Nada mejor que tirarte en tu cama y sentir esa sensación fresca e inigualable de comodidad cuando recien cambias las sábanas. Obviamente no vas a cambiar la ropa de cama todos los días pero es importante mantener la regularidad para mantener el confort y evitar enfermedades.
¿Sabías qué no cambiar las sábanas con la frecuencia correcta puede traerte problemas de salud?
Está comprobado que la acumulación de ácaros, polvo o células de piel muerta pueden quedarse fácilmente en tus sábanas, provocando desde malos olores hasta alergias o inclusive enfermedades que se transmiten por vías aéreas y potenciar alergias.
Para esto es recomendable cambiar las sábanas cada semana. Y si tenés mascotas lo ideal es hacerlo cada cuatro días aproximadamente. Ya que la pérdida de pelo en los animalitos puede acelerar este proceso.
- Calm tips
Independientemente del lavado, el cuidado de tu ropa de cama puede generar un impacto muy positivo en tu descanso. Acá te damos algunos tips para que tengas a la hora de darle cariño a tus sábanas: - Ventilá la cama unos veinte minutos cuando estés cambiando las sábanas: esto le permite al colchón y a las propias sábanas liberar bacterias y polvo y que no se adhieran con el contacto entre sí. La ventilación también es super clave para evitar la humedad, tanto en el colchón como en las sábanas.
- Lavá de acuerdo al material de la sábana: Es sabido que la ropa de cama viene de distintos materiales y esto puede variar el lavado de los mismos. Acá tenés los ejemplos más comunes y las consideraciones que deberías tomar.
Algodón: Resistente, soporta agua caliente.
Microfibra o poliéster: Lavalas con agua tibia para mantener su forma. - Guárdalas en un lugar fresco y seco. Evitar la humedad es clave para la vida útil de tus sábanas. Podés usar bolsas de tela o algodón para protegerlas. Es importante que trates de no usar bolsas de plástico ya que son propensas a generar humedad.