¿Cuántas veces por semana te encontrás quedándote dormido en la oficina, rogando que se haga la hora de irte a tu casa?
Una vez cada tanto no es grave: una cena con amigos puede extenderse más de lo esperado, puede que te hayas quedado hasta la madrugada maratoneando esa serie que tanto te gusta.
El problema aparece cuando esto te pasa regularmente, afectando tu calidad de vida y tu desempeño en el trabajo. Ahí empiezan las llegadas tarde, la irritabilidad que puede acompañarte durante todo el día, la necesidad de café o mate cada 2 horas, entre tantas otras desventajas.
Para evitar todo esto y sentirte bien y a gusto en el trabajo, pudiendo disfrutar además de tu tiempo libre y de tu vida social o familiar (o la soledad, ¿por qué no?), te ayudamos con los siguientes consejos.
Empezá por lo más fácil o divertido
¿Quién llega al trabajo con las energías y la concentración al 100%?
Si sos de esos privilegiados, puede que este consejo no aplique. Pero en general, las primeras horas de trabajo son las más difíciles. Hacete el favor de arrancar con las tareas simples y que demanden menos esfuerzo, para darlo todo más adelante, en tu momento de mayor lucidez y energía.
Tomá agüita
No alcanza con un vaso de coca o con 1 litro de mate. Agua es agua, y hay que tomar alrededor de 2 litros por día para mantenernos hidratados durante el día. Consejo: llevate tu propia botella, idealmente de 700ml o 1 litro y tenela siempre llena.
Recargá las baterías
Cada cual tiene su método, pero te contamos distintas técnicas para darte un subidón de energía.
- Podés mojarte la cara y el cuello con agua muy fría, salir a dar una vuelta a la manzana o cortar por 10 o 15 minutos.
- Otros métodos alternativos pueden ser oler aromas vigorizantes (aceites esenciales o perfumes) como la menta, los cítricos, el jengibre o el eucalipto, o tomarte un ratito para charlar con algún compañero y despejar tu cabeza.
Un café o un mate van a ayudarte a estar más despierto y lúcido, pero no asegurate de no abusar de ellos y alternar su consumo con otros métodos. Y volviendo al primer consejo, tomá mucha agua: los estimulantes que contienen mateína o cafeína tienden a deshidratarnos.
Cuidá tu alimentación
Evitá los alimentos con alto contenido de azúcar, que pueden darte un “subidón” a corto plazo, pero a la larga terminan quitándote energía y dándote una sensación de agotamiento. En su lugar, podés comer frutos secos, frutas como banana o manzana, snacks saludables o galletitas integrales.
Dormí mejor
Ya te contamos qué hacer durante el día; ahora centrémonos en la previa: dormir entre 6 y 8 horas todos los días, en horarios similares, es el método que no falla.
Evitá usar el celular o ver televisión por lo menos una hora antes de dormirte, así como tampoco deberías tomar café o fumar por la noche.
Mejor tomate un té relajante, setea las luces para generar una iluminación tenue, lee un libro o escuchá música instrumental. De esa forma vas a preparar a tu cuerpo y a tu mente para el mejor descanso, y creenos, te lo van a agradecer y retribuir.