Qué necesitás para tener un espacio que te haga feliz?
Primero cosas que nos den buenos recuerdos, como yo te digo, a mí los viajes me significan un montón. Algunas las voy desplegando por el hogar. Si lo tengo en mi casa me va a llevar al lugar ese donde estuve o el momento que he vivido. Si tenés objetos que has ido a comprar en un lugar y no significan nada, no va a tener historia ni peso. Para mi eso es vital en decoración.
Como te decía antes, lo que me hace feliz son las plantas, sus colores porque dicen mucho sobre el estado de ánimo. También el sahumerio, por ejemplo hoy las recibí con uno prendido, en ese sentido, trato de buscar que la decoración no solo sea lo visual, sino que tenga también un tinte olfativo.
Está bueno tener animales que nos acompañan, yo tengo tres gatos, y me siento en mi selva, dentro del cemento, aquí en medio de la ciudad, esa es la idea.
¿Cuáles son los objetos a los que más afecto les tenés en tu casa?
Las plantas a mí me llenan un montón, primero porque las cuido, les hablo, les traigo de comer, les preparo líquidos que tienen cositas para nutrirlas, si están enfermas las curo. Aquí hay como 300 plantas.
Para adentrarnos un poco en tu habitación, queremos mencionar que el nombre de este proyecto, que se llama un cuarto propio, surgió de la obra de Virginia Woolf, la cual es un llamado a la independencia y a la libertad personal como motor para la creación. Habiendo aclarado eso, ¿Qué significa para vos tener un cuarto propio?
Yo siento que siempre tener un espacio en sí, es único para nosotros, por más que estés con una pareja, que tengas tu familia, tenemos que tener un lugarcito, y si existe la posibilidad de tener un cuarto para vos solo, para mí es lo ideal, porque no hay nadie que te diga nada. Porque es tuyo.
Yo siempre he tenido un cuarto propio, y para mí es la intimidad también, es tu lugar para ser vos mismo.
Como no todo el mundo puede tenerlo, es algo que hay que valorar. Y sobre todo, es importante que te sientas cómodo ahí. Tiene que ser un rincón en el que nos olvidemos de todo, un espacio para pensar hacia adentro, en nuestro día a día, en qué estamos haciendo bien o mal, o sea, tratar de hablarnos, eso es tener un cuarto propio para mí, tu intimidad, descubrirte, tu sensibilidad y todas tus emociones.
Esa paz la vas a sentir si tu cuarto está ordenado, si está como zonificado de una manera, en decoración de interiores es muy importante, es decir, hacia dónde da la cama o dónde hay una ventana.
Bueno, y ahora charlemos un poco sobre el rol que tiene tu habitación en tu vida, el cuarto propio es un reflejo de las personas que lo habitan, para vos cuáles son los objetos que más te representan en ese espacio.
Yo también soy carpintero, he armado un par de cositas que me significan un montón, que yo me despierto y digo, esta mesita la armé, no la compré.
También está el reciclaje que hay, por ejemplo, en el respaldo de mi cuarto que me lo encontré en la calle. Era un pedazo de futón, lo pinté y lo puse de respaldo, eso también, como que yo lo veo y digo, no puede ser, esto estaba tirado y hoy en día se lo ve pleno ahí, armónico con el resto de los objetos.
Y después la pared, para mí es algo divertido, algo que refleja mucho mi personalidad, que es colorida, que está en movimiento. Esa lluvia de lunares que tiene el cuarto la hice a mano, uno por uno, entonces eso también es gratificante. Las plantas las armo yo, las traigo, son todas diferentes, las mezclo, es como que trato de que el cuarto también sea una pequeña selvita. Sé que es difícil porque a veces está más cerrado, más chico o en invierno es complicado por la calefacción, pero quise armar una junglita, por eso también la idea de ir llevando las plantas por las paredes o por el techo, como que las plantas sigan su camino, dejarlas crecer, y yo seguir, porque también vos vas creciendo junto a ellas, tu vida va avanzando y ellas también, algunas se van muriendo en el camino, pero bueno, es parte de la vida también.
Bueno, buceando un poco en el resto del hogar, qué rituales tenés para vos y solo para vos en tu casa, esos mismos que te das a vos mismo cuando estás solo.
Los rituales son para mi algo que nace de una sensación, de querer dejarme llevar con la música un día que vengo de la calle súper loco y quiero relajar, me pongo música, me prendo algún incienso, para también sentir el olorcito, porque a mí me calman mucho los olores. También los olores de las frutas me gustan mucho, una naranja o una mandarina, son olores que también los pongo en el horno y trato de quemarlos para que larguen su aroma, así se siente en la casa.
Me gusta tener buenos aromas, te llevan a tu esencia. Los olores nos anclan a recuerdos.
¿Me contás un poco sobre los muebles que elegiste?
En esta casa hay muchos estilos de muebles y por eso trato de que tengan un ritmo.
La armonía que tiene que haber entre los muebles tiene que ser muy continua, sino se descalibra un poco el sentido estético del hogar.
Yo, por ejemplo, veía este mueble que es de melamina, era de wenge, yo lo he pintado clarito, como para que se aliviane un poco más, ¿No? Y que no tenga tanto protagonismo, porque yo quería que tuviera más protagonismo el comedor, la mesa, quería que se parezca más al sillón.
Bueno, ahora nos vamos un poco hacia el mundo del sueño. ¿Qué fue lo último que soñaste? ¿Te acordás?
Mira, he soñado que iba volando en un auto. No sé… como que iba flotando y a la vez veía montañas también desde arriba. Pero de repente, caía, desde ahí, primero me quedaba quieto en el aire y luego empezaba a caer. Quizás simboliza los momentos de altas y bajas en la vida. No sé, hablando sin saber.
Igual tiene algo que ver con un sueño que yo tengo, que es vivir en un motorhome.
Yo siento que el volar debe ser porque quiero irme para todos lados.
¿Qué es lo primero que haces al despertar?
Abro la ventana para que empiece a entrar luz, porque me gusta mucho esa primera luz de día. Trato de levantarme temprano para aprovechar bien las horas, y entonces lo que hago inmediatamente después de levantarme, es hacerme un mate.
¿Qué tenés actualmente en tu mesa de luz o que sentís que es esencial para tu descanso?
Siempre un velador es muy importante en la mesa de luz. Bueno, plantas también. Yo tengo plantas en mis dos laterales, de diferentes alturas, porque también me gusta sentirme que cuando estoy acostado estoy entre verde. Su olor también me encanta, a tierra y hojas.
Por eso los sentidos para mí son muy importantes, que vos tengas bien afilados tus sentidos. En la decoración es lo más. Vos al entrar a tu casa tenés que sentirte alegre, que estás viendo algo que te relaja, algo que te hace salir de tu plano de trabajo, de alguna discusión, etc. con olores, visuales o sonidos.
¿Conocías a Calm ya?
Lo conocí por unos colegas. Yo siempre trato de poner lo mejor y de estar también con las marcas que confían en mí. Eso está bueno, que si confían en vos puedas aportar también a la marca y hacés esa cosa recíproca.
¿Qué es lo que más te gustó de Calm?
Los locales me parecían divertidos. A mí el amarillo es un color que me llama. Yo soy pionero del amarillo.
Vi también que tenían un diseño simple, llamativo, y que también podías ir a probarlo, me copó que tengan 30 días. Ah y me gustó mucho eso de dormir ahí en el Siestario del local en Chacarita.
¿Cuál es tu sueño o cuáles son tus proyectos?
Vivir en un motorhome armado por mí, obvio. Llenos de plantas, de colores, de buenas vibras. No quiero una casa. Quiero un autito, algo chico, donde yo pueda trabajar. Y quiero vivir de esto. Quiero seguir viviendo de esto. Porque esto es lo que elijo y me apasiona.